Persiguiéndose en la Quinta Avenida

La Quinta Avenida quedaba justo al lado de mi hotel, así que decidí salir a "reconocer el terreno", ya por la tarde me había perdido intentando encontrar el hotel, no quería que eso volviera a pasar. Miraba las vitrinas de las tiendas, sin verlas realmente, aunque algunos de los prohibitivos precios llamaron mi atención. Yo no pagaría eso por una sola prenda, ni que me fuera a comprar toda la tienda. En eso, algo me hizo ponerme en guardia... Era alguien que no se movía igual que los demás, sus movimientos eran muy precisos, casi felinos... Pude notar que era una chica, se metió por una calle lateral, y la seguí, me daba curiosidad... Ahora quisiera tener la habilidad que tienen los vampiros, de reconocer a las diferentes razas por el olor, para mí no es tan fácil... Por un momento, la perdí de vista, pero casi de inmediato, sentí que me saltaba encima, de improviso... Tengo que reconocer que es rápida, y su instinto es bastante certero...

- ¡Espera! -dije, sujetándola- ¿Me saltas encima, y ahora te vas a ir sin dar explicaciones? -Pude ver que mi reacción la había sorprendido, y también noté que a pesar de toda la situación, no dejaba de mirar hacia la entrada del callejón- Vienen detrás de ti, ¿verdad? ¿Tienes idea de cuántos son? -Eso le dirá que yo hago el mismo "trabajo" que ella, sin que se lo diga directamente... Su espada es toda la explicación que yo necesito - Siempre es agradable encontrame con una colega -le dije, extendiéndole mi mano- Benjamin Watson, mucho gusto. Y tú eres...?

Como lo dije, era rápida... Y efectiva, apenas me dejó al tercer tipo, ella se había encargado del segundo también... No fui espectacular como ella, sólo efectivo, hice una rápida finta de capoeira a los pies del vampiro, lo que hizo que se cayera, y mientras caía, corté su cabeza, limpiamente, de un solo tajo, con la facilidad que da la práctica...

- Eres letal... -le dije- Y muy ágil, por lo que veo... Bueno, supongo que ahora toca la hoguera... -añadí, indicando un bote de basura... Después de asegurarnos de que nadie nos veía, encendimos fuego dentro, y los cuerpos se hicieron cenizas allí...- ¿Ahora sí me dirás tu nombre, colega?

Lo bueno es que en una ciudad tan grande como ésta, es fácil pasar desapercibido, aunque hagas este tipo de cosas... Ya imaginaba que tenía que haber más cazadores en New York, sólo que no pensaba conocer a uno de ellos tan pronto... Tomé la mano que me extendía, y respondí a su sonrisa...

- El placer es mío... Y para ser sincero, no creo que tú necesites mucha ayuda para lo que haces... -Volví a sonreír- Pero sí que resultó interesante trabajar en equipo contigo... -Sonreímos, parece que nos hemos caído bien... Bueno, conocer a una colega en una ciudad que no es la mía no es algo que pase todos los días, así que pensé que no me iba a ir así nada más...- ¿Quieres ir por un café, o algo? Estaría bien para relajarnos, después de esto...

Parecía tan seria cuando acababa con los vampiros. Bueno, es muy profesional, eso se ve, pero ahora me mostraba su verdadera personalidad...

- No importa, yo también soy cafeinómano -Sonreí- Y bueno, debo reconocer que me acabas de espantar... ¡Es broma! -agregué rápidamente, al ver la cara de pocos amigos que me estaba poniendo...- En mi trabajo como policía prácticamente vivimos de café, así que no es extraño ver gente acelerada a mi alrededor -Le guiñé un ojo- Y me has caído bien, así que estoy seguro de que sí quiero tomar un café contigo. ¿O acaso prefieres una copa?

- Definitivamente, estás loca -dije, riendo. Me agrada esta chica, se ve que nadie se aburriría si ella está cerca... Yo había pensado que una cosa o la otra estarían bien, pero ya que menciona las dos cosas, me parece una buena idea. Y si tenemos tiempo, tal vez otro lugar... ¿Una discoteca? Parece que hubieran pasado siglos desde la última vez que fui a una... Pero puede ser, la noche es muy joven aún... Y esta chica, debe bailar muy bien. Quiero decir, esa manera de moverse, tan precisa y calculada... Puede aplicarse a otros "campos", ¿por qué no?

- Yo no traigo nada -le dije, sonriendo- Es que mi hotel está cerca de aquí, y no pensaba ir muy lejos hoy, de todos modos. Pero si no te importa llevarme de "paquete"... Porque no creo que quieras que yo conduzca, ¿verdad? -Sonreí. Es que Syd parece del tipo independiente, que prefiere llevar ella misma su moto o su auto... Y se ve que debe conocer muy bien esta ciudad, al contrario que yo. A lo mejor cuando ya no viva en el hotel, tendré que aprenderme un poco mejor el mapa de la ciudad...

Definitivamente, esta chica tiene una energía inagotable, algo muy útil en nuestro "trabajo"... Y en otras cosas también... Cuando me ofreció opciones, no lo dudé un segundo...

- Si no te molesta que maneje yo, me gustaría hacerlo... -dije, sonriendo de manera coqueta, no supe por qué, no había tenido esas intenciones cuando la invité... Ella me sonrió, y me lanzó las llaves de su moto, que atrapé en el aire. Subimos a la moto, ella detrás de mí, y arranqué el motor en cuanto sentí sus delicados brazos aferrados a mi pecho- Tendrás que decirme dónde vamos -le dije, mientras nos alejábamos rápidamente de allí...

- Entonces, seremos dos los sorprendidos, porque no tengo idea de adónde voy... -le dije, y sólo conduje la moto, pensaba detenerme en el primer bar o discoteca que encontrara, y ahí dejaríamos que las cosas sucedieran... Ella deseaba lo mismo, lo supe en cuanto sentí cómo se aferraba a mi pecho, la manera en que se apoyaba en mi espalda... No sé lo que vaya a suceder esta noche, pero como sea, y donde sea, vamos a portarnos mal, eso es lo único seguro...