Cacería al acecho

por **Daniel Coverfield** Mar Dic 08, 2009 4:15 am

Acepto que ya la había visto. Por fin la había encontrado y ahora sólo faltaban unos cuantos detalles antes de que el niño Aston llegara a la ciudad. Lo había planeado todo de tal forma que me sentía tan bien conmigo mismo. En parte no podía creer que se estuviera logrando, después de tanto tiempo, parecía que jamás iba a suceder.
Sin embargo me sentía algo agobiado y débil. No me convenía sentir eso. No ahora.
Salí de mi departamento para cazar algo. Necesitaba un humano para satisfacerme.
Busqué un lugar habitado, con tanta gente que por la misma razón no se dieran cuenta de nada de lo que sucedía. De pronto estaba caminando frente al hospital. Se me abrió el apetito.
Ahora sólo necesitaba de un humano.

por **Sherezada Adler** Vie Dic 11, 2009 11:15 pm

- Hasta mañana doctora.

- Hasta mañana - me despedí de la recepcionista y salí arrastrando los pies. Estaba muy cansada y bastante harta. Supongo que es normal, llevo 36 horas dentro del establecimiento y sólo dormí 3 horas.

Vaya que tenían razón al decir que Nueva York es la ciudad que no duerme.

De pronto tuve una extraña sensación. Volteé tratando de saber qué pasaba. Y quizás eran las horas que llevaba sin dormir, pero sentí que alguien me miraba a lo lejos.

Será mejor que camine rápido a mi casa.

por **Daniel Coverfield** Sáb Dic 12, 2009 6:00 am

Quise analizar las mentes de los que pasaban cerca de ahí. Admito que hay victimas que me llaman más la atención que otras. Y estaba abierto a los juegos.
De pronto llegó la victima que buscaba. Una chica paliducha y menuda que logró sentir mi presencia.
Se iba a poner divertido.
La comencé a seguir y ella apresuró el paso. Miré que metió la mano en su bolso y sin leer su mente supuse lo que hacía.
Me acerqué más y más, hasta tenerla cerca... toqué su hombro y...
- Disculpa, podrías decirme la... oh! cuidado con eso - ella me estaba amenazando con un gas pimienta.
Esto iba a ser divertido.

por **Sherezada Adler** Sáb Dic 12, 2009 6:39 am

No, eso no iba bien. Aun podía sentir a esa presencia siguiendome, y yo no quería correr. Entonces se me ocurrió una idea. Empecé a buscar por todo mi bolso el gas que me habían regalado. Tenía que encontrarlo, donde fuera...

Llaves, celular, plumas, tampón. ¿Dónde se mete el gas cuando...?

- ¡Lo tengo! - agarré el pequeño tubo, listo para cuando el sujeto ese me tocara...

Un terrible escalofrio recorrió mi cuerpo, giré y vi a un hombre que me parecía todo menos un maleante.

- ¿Qué quiere? - pregunte asustada. Si bien no tenía la pinta, si toda la sensación de que no era una buena persona.

por **Daniel Coverfield** Sáb Dic 12, 2009 6:47 am

- Calma, por favor, no te voy a hacer daño - ella me miraba asustada, así que puse mi cara mas calmada y confiable que tengo - lo siento, no quise asustarte.
Sin embargo, no bajaba su gas.
- Me seguias - apenas pronunció y yo bajé la vista tratando de parecer apenado.
- Lo siento mucho, es que te vi en el hospital y quería saber quien eres. - sonreí pero ella seguía desconfiada - perdón, no era mi intensión, te dejo...
Di la media vuelta y entré en su mente. Frunci el entrecejo y la miré bastante confundido. Ella pensaba en mi como una criatura de la cual desconfiaba, no de un hombre. Cruzamos mirada y le sonreí.
- De verdad me gustaría saber tu nombre - ahora me interesaba más.

por **Sherezada Adler** Sáb Dic 12, 2009 6:55 am

No podía dejar de mirarlo desconfiada. Ese sujeto, parecía todo menos una persona normal. Cuando me tocó estaba frio y su presencia se sentía tan... no sé: perversa!

No sé como definirlo, pero parecía más una criatura de la noche que quería atacarme. ¡Epa suerte la mia!

