El Juramento

por **Anneliesse Wenner** Jue Jul 02, 2009 3:19 am

Apenas me pude agarrar del pasamanos que había en el elevador antes de caer, aun debil, gracias a Daniel. - Estúpido - murmuré para mi misma mientras subía el elevador. No era posible, ya había consumido la vida de dos humanos y ni aun así podía aliviarme de tanta perdida de sangre que me provocó ese patán. Pero debe estar seguro que me vengaré, cueste lo que cueste. Subí la mirada, un piso mas. Si a la tonta de mi hermana no se le hubiera ocurrido venir aquí nada de esto hubiera sucedido. Que tonta idea esa de ser normal. Todo debía seguir su ciclo, y nosotras no deberíamos querer ser humanas, más bien deberíamos de admirar y elegir a nuestro ganado para después alimentarnos de él. Se abrió la puerta del elevador y aun me sostenía, pero ya en la puerta no pude más y me desplomé cansada y bastante debil.

por **Agnes Wenner** Vie Jul 03, 2009 1:39 pm

Estaba encantada en mi nuevo departamento, aun no acababa de adornarlo y hacerle bastantes modificaciones. Conseguí tantas cosas en los centros comerciales que pronto quedaría como el departamento de cualquier actriz de moda con lo último. No sé porqué, pero me entusiasmaba mucho. Escuché el timbre del elevador, suponía que había llegado Anneliesse, no me molesté en verla, estaba colocando un cuadro - Hola Annie ¿Cómo te fue? - pero no escuché una respuesta, sólo escuché como azotó algo al piso - ¿Anneliesse? - volteé y la vi tirada - Anneliesse! ¿Qué te pasó hermana? - fui por ella y la levant{e, tenía ensangrentada la ropa y el rostro - ¿Qué sucedió? ¿Estas bien? - pero sus labios tenían un extraño color rosa. Le faltaba sangre, corri al refrigerador y fui por bolsas de sangre que habia comprado para emergencias como esa. Ella la bebió desesperada, y cuando al fin se la terminó volví a preguntarle - ¿Qué sucedio, Anneliesse? - me intrigaba mucho, jamás la había visto así

por **Anneliesse Wenner** Dom Jul 26, 2009 4:14 am

- Mas - fue lo único que mi boca pudo decir antes de desvanecerme de nuevo. Odiaba la sangre fría, pero no había más recursos por ahora. Agnes fue corriendo por más sangre, aunque no habría mucha ya en casa. Me dio una bolsa más que apestaba, y con pesar la bebí completa. Aun no podía decirle nada a mi hermana, cerré los ojos y vino a mi cabeza la imagen de Daniel y su arrebato de celos (o más bien el mío), los volví a abrir y mi hermana seguía ahí, velando por mi. Hasta que de sus propios labios escuché una propuesta extraña. Me ofreció su sangre.

por **Agnes Wenner** Dom Ago 09, 2009 1:33 pm

Jamás había visto a mi hermana tan mal. El hecho de ver sus venas a tal grado era bastante preocupante, Es como si la hubieran atacado una pandilla de vampiros y le hubieran sacado toda la sangre. Comencé a revisar su cuerpo, no tenía ninguna perforación. era tan extraño. Además ella es tan fuerte que dudo que se haya sido una pelea fácil para la pandilla. Ella cerró los ojos y empezó a dormitar, la sangre que tenía de reserva no era suficiente, así que se me ocurrió algo que la podía satisfacer, por lo mientras. - Annie, hermana, oye, qué te parece si te doy de mi sangre - ella abrió los ojos espantada y negó con la cabeza - anda, no seas terca, es sólo hasta que recuperes el color - levantó la vista y la volvió a bajar. Sabía que iba a aceptar. Sonreí, mordí mi uña y corté las venas de mi muñeca hasta ver que salía mi sangre. Se la puse en la boca ofreciendola y ella empezó a beber.

por **Anneliesse Wenner** Vie Ago 28, 2009 3:24 pm

Odiaba que fuera tan terca. Pero era la única persona con la que podía contar. A veces odiaba que lo hiciera desinterisadamente, se oculta con la frase "eres mi hermana" Y por más razón que tuviera, no dejaba de sentirme mal por q me viera así. Puso su muñeca en mi boca y comencé a tomar de su sangre. El color volvía a mi y la energía que siempre me caracterizaba. Sentí un alivió como el que nadie podía imaginar. Beber sangre era una cosa pero estar sediento de sangre era una tortura. Agnes quitó su muñeca de forma brusca, no me di cuenta que tambièn iba a terminar con ella si continuaba - lo siento - dije, ella sonrió y se fue a lavar la herida que había hecho por mi. Increiblemnte esa sangre suya me había dado las fuerzas para recurperarme. Me senté y recordé la maldita cara de Daniel. Ese idiota, me había causado un enorme daño.

por **Agnes Wenner** Mar Nov 03, 2009 3:26 am

Casi me estaba dejando sin sangre, podía sentirlo. - suficiente - quité mi brazo e, inconcientemente, respiré. Me fui a lavar y miré mi rostro en el espejo. Anne casi me deja más pálida de lo que soy. Cerré la llave y me limpié con una toalla. Volteé a la sala donde mi hermana ya estaba sentada - ¿Mejor Annie? - asintió - bueno, ahora sí dime ¿qué fué lo que sucedió? - me senté a su lado para escucharla. Quería escuchar esa historia, no sólo por que fuera mi hermana, sino porque tenía mucha curiosidad de saber quién le habría podido hacerle algo así

por **Anneliesse Wenner** Mar Nov 03, 2009 4:15 am

Torcí la boca. Pensar en ese estúpido no me era nada grato. Pero después de la sangre de Agnes me sentía con la fuerza suficiente de quebrarle de nuevo la cabeza, tal y como lo había hecho esa chiquilla - Fue Daniel - mi hermana se hizo para atras y repitió sorprendida el nombre de ese canalla. Le conté lo que había pasado y recordó la nota que me había llegado. Frunció el ceño, estaba sorprendida como yo, pero también molesta. Al menos recibía apoyo de mi hermana y eso me reconfortaba

por **Agnes Wenner** Vie Nov 20, 2009 8:53 pm

- Daniel? El mismo Daniel que conocemos? - asintió - oh pero qué canalla! - me levanté furiosa - ¿porqué te hizo eso!? - Anne suspiró fuertemente y me contó que ella se había quedado de ver con él, pero que por un comentario de ella se puso loco - ¿qué tipo de comentario? - levantó los hombros y dijo que no tenía importancia - ¿cómo no la va a tener? ¡Casi te mata! - estaba tan molesta que levanté los brazos - ya me va a escuchar ese, yo misma le voy a arrancaré la cabeza de nuevo y cuando eso pase... - pero mi hermana me detuvo, no me dejó continuar, dijo que eso no lo haría yo - ¿entonces? - alzó la ceja, conocía esa mirada. Daniel Coverfield podía darse por muerto.

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