Composturas

Me cansé de ver la puerta todo el tiempo. Había algo en ella que me desesperaba, junto al sonido de las manecillas del reloj. Todo estaba tan extrañamente en paz que... lo odiaba.
Comecé a golpear mi cabeza contra la pared, una y otra y otra vez... hasta que de verdad me dolio, y seguí haciendolo. Estabamos en vacaciones, así que no había ni siquiera el mínimo interes de hacer otras cosas... lo fuera, pero otras cosas. Así que agarré mi chamarra y salí de la casa
- Nos vemos, papá, mamá... - dije a las estatuas que se habían convertido ellos dos, se despidieron de mi y salí al jardín. Aire, extraño aire el de Paris... extrañaba Avignon y su aire con olor a sal.
No había ni salido bien de mi casa cuando noté que alguien se detenía en su coche y que este sacaba humo... Me acerqué
- ¿Está bien?

Estaba frustrada, la casa n estaba terminada y mi prima ya venía en el avión asía acá, que drama, para colmo no encontraba la maldita billetera, todo se me había complicado por estar de viaje conociendo el mundo, yo sabía que tenía que regresarme tiempo antes a casa, para poder tener todo listo y recibirla, salí con el auto a toda velocidad, subí el volumen del estereo y me puse a cantar como loca para quitar el estrés, diablos! Pensé el maldito semáforo se habría puesto en rojo, voltee a ver al chico que parecía interesado en mi expresión y no pude evitar sonreírle, era muy apuesto, pero encantador por el simple hecho de tomarse la molestia de preguntarme que pasaba al hablarme… Estoy bien! Golpeé el volante del coche, Solo un mal día, gracias por preguntar, quieres dar un paseo?

Al parecer, quien sacaba humo era ella misma. Me sacó muy rápido de onda la forma en que me invitó a subir a su coche y dar un paseo. De haber sido unos meses antes, hubiera dicho "Non, Merci" y regresar a casa con mi hermana para decirle que una chica muy guapa me acababa de invitar a subir a su coche sólo por ver si estaba bien...
Pero ya no había nadie que me esperara en realidad.
- Oiu... - ell abrió la puerta y yo entré... creo que había entrado al auto de alguien desconocido. Eso era algo loco ¿no?
No me dió tiempo de pensarlo mucho, pues ella arrancó

Sonreí complacida y arranque el carro ya que el semáforo estaba en verde… Un chico atrevido subiendo al carro de una desconocida eh! Le guiñe un ojo, animándolo asentirse cómodo. Dime a donde te diriges puedo llevarte a donde gustes. Por cierto mi nombre es Anne, Anne Whitlock un placer, tu te llamas? El chico parecía algo callado, tal vez por ser la primera vez en toparnos en la calle juraba que conocía a todas las personas de esta ciudad pero por lo visto estaba equivocada

Una vez adentro me quedé en silencio. No podía creer bien lo que acababa de hacer. Desde el funeral, no había hecho nada estúpidamente impulsivo. Bueno, tampoco podía ser algo tan malo. Ella era muy guapa y simpática. Se presentó y me sonrió.
- Mi nombre es Keane Osman - le extendí la mano... primer escalofrio, algo extraño que jamás me había sucedido - mucho gusto, y no, de hecho... no voy a ninguna parte - ella me miró desconcertada - lo siento es que... sólo me subí
Ambos quedamos en silencio un largo rato hasta que el semaforo la volvió a detener.
- que raro que una chica suba a un muchacho a su coche... podría ser un loco ¿sabes?

Sonreí ante su comentario, tenía razón, que mujer con sus facultades mentales al cien subiría a un chico a su coche, pero yo no era una mujer normal, y sabía que lo que intentaran yo podría defenderme. No creo que un chico como tu sea malo, o loco, o si? Trate de hacer cara de miedo pero no pude evitar reír. No te ofendas, pero eres muy guapo y tienes la carita de niño bueno así que no creo que seas malo, acaso yo tengo el rostro de alguna peligrosa mujer? Hice cara de mala, un leve puchero, Espere su respuesta en silencio. Que te gustaría hacer entonces?, yo aún no tengo prisa, tu decide. Ojala quiera quedarse otro rato conmigo, parece agradable.

Genial, ahora me decían que era un niño bueno que... no sé, tal vez no mataría ni una mosca... si ella lo supiera, si todos lo supieran, sólo Bridget lo supo. Ella sabía que no era alguien normal. Yo soy capaz de destruir con el hecho de desearlo... sólo que... no quería, ni quería estar solo.

