Moda Universitaria

Sería un largo día ya lo podía ver venir, las dos chicas compradoras más compulsivas que conocía en el mundo estaban preparando una tarde de tortura para mí. Debería comenzar a acoplarme al estilo Cullen pero aun se me hacia inerario solo darle una puesta a la ropa y después desecharla. Alice era exagera da con eso.

Las dos me miraron seguros e percataron de mi cara ante el pensamiento de lo que me esperaría un terrible castigo para mí.

-Yo las puedo esperar, diviértanse.

No me entusiasmaba nada la idea de las compras lo odiaba más que nada en el mundo, pero no podría contra estas 2 chicas que tenía por hermanas.

Cerré l aboca y me coloqué en el asiento rasero, no tenía ganas de nada y lo peor que me podían hacer, mi peor castigo era esto comprar cosas. La idea de ser una Cullen era por estar a su lado y amaba a mi familia pero esto de las compras me desesperaba y me ponía de muy mal humor siempre.
Rose arrancó el auto, y yo miraba la ciudad tratando de entretenerme en algo.

Acabamos de llegar y de verdad luchaba con mi mala cara al ver tantas tiendas pero no podía estaba desganada, odiaba las compras odiaba la moda, odiaba no poder enseñarme en tantos bonitos modelos al amor de mi eternidad…

-Estoy intentándolo ¿ok?-dije mirándolas y tratando de sonreír, pero no podía hacer que de repente apareciera en mi una emoción ante modelos que no existía una emoción que no existía en mi misma por la faltad e mi amor. Quería que resultara mejor por mis hermanas que estaban dando su amor esfuerzo pero mientras no tuviera aunque sea una noticia de que Edward estaba bien y seguro en alguna parte y que sentía aunque sea un gramo de lo que yo sentía al no estar a su lado por mí no estaría satisfecha o seria feliz por completo.

Toda la ropa me parecía lo mismo no notaba la diferencia, ante mi gran antipatía.

-Lo que sea está bien Alice con tal e que las compras terminen pronto sabes cuanto me desespero de hacer esto, podía haber venido solo ustedes y yo aceptaría gustosa lo que me compraran, esto me pone de mal humor me fastidia y me desespero tan rápido. La única que vez que disfrutaba ir de compras era tomada de su mano, ay Edward la vida sin ti es tan rara…

-De verdad lo que elijan por mi esta bien ya se saben mis tallas de todo-dije tratando de escabullirme de la tienda pero una mano me tomó.

Ya no podía más con la melancolía que tenía y para terminar esto de las compras no ayudaba en nada preferiría tirarme a leer un buen libro en compañía de la soledad eso normalmente ayudaba más y no me estresaba como esto.

Y ahora un cambio de look. No podía negar que las chicas se estaban esforzando pero la verdad yo no podía hacer mucho al respecto para corresponderlas.

-Chicas yo…-me aguante las palabras.

Escuché atenta cada una de las palabras de Rosalie, era interesante ver sus puntos de vista y analizalos, aunque ya sabía a que iba con eso de su reencuentro. La mal miré sabía que odiaba que ella pensara como hombre sólo en tener sexo todo el dia, si yo a veces me daba miedo al ansiar con Edward no emimaginaba nada aprecido a las maquinas sexuales que eran mis ehrmanos y claro no queria imaghinarlo.

-Basta Rose mejor acabemos el suplicio de una buena vez-dije encaminandome a marcha forzada dejandoa mis ehrmanas atrasadas.