Revision de rutina

Tantos hombres en el mundo y me tenia que venir a casar con el más preocupon de todos, mil y un veces en estas ultimas semanas le había explicado que las cosas en la Universidad estaban difíciles, había tenido que adelantar mis exámenes para poder darme de baja sin contratiempos, pues me quería dedicar a una sola cosa bueno a dos, mi casa y mi esposo. Impaciente espero a que me diga la hora mientras preparo un poco de comida para cenar.

“Aun así quiero que haya algo para mañana tengo que estar casi todo el día en la escuela y quiero que tengas algo en casa en caso de que regreses antes de que yo vuelva” tomo una fruta del frutero de la cocina y busco mi bolsa para salir directo al medico “ya te dije que estoy bien pero eres el ser mas preocupon que conozco en el mundo” sonrió y beso su mejilla mientras me pongo el abrigo y tomo mis guantes para salir.

El camino es tranquilo y con pocos intercambios de ideas se que algo trama porque su forma más estricta en verificar el reloj y esa absorción suya por la puntualidad “vamos a llegar a tiempo, deja ese reloj en paz” tomo su mano y entrelazo nuestros dedos jugando con ellos disimuladamente.

Respiro profundo mientras entramos en el gran edificio de consultorios donde tenemos la cita con mi nuevo medico, ya me había preparado para esta visita incluso me había puesto en contacto con mi medico en México para u eme enviara una copia de mi expediente clínico para entregárselo al doctor “estoy perfectamente bien, he gastado varias horas de los últimos días explicándote que estoy perfectamente bien” espero que estacione el auto y tomo su mano para entrar al elevador del edificio directo al consultorio del medico.

“Te aseguro que el medico se pondrá de mi parte, y te va a decir que no debo estar comiendo a toda hora como tú quieres que lo haga” nunca he sido una persona que con grandes apetitos y desde que tengo tanto que hacer mucho menos, cualquier cosa me quita el apetito y por mi esta bien además técnicamente mi salud nunca ha sido enfermiza.

Me acurruco en el pecho de mi esposo mientras el elevador sube con tranquilidad hasta el último piso del edificio donde ya el medico nos espera “solo promete que no aras nada después de que escuches todo lo que le diga al medico” me preocupa un poco la actitud que pueda tomar contra mi hermanito cuando sepa que quizá el daño del brazo o de las costillas pueda ser un poco más grave de lo que he intentado mostrarle.

En cuento salimos del elevador tomo el brazo de mi esposo de una forma elegante y en exceso formal pues sé que el medico conoce a mi esposo y no estoy del todo segura si sabe de su nobleza opto por tomar una postura elegante “estoy tentada a apostar que no, pero mejor no digo nada” sonrío a la enfermera que nos recibe y nos ofrece esperar en la sala mientras tomo alguna de las características revistas de espera observo una foto de nosotros, cierro la revista de inmediato y me pongo de pie en cuanto lo hace mi esposo.

Entro al consultorio de mano de mi esposo y le sonrió al medico mientras toma mi mano “Cassandra Clapton, un gusto conocerlo doctor Brown” tomo asiento frente al medico y mientras comienza a escribir en lo que se es mi nuevo expediente tomo el que me enviaron desde México y se lo entrego “me tome la libertad de llamar a mi medico en México y pedirle mi expediente clínico” la sonrisa en el rostro de mi esposo es evidente y yo contesto con otra sonrisa “como podrá ver siempre he sido una persona de una salud excelente” veo a mi esposo de reojo y sonrió esperando que el medico comience haga algún comentario apoyando mi postura de buena salud.

Hago una cara de pocos amigos cuando observo la mirada de mi esposo, se que en silencio se regocija por lo que él cree va a ser su triunfo, me aclaro la garganta y volviendo a ver al medico de nuevo “pues mi alimentación esta basada en la fruta, como mucha fruta” me encojo de hombros sabiendo que es lo más sano de la alimentación y que ningún medico podría rebatir ese argumento “quizá una manzana por la mañana con un poco de yogurt y quizá café con crema y vainilla” tomo la mano de mi esposo pues ese café es justo el que tomo solo cuando tenemos esa oportunidad de vernos por las noches y estar juntos solos.

Observo el reproche que le cruza la mirada al medico y me hago un poco hacia atrás en el asiento “a medio día procuro un poco de fruta con maple y cereal y quizá una barra energética” si empiezo a considerar que George puede tener razón y que mi alimentación no es lo más sana que se espera, “y por la tarde normalmente como en la escuela, quizá pasta y carne o alguna extraña cosa que preparen en la cafetería” en cuanto el medico levanta la vista de sus notas se que algo no muy agradable me espera.

Cierro la mano aferrando la de mi esposo cuando el medico me entrega la orden de los análisis clínicos y nos indica que quiere que me los realice de inmediato, “claro doctor Brown, será de inmediato” observo rápidamente y me salta a la vista uno de los estudios que me indica “¿es totalmente indispensable que me haga esta prueba?” sin mencionar la prueba la señalo sobre la orden medica y observo su gesto afirmativo “prueba de embarazo” susurro intentando que una gran cantidad de ilusiones e imágenes se dispersen en mi mente.