Suspiré y no pude evitar reirme con ella... ella tampoco parecía una loca, ni yo lo era (o por lo menos no en el exterior) así que levanté los hombros.

- Que sea donde el camino nos lleve... tampoco tengo prisa para nada

Ella sonrió mostrando su blanca sonrisa. ¡Vamos Keane, no pierdes absolutamente nada! pensé

No me había dado cuenta que una fila de carros estaba detrás de nosotros con el semáforo en verde indicando que podíamos avanzar hasta que escuche los gritos y el claxon de cada uno de ellos de manera insistente, le sonreí de manera apenada por lo que le estaba haciendo pasar y encendí el coche para ponerme en marcha a cualquier camino que quisiera, o al más indicado para platicar, recordé que cerca de ahí había un pequeño parque donde podía estacionar el auto y platicar bajo la sombra de un árbol, algo en el me decía que era especial, aparte su olor era muy singular. Llegamos a nuestro destino, más bien donde yo tenía en mente llegar y estacione el auto. Me acomode un poco en el asiento para mirarlo a los ojos. Y bien lindo Keane! Cuéntame un poco de ti, tu familia? Amigos? Edad? Vamos a conocerte un poco. Me quede callada y sonriendo esperando su respuesta…

Demonios, sus preguntas no eran las que esperaba. Giré la mirada tratando de pensar bien qué contestar.
- Tengo - dieciocho - veinte años - soy de Estados Unidos, pero estoy nacionalizado como frances, mi familia es francesa, y... - ¿qué más decía? no podía decirle que estaba muerto por dentro, no, debía ser fuerte - ¿y tu?
Sí, eso era lo mío, la evasión...

Sentí un poco de tensión en el cuando le hice las preguntas, creo que no había sido la mejor manera de empezar a conocer a alguien por lo visto, me recargue en el asiento y mire asía el techo. Pues tengo 19 - eternamente- hace poco de mude a esta ciudad, soy de suiza pero eh viajado mucho, y tengo una prima que llega en algunas horas, se podría decir que soy una caso diferente. Voltee a verlo y le sonreí mostrando mis dientes. Que te gusta hacer? . Si que estaba muy curiosa

- ¿por qué un caso diferente? - pregunté curioso antes de poder contestarle qué me gustaba hacer - Suiza, eres como los relojes... - sonreí - a tiempo...

A tiempo para distraerme de lo que me atañía en mi cabeza" pensé

- ¿Tu prima viene de ahí, por qué vivir en Francia?

Desvié un poco la mirada, como decirle por que habíamos decidido ese lugar... Creo que es un lugar tranquilo, hermoso, para poder vivir sin problemas y en paz, es algo complicado, pero es para alejarnos de lo malo, aveces es bueno escapar de lo que daña, de los recuerdos, es malo aferrarse y más si esos recuerdos aveces hacen daño, uno debe recordar lo bueno, no lo malo que pasó y en mi caso, solo puedo recordar de eso, lo malo, además quiero que ella esta bien, es mi familia... Aprete los puños, el recuerdo me fastidiaba, respire varias veces profundamente para tranquilizarme... Disculpame no queria fastidiarte con mis cosas, dime vas a la escuela, algún deporte, que te gusta de la vida?

En ese momento me di cuenta que si yo tenía problemas… había un mundo que jamás paraba de girar y que no todo se detenía por mi pena. No sabía a qué se refería en especial, pero conocía muy bien ese sentimiento, el dolor, un extraño presentimiento. Era exactamente lo que me pasaba a mí en voz de otra persona.
- No, no me fastidias con tus cosas… de hecho, yo… yo ya no quiero estar aquí – dije apretándome el pecho – existen cosas con las que uno ya no puede luchar y sólo desea irse, desaparecer, ir a donde el dolor sea menor… es inevitable recordar lo malo y más cuando…
Volví a sentir ese dolor agudo. No podía… mis ojos se comenzaron a cristalizar.

Me dí cuenta lo que el en verdad ocultaba, dolor, sufriento, algo reciente tal vez, pero esto le estaba calando en todo lo profundo de su ser, mire sus ojos como empezaban a llenarse de lagrimas, no sabia si era adecuado pero me acerqué y lo abrace acomodandolo un poco en mi pecho, sabia que el tenia problemas, sabia que no podia yo arreglar las cosas pero al menos queria que supiera que estaba para el. Tranquilo por favor, no soy la mejor diciendo o dando consejos pero estoy aqui, para ti, lo que quieras puedes decirlo, tratare de ayudarte, aveces no es bueno dejar las cosas atras, uno tiene que sanar por completo al estar en ese lugar, no debemos irnos sin hacerlo por que tarde o temprano llega a perjudicarnos, te lo digo por expericencia. . Acaricie su cabello de manera dulce, queria darle animos, termine apretando su cuerpo al mio.