- Mi... mi nombre - piensa Shere, piensa - Nichole... - trataba concientemente de bajar el brazo con el gas. Pero inconcientemente trataba de defenderme.

por **Daniel Coverfield** Sáb Dic 12, 2009 7:05 am

Sonreí. ¡Que ternura me causaba la linda Shere! Tenía que ocultar su propio nombre tras el primero que se le vino a la mente. Aunque no podía culparla, no era la primera persona a la que le infundo miedo.
- Mucho gusto Nichole - le extendí mi mano - me llamo Daniel - ella no bajaba su gas - te repito, no era mi intensión asustarte - ella lo negó - ¿qué pasa? ¿te causo tanto miedo? - ella sin apartar la vista de mi aun con la conciencia en un "Si" se atrevió a decirme:
- No - vaya manera de autodefenderse.
- Entonces baja el gas. No es muy agradable que te amenacen con el gas directo a los ojos - decidí no forzarla y ver cómo reaccionaba.

por **Sherezada Adler** Sáb Dic 12, 2009 7:13 am

¿Que si tenía miedo de él? ¡Tenía pánico! ¿pero qué iba a hacer? ¿Decirle que si tenia miedo y que me cazara como liebre?

Eso iba a ser mas estúpido aun.

- No.

- Entonces baja el gas. No es muy agradable que te amenacen con el gas directo a los ojos - algo en sus palabras me hicieron darme cuenta que el gas no le iba a hacer daño. Y lo bajé.

- Nunca es bueno asustar a nadie así - dije tratando de ocultar mi miedo como fuera - sacan gas lacrimógeno a quien hace eso.

él sonrió, y yo también traté de hacerlo. Pero estaba más angustiada tratando de buscar la forma de escapar de ahí, de... él o eso.

por **Daniel Coverfield** Sáb Dic 12, 2009 7:36 am

Estaba muy a las vivas. No iba a poder fácilmente con una victima así, que estuviera esperándo el momento de que la atrape. No, eso ya no me agradaba.
Quizás era momento de que acabara con ella y dejar los juegos.
- ¿De dónde eres Daniel? Dime ¿En qué trabajas? ¿Cuando me viste en el hospital? ¡Vamos, cuentame de ti! - otra autodefensa, hablar como loca. Parecía que hubiera adivinado lo que pensaba y ahora sólo quería seguir viva unos minutos más.
Le seguí el juego.
- Pues no soy americano, vivo en Italia. - la chica se asombraba como si me pusiera atención, aunque podía ver las rutas que improvisaba para correr de ahí.

por **Sherezada Adler** Lun Dic 14, 2009 11:13 pm

- ¿Entonces eres italiano? - pregunté aun buscando un sitio por donde escapar. Pero estaba acorralada.

Ni siquiera sabía porqué le tenía miedo.

- Yo tampoco soy americana. Soy alemana. Me ofrecieron trabajo aquí ¿puedes creerlo? Todos me decían en Berlín que estaba loca que no viniera a America. Que aquí solo hay locos - me reí de mi propio chiste, pero justo estaba pensando en cuanta razón tenían los que me dijeron eso.

Daniel me miró inespresivo, bastante tranquilo.

- ¿Y en qué trabajas? Eso no me lo dijiste. - pero apenas iba a abrir la boca cuando lo interrumpí - oye qué te parece si vamos por un cafe, este lugar esta muy solo, anda, vamos! - esa era mi única salvación, entre más gente haya más segura estaré.

por **Daniel Coverfield** Mar Dic 15, 2009 4:37 am

Había visto instintos de supervivencia extraños, pero el de ella me llamaba mucho la atención. Además del hecho de que, estaba seguro, sabía qué tipo de criatura era yo.
Le seguí el juego.
- Claro, de hecho quería invitarte a tomar uno - sonreí y le ofrecí el brazo. Ella me seguía mirando con desconfianza - anda, no tengas miedo, no te comeré...
"Por ahora..."

por **Sherezada Adler** Lun Dic 21, 2009 4:21 am

- Por ahora... - pensé. Así que con toda la tranquilidad que no poseía lo tomé de la mano que me había ofrecido. Pero fue justo cuando lo toqué que sucedió algo extraño. Pude saber qué era él. No era un humano, era un...

-Blutsauger... - murmuré.

Daniel no dejaba de mirarme. No sabía ahora qué hacer. Me había escuchado y sabía lo que él quería hacer conmigo.

