Siempre hay una primera vez.... (Spoiler: OPEN MIND - NC-17)

-Ahora es mi turno de darte placer, espérame en mi habitacion, al fondo a la izquierda--Dijo susurrándome en el oído y sentí que cada milimetro de mi piel se erizaba. Asentí y mientras el se perdía por el pasillo yo salí y fui por la toalla para enrollármela en la cintura.

<< Al fondo a la izquierda dijo >> caminé descalzo por el piso y tal como había dicho, ahi estaba ese rincón tan íntimo. ¿Qué hacer? ¿quedarme de pie? ¿esperarlo? ¿meterme entre sus sábanas de seda, desnudo? sentí frío por un instante y me froté los brazos con ambas manos.

Brian llegó con un par de cosas en las mano y por nada cae al suelo con ellas. Parecía llevar algo de prisa por estar conmigo y eso me hizo sentir mejor. << ¿Champagne? >> era eso lo que llevaba entre las manos, y si yo bebia una copa más, vería dos hombres en lugar de uno, pero estaba tan alocado esa noche que una más no resultaría ninguna diferencia. De nuevo acepté y bebí.. ¿porqué no podia negarme? << eres mala copa Reth, recuérdalo >>

-Por la mejor noche de tu vida- lo dijo claro y fuerte. Se tomó su trago de una sola vez y volvió a besarme con más intensidad, mi copa cayó al suelo, pero ya no me importaba, lo abrazé y mis manos recorrieron toda su espalda sintiendo sus músculos.

<< Divino placer >>

...entonces me fue empujando hacia atrás, hasta chocar con la base de la cama... Ambos caímos, el encima de mí...

<< Ahora serás el postre >>

Todo aquello que había traido de la cocina tenía un fin visible. A Mr. Kinney le gustaba "hacerlo" con ingredientes extra, yo, por supuesto que me presté para ello, dejándome llenar de crema batida y cerezas; como había dicho sería su postre. El juego comenzó cuando sentí su lengua recorrer todo mi pecho y mis partes más sensibles, no pude evitarlo y aunque quise controlar mi estado de excitación, no pude evitar gemir de placer << no te reprimas, déjalo fluír Reth >> llevé mis manos hasta su cabeza y acaricié su cabello, echando mi cabeza hacia atrás pues el placer era sublime. Cuando bajó hasta mi ombligo, yo ya estaba loco... No quería que aquello terminara, que durara para siempre.

Siempre me había preguntado cómo sería la primera vez, ¿cuántas noches en vela pasé, pensando en ésa persona especial? no me bastaban los dedos de las manos para enumerarlas. Pero al fin la espera había llegado a su fin; ése hombre... Brian Kinney, me estaba llevando hasta las estrellas. Yo deseaba pertenecerle en todos los aspectos, pues algo dentro de mi pecho estaba estallando y gritándome que todo estaba bien. Cada caricia dada era un latigazo de electricidad que hacían de mi piel y su piel una sola.

Cuando la última cereza desapareció de mi cuerpo y me aprisionó con su boca, creí morir de placer, mi corazón comenzó a bombear de prisa y todo mi ser ser convirtió en una bomba de tiempo < tick tac tick tack > que podía estallar en cualquier momento.

-Hazlo, Brian...hazlo ya.... quiero ser tuyo.....

Yo ya no podía más ¡me iba a volver loco si seguía jugando conmgo de esa manera deliciosa! sus palabras sucias, susurradas en mi oído me hacían sentir salvaje. y ese par de mordidas que me había dado en el trasero, me habían hecho morderme el labio inferior y probar mi sangre; luego... su estimulación con ambos dedos me estaba mareando.

--No desesperes, ya casi.

¿¡Cómo podía pedirme semejante cosa, si lo unico que yo deseaba en aquel punto, era sentirlo por completo!? pero él, por ése instante, llevaba el mando y yo sólo me estaba dejando explorar.

-Ya es hora- dijo.

