Niza: Otra oportunidad [Erik y Helena]

Deje que todo pasara, observe la llegada del novio los pocos invitados y de la novia del brazo de, supongo quien la entregaría había escuchado rumores sobre la extraña relación familiar que se había forjado entre Helena y Joseph, quien la llevaba del brazo así que supuse era real, no pude evitar observar a Erik, aun me sorprendía que estuviera dando ese paso, sabía que de una u otra forma debía hacerlo entrar en razón.

Deje que la ceremonia diera inicio y solo observaba atenta cada movimiento esperando el instante, sabía que si lo iba a hacer seria como debía hacerse ante todo conservaría la clase, porque después de todo eran una Cullen y me comportaría como tal hasta el final, por fin el pie de mi entrada respire profundo y camine hasta la mitad de la alfombra blanca que cubría la arena –yo conozco un fuerte motivo para que esta farsa no se lleve acabo –sabía que me estaba jugando una carta peligrosa que si no sabia manejar se volvería en mi contra.

Camine hasta el altar desde donde Erik y Helena me observaban, mientras todas las miradas me seguían llegue hasta el altar y con una voz firme continúe –esta mujer no puede casarse con este hombre por la siempre razón de que si piensa hacerlo bajo el nombre de Helena Herren Sedler estaría cometiendo un crimen pues ese nombre es de una mujer casada y por lo tanto si se casa bajo ese nombre estaría cometiendo un delito que se castiga en muchas partes del mundo –-observe el rostro del ministro y supe que mis argumentos rendían frutos así que continué –aunque ahora bien si la señora pretende casarse bajo el nombre de Helena Herren, es aun más imposible pues esa persona ya no existe por lo tanto eso seria usurpación de personalidad lo cual es aun peor –observe a mi hijo y sabiendo que él podía leer mi mente le susurre perdóname pero sabes que esto lo hago por tu bien, si yo supiera que esto esta bien no interrumpiría y más aun seria yo misma la primera en bendecir esta unión, observe a mi hijo con mi mayor gesto de ternura, con esa mirada que reservaba solo para la persona que más amaba y después me gire hacía Helena y la observe como si fuera la peor de mis enemigas, lo cual en ese momento en verdad lo era.

Me dolía el dolor de mi hijo quería abrazarlo, resguardarlo en mi pecho y dejar que las cosas pasaran pero sabía que aun no era el momento debía comportarme como lo que estaba siendo en ese momento la fuerza de mi hijo, ya llegaría el momento de consolarlo y limpiar las lagrimas del hombre como no las había hecho con las del niño –y así es como la mujer que te enfrento con la madre que tú mismo elegiste huye ante un argumento que ni ella misma puede rebatir, eres mi hijo y como te lo dije en un momento solo quiero tu felicidad –hundí mis dedos en su cabello y bese su frente, ya no había nada que decir esa mujer se había hecho la culpable con sus acciones si ella no se había defendido y antes bien se tiraba al piso para que la patearan no caería en su juego, ya había hecho el daño que podía hacer al separarme de mi hijo y hacerlo duda de que en realidad yo solo quería su felicidad –sabes que no existe nadie en este mundo que te quiera más que como yo lo hago, lamento que mis palabras te hayan producido este daño pero es por un mejor bien para ti –extendí mis manos hacía él y espere que se me acercara para abrazarlo con todas mis fuerzas –ya no sirven las explicaciones ni las disculpas, quiero que sigas adelante y dejemos que tu vida siga mi pequeño niño –lo recibí en brazos y bese su frente como solo una madre podría hacerlo.

No sabía con exactitud que podía hacer, corres tras ella y arrancarle la cabeza hacerla besar el suelo y destrozarla por el daño que le había hecho a mi pequeño hijo o correr y abrazar a mi pequeño contra mi pecho y asegurarle que las cosas se pondrían mejor de lo que ahora estaban, pero al final me quede donde estaba viendo como Emmett salía detrás de él, había cosas y situaciones que una madre por más que quisiera no podía hacer, siempre eran necesarios los consejos de un padre así que me quede justo en el lugar donde estaba.

-Zoey ayúdame a despedir a los invitados y después llevemos a Erik a algún lugar lejos de aquí- suspire y observe a todos los presentes que en realidad y afortunadamente eran pocos, de hecho solo faltaban que Clarisse y Joseph se acercaran. Joseph es ese momento recordé la relación familiar que los unía me acerque a ellos y susurre -espero que no creas que le tendré alguna clase de contemplación a esa mujer que se dice tu hermana, si llegas a verla dile que conocerá lo que es enfurecer a Rosalie Hale- bese la mejilla de ambos y salí detrás de mi hijo y mi osito.