Sentí miedo, miedo como jamás en mi vida. Por primera vez me planteé la posibilidad de morir y era justo eso lo que no quería.

Pero ahora era sólo una presa... Su presa

por **Daniel Coverfield** Lun Dic 21, 2009 4:36 am

No dejaba de sorprenderme esa humana. Había descubierto en un toque justamente lo que era. Eso era lo que me sorprendía de algunos humanos: tenía habilidades que ni ellos mismos imaginarían.
- Lo eres, es verdad Sherezada - me miró sorprendida - vamos, no imaginaste que me ibas a engañar con ese nombre ¿verdad? - agachó la mirada completamente resignada - demos una vuelta, me gusta platicar...
- ¿Antes de comer? - preguntó y me reí fuertemente
- Me sorprendes, y lo digo de verdad. Hay pocos humanos que pueden causar ese efecto en mi. - Le tomé la barbilla levantandola - no te desanimes, sólo va a ser una mordidita y ya... prometo que no te dolera ¿o qué? ¿prefieres que te deje ir y caze a cualquier otro humano? - alzó la vista frunciendo el entrecejo - ¿Qué dices? Tu vida por la vida de alguien más... elige Shere...

por **Sherezada Adler** Miér Dic 23, 2009 5:04 am

- Elige Shere... - dijo de una forma fria.

¿Mi vida por la de otro? ¿Sería capaz de dejar que otra persona muriera a causa de un Blutsauger? No tenía ni idea de qué tipo de muerte sería, pero no debía ser sin dolor.

Daniel me jalaba del brazo muy fuerte, llevandome a rastras. Aun me miraba bastante interesado. ¡No podía elegir! No quería elegir si mi vida o el remordimiento que atormentaría mi vida.

- Bueno, al menos no será una muerte común - dije al fin y creo que noté en su mirada cierta sorpresa.

Por lo menos no todos los días causaba eso en un Blutsauger

por **Daniel Coverfield** Miér Dic 23, 2009 6:02 am

Cuando escuché su comentario no pude evitar reirme.
- ¿Así que prefieres que te mate antes de que cargues en tu conciencia la muerte de alguien más? - su mirada era de ofendida, pero no me importó, me volví a reir. - Pero que ingenua eres Sherezada. En primer lugar no te dejaría ir. - se volvió a ofender - y en segundo lugar - la acerqué a mi aspirando su aroma - no creo que seas mi única víctima hoy... tengo... demasiada sed.
Acerqué mi rostro al de ella y toqué su mejilla con mi nariz.

por **Sherezada Adler** Jue Dic 24, 2009 12:24 am

Su toque fue muy escalosfriante para mi. Por primera vez sentí como me invadía una helada sensación, como si todo me estuviera diciendo que era el fin.

- ¿Entonces qué es lo que esperas? Si me quieres morder y acabar con una simple humana, pues adelante

Estaba muerta de miedo y ni siquiera sabía porqué hablaba así. Mis padres siempre habían dicho que mi manera de defenderme era ponerme a la defensiva. Supongo que jamás pensé encontrarme en una situación como ésta. Pero la agonía de pensar que podía ocurrir algo peor me atormentaba.

Daniel se me quedó viendo a pesar de seguir caminando. Esa era una noche sin luna. De repente me sentí sola. Estabamos solos y tenía a mi verdugo a mi lado. Nos detuvimos en un callejón y entramos en él.

Suspiré llena de miedo. Cerré los ojos y me dejé llevar. Mi último pensamiento no iba a ser miedo. Llegó a mi cabeza la imagen de mi familia y de pronto la del doctor que tanto me gustaba. Sonreí esperando el fin.