La sensación con su pecho era completamente diferente a la que me podía imaginar, ella… ella no era… de hecho estaba fría. Me separé de ella de golpe.

- Perdón – dije disculpándome, sin saber exactamente de qué, si de la forma en que me separé o de haberme mostrado tan débil. – perdón, lo que pasa es que… - pero no sabía qué decirle, me limpié las lágrimas que se lograron escapar – lo siento, es que, no es que no agradezca tu apoyo pero… supongo que, como todos dicen, debo de ser más fuerte…

Pero aun no lograba terminar de limpiarme cuando ella me volvió a abrazar… cerré los ojos, no pude resistir más… necesitaba llorar… y llorar con alguien que no me dijera que no lo hiciera.

En vez de sentirme molesta por la manera en que se separó de mi, le sonreí suficientes problemas tenía el chico por lo que notaba como para que le hiciera un berrinche, ser más fuerte? Que trataba de decir, aún no le entendí, pero no me importo, lo abrace de nuevo de manera cariñosa, el se notaba solitario, pero esta vez no lo dejaría así, solo y con todo ese mar de pensamientos y sentimientos tristes, acaricie su cabello de manera cariñosa y deje que llorará, se quedo así conmigo un largo rato, pude sentir como correspondía mi abrazo y sonreí.
–“Tranquilo, si de algo sirve, prometo no dejarte nunca, en todo la eternidad siempre contaras conmigo”- Tal vez el no entendería a el tiempo que me refería al apoyarlo y estar para el pero yo si, por extraña razón su dolor me dolía, apreté su cuerpo abrazándolo y demostrando lo sinceras que eran mis palabras con ese abrazo…

Ella me abrazó más fuerte y me dio esas palabras de consuelo. ¿Qué podía hacer yo? Nadie me había comprendido en todo ese tiempo cuando estuve solo. Lloré abrazado a ella. Sólo hasta ese momento me di cuenta de cuanta falta me había hecho hacer eso, llorar.
Anne no tenía la menor idea de porqué lo hacía, y eso me hacía sentir extraño. ¿cómo podía jurar protegerme si no sabía lo que sucedía? Aunque por más extraño que fuera, la sentía sincera, era confiar en un loco que se había subido a un coche y que... ahora lloraba en su pecho.
Sentí sus manos acariciarme el cabello, como si de pronto mis años hubieran desaparecido y me encontrara de nuevo de 12 años, solo tras la muerte de mis tios, sin comprender porqué todos cerca de mi se morían. Era como encontrarme de nuevo con Bridget... sentía que su abrazo era el de una hermana.

El dolor que el tenìa acumulado por lo visto era muy grande, sus lagrimas no dejaban de brotar, y me preguntaba por que se sentìa de esa manera, que era lo que estaba pasando dentro de su cabeza, dentro de su corazòn para que sufriera de esa manera, tal vez no habìa sentido consuelo con las personas de su entorno, tal vez este encuentro no habìa sido un encontro cualquier, tal vez era el destino que queria que estuviera para el, que no lo dejara, que sintiera que tenia a alguien con quien estar todo el tiempo, pero aunque sonarà extraño su dolor me dolia, me acerque a su oreja y le susurre que todo estaria bien, lo decia enserio , ahora sentia la necesidad de protegerlo y saber que llegaria estar bien...
Era extraño pero ahora no me importaba mostrarle lo que en verdad era, sonreì un poco al imaginar la escena en mi mente, pero no importaba lo cargue y lo puse en mis piernas para poder tener junto a mi, parecia como un hermanito pequeño que necesitaba de su hermanita mayor, tome su rostro con mi mano y puse nuestros ojos a la misma altura...
Que pasa? Que es lo que te duele? Muchas veces sirve sacar todo lo que tienes dentro, eres un chico muy joven, que se nota tiene muchas cualidades como para que estes de esa manera, parece ser algo serio, cuentas conmigo... Volvi a abrazarlo con fuerza, el debia saber que yo estaba para el...

No supe como es que me cargó y me puso aun mas cerca de ella. Nuestro contacto era algo extraño, sentía que me quería proteger, pero no podía protegerme, no de lo que pensaba y lo que sentía. Había aguantado tanto como para que ahora...