Verlo salir no es de mi mayor agrado quiero que este aquí a mi lado sosteniendo mi mano mientras el doctor Brown toma las muestras de sangre pero se que en esta ocasión no es lo más apropiado, pongo todo de mi parte para que la toma de la muestra sea lo más rápida y que mi esposo no este tanto tiempo lejos de mí. Me estoy haciendo tan dependiente de él que tengo miedo que después algo no salga como debe.

El roce de su mano disminuye el dolor de la muestra, aunque el medico hace todo lo posible por no lastimarme al obtener la sangre de mi brazo el dolor es inevitable por mínimo que sea, acaricio su mejilla y discretamente me acerco un poco más a mi esposo “¿Cuándo estarán listos los resultados doctor Brown?” Aunque intento ocultarlo mi deseo por saber el resultado de un estudio en especifico, veo a mi esposo un momento y sonrió viendo en sus ojos el reflejo de mi propia expectativa, “será tan grandioso tener esos estudios pronto, ¿verdad amor mío?” al mismo tiempo volvemos la vista al medico quien nos observa haciendo algunas anotaciones en una etiqueta que adiere al sobre de las muestras.

Respiro con calma en cuanto entras al elevador, lo siento tan tranquilo ahora que las reglas del protocolo se han terminado que yo también me siento en paz “si amor mío, te prometo que tendré más cuidado con mi alimentación, lo prometo” no quiero que mis ideas comiencen a huir de mi propia barrea porque si eso llega a pasar y esto resulta ser falso mis sentimientos se sentirán totalmente heridos.

Con un pequeño temblor en la voz intentando no sonar ilusionada en apenas un murmullo susurro “¿tú crees que pueda…?” aun solo mencionarlo me da miedo no quiero que algo malo pase pero ya no puedo evitarlo, tengo que decirlo antes de explotar “¿tú crees que un pequeño Clapton este en camino?” no me atrevo a ser directa con mi pregunta pero se que él puede entenderlo perfectamente.

No puedo ni describir la felicidad que me rodea al verlo, hasta su mirad que siempre intenta verse controlada ahora esta llena de ilusiones tantas o más que las mías, en cuanto se reincorpora lo abrazo con todas mis fuerzas refugiándome en su pecho “yo solo quiero que seamos más felices de lo que ya lo somos y más aun estar a tu lado el resto de mi vida” no puedo evitar recordar la platica que tuvimos hace un tiempo sobre la inmortalidad y que ambos acordado el momento oportuno para dar ese paso que es tan importante para ambos “no hay nada que desee más en este mundo que darte un pequeño bebe, fruto del amor que ambos nos profesamos” suspiro y me recargo ligeramente en su pecho “pero se que debemos esperar a un momento oportuno, por ahora supongo lo importante es ver que estoy bien” veo como lentamente las pesadas puertas del elevador se abren con calma para dejarnos salir directo al auto.

Parece que ambos tenemos la misma idea siento que su deseo es tan grande que me invade, me muevo un poco sobre mi asiento y me refugio en su hombro respirando lo más tranquila que puedo “no amor mío, hoy no es necesario que vaya a la universidad” vuelvo a suspirar y tomo su mano con fuerza “no quiero ir a la universidad, no creo de cualquier forma poder mantenerme concentrada en mis clases” me conozco perfectamente y se que no dejaría el móvil un solo instante asegurándome que tiene batería, señal y demás cosas que no bloqueen la comunicación con el doctor Brown, para saber los resultados de los estudios.

“Vamos a casa amor mío, esperemos la llamada del doctor Brown y comencemos a tomar medidas al respecto” se que mis barreras están cayendo y mis ideas comienzan a desbordarse en contra de mi voluntad pero ya no me interesa se que si no es más que una ilusión a lado de mi esposo estaré bien y él ara todo lo posible para que mis ilusiones, y las suyas propias, también sean fructíferas

Buscos sus labios en cuanto siento sus brazos estoy tan nerviosa que creo estoy por cocinar todo lo que tenemos en la nevera, ya tengo la cena prepara, algunos aperitivos e incluso mi almuerzo para la universidad “si amor mío salgamos a dar un paseo que estoy por caer en un ataque de nervios” quizá el demuestra sus nervios viendo el reloj cada instante peor yo no estoy muy segura de cómo reflejarlos “se que si no salimos en este momento voy a terminar volviéndome loca de tanto esperar” me muevo sobre su pecho buscando la protección de sus brazos y cierro los ojos al sentir sus labios “vamos a dar un paseo, quiero ver algunas cosas de la universidad” desde hace unos días tengo aplazado la compra de un libro así que es buen pretexto para salir “voy por mi bolsa y mi celular” beso su mejilla con delicadeza y salgo de la cocina rodeándolo con mis brazos mientras paso a su lado.