por **Daniel Coverfield** Jue Dic 24, 2009 3:40 am

Entré a su mente y pude ver qué era lo que pasaba por su mente. Trataba de ponerse contenta, de omitir que podría morir en mis manos.
Pronto su pánico que me encantaba se hizo paz, y eso me intrigó.
- ¿Crees que pensar en tu familia y en un hombre te va a hacer morir en paz?
Ella no abrió los ojos y siguió pensando en lo mismo, ignorándome. La apreté más del brazo aplastándolo. Gritó de dolor.
- Ves, sigues en este mundo, viva. No por mucho tiempo... ¿Por qué quieres ignorar que sigues aquí? - Ella se quedó de nuevo callada y pensando mas en ese hombre. La apreté más fuerte del brazo hiriendola más. Su grito fue mas fuerte, asi que tuve que taparle la boca. - Ya viste, sigues viva - la solté y la tiré a un lado, al fin había abierto los ojos y estaba tomándose el brazo, aguantando los gritos, pero expulsando las lágrimas.
Por su mente pasaba que ya queria que todo acabara, me lo suplicaba.
- No Sherezada. No es cuando la princesa quiera... - me acerqué a ella y la tomé de la barbilla - es cuando yo lo decida - le quité una de las lágrimas con el dedo y la probé. - Y no, no creo que nadie venga a rescatarte, princesa...

por **Sherezada Adler** Jue Dic 31, 2009 2:15 am

Quería simplemente morirme. Eso iba a ser mucho más fácil. Quería que todo esto acabara. No podía con este dolor, me había roto un hueso e iba a comenzar a sangrar en cualquier momento.

"Matame" pensé una y otra vez. Ni siquiera mis pensamientos podían dirigirse a mi familia o al doctor. Lo que quería era que me dejara en paz..

Daniel me levantó mientras yo no paraba de llorar. Sus ojos mostraban una gran cantidad de maldad. Era como si viera a un diablo a los ojos y no tuviera forma de cerrarlos. Sentía temor repentino, dudas, de verdad me estaba poniendo a pensar si valía la pena todo lo que había hecho en mi vida. Sólo para terminar así...

Me di cuenta que Daniel tenía razón... nadie iba a rescatarme, y él no me iba a dejar sólo morir.

por **Daniel Coverfield** Sáb Ene 09, 2010 5:29 am

- ¡Vaya! Al fin has caido en cuenta de que estas sola - Sus lágrimas se soltaron más - pero vamos, no llores, no creo que eso me conmueva el corazón.
Ella no podía aguantarse, simplemente la estaba haciendo sufrir y eso me encantaba. La tomé a mi y la apreté de las costillas. Ella aguantó la respiración.
- No, no, no quiero romperte las costillas, sólo... quería verte más de cerca. - me insultó en su pensamiento y le limpié las lágrimas - no Sherezada, de eso no se trata. Yo quiero ser bueno contigo. Quizás no era tan bueno romperte el brazo, pero tu no me hacías caso como quería. Necesitaba de tu completa atención. Y ahora que la tengo te diré: - me acerqué a su oido y susurré - no tengo intensiones de matarte... - ella obviamente, no me creyó.

por **Sherezada Adler** Vie Ene 22, 2010 3:48 pm

- No tengo intensiones de matarte... - dijo mirándome con ojos maliciosos. Sabía que no era verdad. Iba a ser su aperitivo y me iba a devorar.

- ¿Entonces qué quieres hacer de mi? - pregunté entrecortadamente. Me vinieron a la mente todo tipo de torturas y las cosas más espeluznantes.

Sabía que ver muchas películas de terror ahora me iban a pasar.

Pero para mi sorpresa sólo me empezó a soltar. Y me puso en el piso tratando de tranquilizarme. ¿Y si me arrancaba la cabeza? No sabía qué hacer. Sólo estaba en pánico esperando a que eso decidiera qué hacer.

por **Daniel Coverfield** Dom Ene 24, 2010 4:47 am

Su propia mente me dio muchas ideas. Interesantes en realidad. Era impresionante lo que la mente de un humano en pleno pánico pueden hacer.
Pero no, sabía que no podía hacer eso en ese momento.
- Tengo sed, es verdad - le dije hablandole de la forma más tranquila posible - de hecho hoy tengo más hambre que otros días - respiró entrecortadamente - pero me pareces interesante... desde el principio sospechaste de mi, no todos los humanos lo pueden hacer, de hecho hay muchos que caen con más facilidad.
- ¿Entonces? - preguntó altaneramente
Me encogí de hombros.
- ¿Sabes lo que pasa por mi cabeza? - ella frunció el ceño y apretó los ojos. quise suponer que era dolor lo que la hacía poner esa cara. Pero luego me di cuenta de que ella estaba tratando de saberlo. Estaba tratando de leer mi mente.
Me reí bastante sorprendido.
- ¡Vaya Sherezada! Eres una caja de sorpresas... sólo dí que no sabes nada y deja de intentarlo.
Admito, me agradaba su intento.

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