Al fin todo se iba a volver realidad, no habria vuelta atrás; cuando sentí su miembro establecerse en mi entrada, cerré los ojos y respiré profundo. Era muy, muy, muy doloroso... Apesar de que él lo estaba haciendo despacio dolía como el carajo. Traté de relajarme lo más que pude y de disfrutar, pero a veces me resultaba difícil... Sabía que debía cooperar, poner de mi parte para que todo resultara más... fácil. Brian se quedó estátito por unos momentos (cosa que agradeci, y asi poder acostumbrarme) después... todo cambió.

Para esas intancias había perdido por completo el control de mi mismo. Estaba perdido en el éxtasis del placer... Un placer que nunca jamás habría imaginado. Grité, grité, no sé por cuántas veces; eran gritos de dolor, pero de satisfacción, todo mezclado. Volvimos a cambiar de posición; Brian colocó mis piernas en sus hombros y volvió a introducirse en mí, el dolor regresó pero con menor intensidad, poco a poco iba a costumbrándome a su intromisión. Sus embestidas eran fuertes y constantes. Acercándose a mi rostro, volvió a hablarme al oído y a susurrarme cosas morbosas, cachondas, y yo pasé mi brazo por su cuello y lo atraje hacia mis labios para volverlo a besar.

-No pares... más ráido.... hmmm, más fuerte.

Mis palabras encendieron aún más su ímpetu y aceleró el ritmo de sus movimientos, mientras continuábamos el beso profundo, mordí un par de veces su labio inferior para después pasar hacia su pecho y apoderarme de sus tetillas para saborearlas y succionarlas... Me estaba entregando por completo, mi papel en aquella ocasión era sentir un placer desbordante sin importar las consecuencias, había que gozar el momento como nunca. La posición volvió a cambiar y sentí que me partía en dos, pero el dolor físico era abrumadoramente sexual y yo estaba dispuesto a soportar todo con tal de seguir "volando" y siento cosas extraordinarias, mientras gotas de sudor se deslizaban por mi piel.

Brian regresó a mi espalda, besándola y dándole mordiscos, apoderándose completamente de mi cuerpo y de algo más...

Yo estaba seguro de que Brian pronto "terminaría" porque su respiración se volvió rápida y desigual y volvió a subir mis piernas en sus hombros. El mantenía los ojos cerrados y yo deseé que los abriera para poder mirarlo cuando llegara el momento, pero no sucedió, el terminó con un fuerte jadeo... Se recostó en mí, no sin antes volver a darle una dosis de su lengua a mis tetillas. Por mi parte, también llegué al climax, quizá al mismo tiempo que él, en realidad no me había dado cuenta del momento exacto. De repente, todo se había quedado en silencio, salvo nuestras respiraciones acompazadas. ¿Qué iba a suceder ahora?

Brain se apartó, se sacó el preservativo y lo tiró al cesto de la basura, yo me quedé estático en la cama, esperando alguna otra reacción como: Anda, toma tus cosas y regresa a tu casa, ya luego te llamo. Sinceramente había cruzado por mi mente que eso ocurriría, pero sucedió todo lo contrario. El regresó, se tapó con las sábanas y me abrazó al mismo tiempo que me besaba y jugueteaba con mi cabello.

-Espero que tu primera vez sea un recuerdo placentero y me alegra haber sido yo.

Si, yo también me alegraba saberlo, no me había equivocado al haberlo escogido.

-Fue una experiencia que jamás olvidaré Brian, siempre... Serás el primero en mi vida... tu sabes a qué me refiero. - acaricié su rostro con una de mis manos.

Volvimos a besarnos, volvimos a abrazarnos... Bebimos una vez más, platicamos... hasta que finalmente el cansancio lo venció y Brian se quedó dormido en mi pecho. Yo me quedé ahí acariciando su cabello tal y como había hecho él anteriormente, hasta que decidí que era tiempo de marcharme.

<<Es tiempo, hazlo ahora que está dormido>>

No me gustaban las despedidas, porque uno sufría de más. Fuí hasta la sala de estar donde habían quedado mis cosas, saqué papel y pluma y escribí unas cuántas líneas que dejé sobre la almohada, donde pudiera ver la nota apenas despertara. Me cambié y... Lo miré, quizás por última vez....

<< Adios señor Kinney... Adiós Brian... gracias por haberme hecho un hombre felíz esta noche. Nunca te olvidaré >>

Besé su frente y me marché....