Aromas y sabores

No debía haber salido de New York, mi misión está allá, y tengo mucho que hacer antes de que lleguen todos los "involucrados", por decirlo de alguna manera... Pero últimamente han pasado demasiadas cosas, y necesitaba alejarme de allí, al menos por unos cuantos días... Además, según los clanes de cazadores, aquí existe como una colonia de vampiros pacíficos, y tengo cierta curiosidad por saber si eso puede ser cierto... El pueblo, se veía similar a otros tantos pueblos de Estados Unidos, qué diferencia con el ruido de New York... Decidí dar una vuelta por el bosque, "escuchar" mejor el silencio... No había caminado mucho, cuando escuché ruido detrás de mí... Me volví rápidamente, dispuesto a defenderme de lo que fuera, e instintivamente llevé mi mano al sable que siempre llevo oculto... Pero sólo vi a una chica de apariencia delicada, aunque su mirada era extraña...

- Disculpa, estás perdida? -le pregunté, con cautela, y sin bajar la guardia, nunca se puede estar seguro...

Era una vampiresa, ya no me quedaba la menor duda de ello... Pero su comportamiento era el más extraño que había visto. Parecía lista para lanzarse sobre mí, literalmente, pero al mismo tiempo me decía que corriera... Sus movimientos inseguros me dijeron que era una neófita, pero por otro lado, una "verdadera" neófita ya hubiera intentado morderme, en vez de darme la oportunidad de escapar...

- Oye, no quiero hacerte daño... Pero si eres un peligro para los demás, no me quedará más remedio que hacerlo... -Ahora sí que empuñé el sable, listo para defenderme si ella me atacaba...

- Ajá... No hay problema, supongo... Sólo una cosa, ¿me harías el favor de quitarte de encima? No me dejas respirar bien... -Ella se retiró, con cara de estar muy avergonzada. Recuperé mi sable, y volví a guardarlo, aunque no estaba muy seguro de si debía hacerlo...- ¿Sabes? Pude haber cortado tu cabeza cuando te abalanzaste sobre mí, y por un momento creí que había sido estúpido no hacerlo, pero ahora veo por qué no lo hice... No quieres lastimarme, ¿verdad? Pues a mí no me gusta la idea de ser la cena de nadie, así que mientras más lejos estés de mí, mejor. Yo tampoco quiero lastimarte... Si no me das motivo, claro... -Ella no dejaba de mirarme, con los ojos muy abiertos. Pensé que al menos tendría que mostrar algo de cortesía- Ya que estamos, ¿puedo saber tu nombre?

Me di cuenta de que mis palabras la habían lastimado, eso era nuevo para mí, no esperaba que a un vampiro le importara lo más mínimo lo que le dijera un simple humano... Debía ser muy nueva, o al menos un tipo de vampiresa con el que no me había topado hasta ahora...

- Oye, espera... -La tomé del brazo, para que no se fuera- Lo siento, soy algo bestia a veces... Es que no estoy acostumbrado a que un vampiro se disculpe después de intentar comerme, ¿sabes? -Le extendí mi mano, para que viera que iba en son de paz- Mucho gusto Bella, yo soy Benjamin Watson...

- Bueno, supongo que no puedes evitarlo... -dije. Eso nunca lo iba a entender del todo, pero ella se veía tan frágil, tan inocente... Y parecía sincera en lo de no querer lastimar a nadie. Y del mismo modo en que yo pude cortarle la cabeza, ella pudo haberme mordido cuando me hizo perder el sable. Si ninguno de los dos lo había hecho, sería por algo... Además, no olvido que estuvo a punto de llorar cuando le hablé con dureza, eso no lo hace un vampiro común...- Y eres una dama, por supuesto que tengo que ser caballeroso contigo... No te preocupes, no pasó nada. Un placer conocerte -Me dirigí hacia las afueras del bosque, pero sentí que ella me retenía... ¿Y ahora qué le pasaba?

- Bueno, hemos empezado mal... Pero no creo que seas una mala chica, ¿sabes? -Además, es muy hermosa, y con una belleza muy natural, parece que fuera parte de todo esto, qué diferente a las chicas de New York. Y por lo que dijo, debo ser irresistible para ella... Eso tampoco suena tan mal...- Bella, sé que no comes lo normal, pero ¿me acompañarías a un café? No conozco muy bien esto, y podríamos hablar y conocernos un poco, ¿qué dices? -Seguía sin hacerme gracia que hubiera querido comerme, pero también me sentía muy culpable por haber sido duro con ella...