Cerré los ojos, no estaba listo para hablar de ella... pero si no era ese momento, ¿entonces cuando?

- Se llamaba Bridget... - murmuré más a mi mismo que a ella - y... era mi hermana... - Anne se quedó atenta escuchandome ¿cómo habíamos llegado a eso? ¿como es que estaba en sus brazos llorando? - acaba de fallecer y... - sentí ese nudo en la garganta de nuevo, no podía, quería decirlo, gritarlo, pero no me salían las palabras... - y...

Apreté aun más los ojos, ¿cómo era posible que ella me siguiera aguantando cuando yo ya no me aguantaba a mi mismo? Me separé, ella no se quejó. Di un fuerte suspiro limpiandome el rostro con la manga de mi sueter... respiré tratando de tranquilizarme y terminar la frase...

Anne puso la mano sobre la mía... su extraña fria sensación, se volvió cálida...

- Y la extraño... - pude decir antes de perderme de nuevo en la imagen de Bridget sonriendo.

Tome una de sus manos con la mia apretandolo, dandole un poco de cariño, en realidad no sabia que era perder a alguien, desde un principio habìa perdido todo al volverme un vampiro, al menos tenìa a mi prima aunque permaneciamos mucho tiempo separadas por el... Cerre los ojos tratando de olvidar eso, estaba màs enfocada y preocupada por Keane, el necesitaba ayuda, de mi? tal vez, pero mi misiòn del dìa seria sacarle una sonrisa, una de verdad, cinsera, que le saliera desde adentro...

Es normal que extrañes a una persona que llega a ser lo màs importante para ti... Pero apuesto a que ella no te queria ver asì, aveces no podemos evitar que se vayan esas personas, pero es parte de la vida de los humanos...Suspire un poco... Se que no soy la mejor consolando Keane, y tal vez tus perdidas te hagan creer que no tienes a alguien que pueda ser permanente, pero hay algunos que si podemos.

Mire sus ojos como su mirada me mostraba ese gran vacio que tenia con esa gran perdida. Quisiera hacer algo por ti Keane, yo se, soy una desconocida, pero no creo que este dìa se dìo solo por que si, apuesto a que podemos sacar cosas maravillosas con nuestro encuentro, despuès de algo siempre vienen muchas cosas buenas, y creo que aunque suene cursi, ella te esta cuidando como un hermoso angel. Sonreì un poco, tal vez ella nos habìa hecho que nos encontraramos...

Un ángel, tan bueno fuera ello. Sonreí con Anne, en realidad por fin había desahogado parte de lo que mi corazón sentía, de lo que estaba guardando mi alma... y no sé porqué sabía que podía confiar en ella.

- Gracias - fue todo lo que pude decir antes de abrazarla tan fuerte que sentí yo mismo que la iba a romper, pero ella soportó el apretón - con escucharme has hecho más que muchos, enserio... Creo que yo tampoco me había preocupado de mi mismo hasta... ahora - le di un beso en la mejilla - estoy seguro que ella me trajo a ti

Volví a abrazarla, sin despegarme de ella. Quería de alguna forma devolverle un poco de su animo que me dio.
- Gracias por tus palabras - me separé y me limpié el rostro, ella me ofreció un pañuelo y me quité todas las lágrimas que tenía en el rostro - en realidad, creo que ese ángel se superó a si misma - me miró extrañada - cuando decidió mandarme a alguien no pudo elegir a alguien mejor, además de hermosa fisicamente, aun más en el interior - le di un beso en la mejilla - y dime - terminé de limpiarme - supongo que tenías otros planes además de escuchar a este chico llorón...

Me dio gusto ver que su rostro mejoraba al igual que el mio. Su animo era contagioso y en realidad, estar a su lado me hacía sentir bien. Arrancó el auto y comenzamos a subir colina arriba tenía planes en mente, rapel y tirolesa, no sabía que era tirolesa, pero rapel seguro que si.

Me emocionaba la idea. Sin embargo, no entendí completamente cuando me dijo que sabía que yo no era completamente humano. ¿cómo podía saberlo ella?

- ah - giré la vista arriba - bueno, puedo contestarte algunas cosas, eso es seguro, además estoy tan... - ella me miró - agradecido por escucharme que, seguramente haré lo que sea por ti.

Salimos del auto y vimos las montañas altas, si, eso era lo que amaba de Francia, que siempre tenía algo para sorprenderme... Anne me sonrio abiertamente mostrandome sus dientes perfectos. Hasta en eso me sorprendía Francia.