¿Día de los enamorados?

La fiesta comenzó y claro el alma no podía faltar, estaba ansioso de divertirme y olvidar cuando menos esta noche a esa divina mujer que poblaba mi mente.
Me puse un traje de gala y asistir a la recepción del 14 de febrero. Sentí ese pinchazo que me hizo de pronto mirar hacia donde estaba ella. La chica más hermosa que había visto hasta ahora frente de mi sonriéndome.

- Te importaría concederle esta pieza al golpeador de paredes - dije sonriendo estaba alegre de encontrarme con alguien tan linda el día de hoy y de sentir que mi corazón palpitaba fuertemente con sólo mirarla.

Comenzamos a bailar felizmente por toda la pista la verdad era un tonto por no darme cuenta lo hermosa que era está chica y que la verdad tenía ganas de pasar más tiempo con ella, más un que tomar un simple helado estaba alegre de notar su hermosura antes que cualquier otro chico.

-Y qué me cuentas de ti bella Kate ¿porqué no traes compañía en una noche como esta?-como era posible que dejaran sola a alguien así esto debía ser pecado mortal.

Estaba bailando con la linda chica cuando de pronto me plantó aquel besó no es que me molestara lo que hizo pero me hubiese gustado ser el que tomaba la iniciativa esta vez aunque había que reconocer que era atrevida y eso la hacia interesante. Respondí a su beso.

-Buena suerte la que he tenido yo y me alegra estar contigo en un lugar tan raro pero divertido dije mientras la acercaba más aun a mi pecho para seguir bailando y ahora yo comencé a besarla después me alejé un poco para mirar sus ojos traslucidos intensos.

-Fácil ven linda- la sujeté de la mano y la llevé fuera en eso apareció el valet parquín con mi auto ella lo contempló emocionada -un aston martin cariño así es, pero debo decir que no tan hermosos como tú- la besé de nuevo antes de ayudarla a subir al auto, a continuación le sonreí y abrí la puerta para que subiera, sabia el lugar ideal a donde la llevaría, el motor de mi auto no se escuchaba se ahogo por la musica que comenzó en ese momento en el radio.

Ya íbamos en el auto camino desconocido para ella y solo sabido por mi, estaba emocionado sujeté su mano con la que quedaba libre mía y conducía se sentía tan bien estar a su lado disfrutando de una linda compañía.

Sonreí torcidamente mientras la carretera quedaba a oscuras y ascendíamos por la curvas que rodeaban el lugar, ella tarareaba las canciones creo que le gustaban y su voz era angelicalmente melodiosa.

-¡Bienvenida!-le dije mostrándole la vista de la ciudad ilumina desde ese lugar, el mirador del sitio. Era un apequeña montaña en la que de pequeño a veces me fugaba con m hermana para ver la ciudad y pensar juntos, ahora la comparta con mi acompañante.

Claro que me importaba todo de ella ahora, deseaba saber que pasaba por su cabeza, que es lo que sentía por mí, pero ene se instante me percate de la fría corriente de aire que estaba pasando ahora mismo me quité el saco y se lo puse sobre los hombro mientras ella me miraba pensativa yo rocé sus labios.
-Me parece que s hora d bajar de la montaña no quiero que te resfríes por mi culpa linda, así que mejor nos vamos-la besé de nuevo apasionadamente y nos subimos al auto cerré la puerta tras ella.
-¿Entonces que es lo que me contara señorita?

No podía ser más feliz con otra persona sonreí al ver que mi acompañante me susurraba eso misteriosamente.
Los secretos siempre eran algo que me intrigaban como no desear saber que es lo que me confesaría esa bella mujer que llevaba a un lado.
-Soy un buen confesor hija mía dígame su secreto-dije imitando a los párrocos que había escuchado en la televisión.

Vaya que la chica estaba emocionada y la verdad mi corazón se aclaró un poco con sus confesiones, sus besos eran dulces.

-Hija mía tiene un grave problema se está enamorando eso es un verdadero pecado, grave muy grabe una gran penitencia viene a eso y la única manera de recibir perdón es rezando déjeme ver 3 padres nuestros, 10 aves marías y lo más difícil puede comenzar con eso besarme ahora mismo.

-Linda lo siento detendría el auto ahora mismo pero la verdad tengo un lado más que quisiera enseñarte antes de cualquier cosa-dije liberándome de su sensual beso quería continuar pero necesitaba hacer antes con ella algo. La sujeté de la mano y acelere el auto lo más que podía quería estar allí rápido su mirada me decía que ella estaba pensando tantas cosas como yo entonces esto debería apurarse aun más.

-OH que demonios dije y la seguí besando cuando detuve el auto por fon, nos dejamos llevar por la pasión entre besos y la verdad el fajesin subía de intensidad, me moría por tenerla al fin junto a mi pero lo correcto era detener esto.

- Lindura vamos dije- me di rápidamente la vuelta y la ayude a bajar del auto no sin antes robar un beso más.

Vamos a hacer lo que jamás en la vida creí hacer-sonreí la guié delicadamente como la rosa que era dentor del lugar.

-Mira yo no se que me pasa pero estupidamente estoy enamoradod e tí y queiro que me concedas el priveilegio de hacerte feliz el resto de tu vida, ahora ya no se vivir sin tí... suena a palabras baratas... sin sentido pero es lo que en realidad quiero... amarte y que me ames el resto de lo que sea que nos quede de vida...-me quité una de mis mancuernillas he improvise un anillo-¿aceptas?-le guiñé un ojo y sonreí traviesamente.

Estaba apresurado por poder estar con ella llegamos a la capilla un padre nos miraba y yo estaba tan decidido no había nada que quisiera más en el mundo que terminar con esto de una vez por todas para que pudiéramos estar juntos, quién lo diría Darian Aston casado.

Caminamos hasta el altar el juez nos miró aprecia agotado seguramente n un día como estos se dedicaba a casar varias personas lo entendía peor a mi me urgía que terminara pronto la ceremonia.

-¿Señorita Cullen acepta usted al señor Aston como su marido….?- blablabla…era lo único que captaba
-Sí acepto-gritó ella feliz mirándome emocionada.
-Señor Aston acepta usted-blablabla…
-Sabe que no puedo más no puedo ya-interrumpí al juez- lo siento-, tomé a Kate en mis brazos y salí corriendo del lugar necesitaba estar a solas con ella, me miró extrañada…

-Demonios no nos casamos oficialmente porque no firmamos los papeles ni dijimos los votos, ya será para otra ocasión amor, necesito que estemos solos, anhelo tenerte en mis brazos hacerte mía y es lo único que en verdad necesito, debí de hacer primero eso y después pensar en al boda, pero no importa ya y si obviamente te secuestrare, te llevaré muy lejos donde sólo tu y yo estaremos juntos.

La besé, subimos al auto y llegamos tan aprisa al plaza nuevamente, solicité una habitación, entramos besándonos apasionadamente la dejé en a cama y me prepare para ser el hombre y hacerla la mujer más feliz del mundo… antes.

Coloque un gran letrero en la entrada:

FAVOR DE NO MOLESTAR CASI RECIEN CASADOS OCUPADOS…