Me sonrió, y le correspondí... Parece que sí es buena chica, después de todo. Mientras no se dejara guiar por sus instintos, todo estaría bien. Y tampoco tengo la culpa de ser delicioso para ella... Sonreí, al pensar en eso...

- Pues recuerda que tendrás que guiarme -le dije, mientras nos dirigíamos hacia la salida del bosque... Entonces recordé que tenía una duda...- Bella, lo que acaba de pasar... Me refiero a, ¿eso te pasa con todos los humanos? O soy yo que no te caigo bien? -Traté de bromear, para relajar un poco el ambiente, por si a ella no le gustaba tocar el tema...

Así que esto era de lo que hablaban los libros... El tuo cantante, eso era yo para ella. Nunca pensé que alguna vez pasaría por esto... Menos me imaginaba que estaría caminando y charlando tan tranquilamente con el vampiro o vampiresa responsable de tal cosa, lo normal hubiera sido que alguno de los dos estuviera sin cabeza... Pero parece que nada es normal desde que llegué a América... Y sabiendo lo que el tuo cantante provocaba en los vampiros, era un gran mérito para Bella haber podido detenerse a tiempo. Con mayor razón, siendo una neófita. Se oía muy gracioso eso, "Es más fácil si no respiro", pero en su caso era algo literal...

- Créeme, un cafe tendrá mejor sabor que yo... -le dije... Para ese momento, ya teníamos a la vista las primeras casas del pueblo, la cafetería no debía estar muy lejos...

Seguía pensando en lo que había leído acerca de este fenómeno... Y pensé que estaba loco, permaneciendo cerca de ella, aun sabiendo lo que le provocaba... Pero bueno, ya estamos en pleno pueblo, y nos dirigimos a un lugar público, no era lo mismo que estar solos en medio del bosque. Y si se había controlado en esas cisrcunstancias, con mayor razón lo haría ahora. Además, por extraño que pareciera, seguía dándome la impresión de que era una buena chica, que no lastimaría a nadie... Además, confieso que de alguna forma, ese peligro me atrae... Definitivamente, no debo de estar muy bien de la cabeza...

La chica que nos sirvió me sonrió con coquetería... Me gusta coquetear, lo admito, pero no coqueteo con una mujer si estoy acompañado de otra, eso no sería caballeroso. Luego de que nos trajeron los frappés que habíamos pedido, Bella volvió a disculparse por lo sucedido... No me había equivocado, es una buena chica, y no me cabe duda de que su conciencia la habría torturado toda su vida si me hubiera hecho daño...

- Ya te he perdonado, linda... -le dije, sonriéndole- Aunque en realidad, no hay nada que perdonar, pudiste matarme, y no lo hiciste, así que estamos en paz... Ahora, me gustaría saber de ti, para empezar, cómo te convertiste? Si se puede decir, claro... -La miré, tal vez ese tema no era agradable para ella...

Amor por un vampiro, ya veo... No sería la primera vez que un humano es seducido por uno de ellos... Aunque en su caso, parece ser mucho más que eso, según lo que dice, hay toda una historia detrás... Su pregunta me tomó por sorpresa... Y más aún porque no acostumbro hablar de esa parte de mi vida, menos con alguien a quien acabo de conocer... Y vampiresa, por añadidura... Pero al mirarla a los ojos, pude ver un interés real, no me pregunta sólo por ser cortés... Así que le respondí, de todos modos, por extraño que parezca, me inspira confianza...

- Digamos que alguien salvó mi vida, y cuidó de mí, en un momento en que lo perdí todo... -Evité el recuerdo, a pesar del tiempo que ha pasado, aún duele- Esa persona se convirtió en mi padre, y a la vez en mi maestro, y me enseñó todo lo que sé, me entrenó desde niño para este "trabajo", y más duramente que a los demás, porque al ser humano, no tengo la fuerza y velocidad que son naturales en un vampiro, un halfblood o un licántropo. Así que por fuerza tuve que volverme más fuerte y más ágil que un humano promedio, además de adquirir habilidades de lucha. Y bueno, modestia aparte, me he defendido bastante bien hasta ahora. Y la experiencia también ayuda mucho... Sobre todo con los neófitos... -No me di cuenta de lo que había dicho, en realidad no quise aludir a ella... Espero que no lo haya tomado así...

-Bueno, yo tampoco he hablado con muchos vampiros, sabes? Al menos, no con los "chicos buenos"... Y es la primera vez que alguien me llama "Tentación" -Le guiñé un ojo en respuesta a su gesto... Esto prometía ser más interesante de lo que me había imaginado... Sobre todo porque nunca pensé que una vampiresa podría ser "Una buena chica", aunque ésta, da la impresión de que quiere portarse mal... Y muy mal...