Trabajando

Me tomé mi tiempo para llegar a la oficina que me habían asignado, dentro del enorme edificio de arquitectura clásica. Voy adelantado, así que no habrá problema con eso. Lo primero que quiero hacer es comprobar si es cierto lo que dicen, que lo único que hace la policía de New York es llenarse el estómago con café y donuts. Al entrar en el despacho, me acerqué al primer escritorio que vi, donde una chica revisaba unos papeles.

- Hola -le sonreí, al reconocerla- Ryan, ¿verdad? Pues creo que nos han asignado en el mismo departamento...

- Definitivamente, me quedo con la comida rápida -le dije- No es que no me gusten los lugares exclusivos, se puede ir allí, en ocasiones especiales, pero no todos los días. No me hace gracia tener que pagar como si hubiera roto algo... -Sonreí... El presupuesto me daba para algo exclusivo, y más. Por algo me habían mandado al Hotel Plaza, y no a cualquier lugar, pero aquí había que guardar las apariencias... Se vería raro que un policía novato comiera en restaurantes de lujo cada vez que se le antojaba.

Ryan acomodó sus cosas, dejándome espacio para las mías. Suspiré, y me senté en el escritorio. Odio el papeleo, el encierro y la falta de actividad física me ponen nervioso... Pero supongo que habrá que hacerlo, hasta que me asignen algo más emocionante. Suspiré de nuevo, es que sé que eso podría tardar días. Ryan me sonrió, se ve que sabe lo que estoy pensando, por algo tenemos el mismo trabajo...

- Entonces estamos de acuerdo, será comida rápida... -Cuando habló de crímenes sin resolver, no pude evitar preguntarme si alguno de ellos sería... Pues de los que yo conocía. No lo puedo evitar, mi mente ya trabaja así, es como una reacción automática. Pero sé que no todos los casos serán así, aunque en una ciudad con tantas personas, todo es posible. Ryan mencionó su especialidad, a lo que respondí- Soy detective... Bueno, acababa de empezar en Kenya, aquí soy un novato... Son dos realidades completamente diferentes, y se supone que debo adquirir algo de experiencia en las calles antes de que me asignen algo importante. Mientras tanto, papeleo, vigilias y casos sin importancia... Qué deprimente... -Ella sonrió- Oye, no vayas a pensar que me ando quejando por todo, ¿eh? Sólo es una manera de desahogarme sin tener que golpear a alguien... Lo siento, mi sentido del humor puede ser... Extraño... -me apresuré a agregar, no fuera a malinterpretar mis palabras...

- No entiendo por qué... -dije, sinceramente. Eres una chica guapa, inteligente y agradable. Y aunque no fuera así, New York está llena de "bichos raros" -Si lo sabré yo... Ya me ha tocado cruzarme con un par de ellos- No sé si es peor ser el "bicho raro" o "el nuevo", a veces soy las dos cosas... -dije, sonriendo. En realidad no culpo a los demás, es que algunos casos resultaban ser "extraños", y la "explicación" muchas veces me dejaba mal parado. Y reconozco que yo actuaría igual que ellos, si fuera un policía como cualquiera, y no lo que soy en realidad...

Me pareció que se sonrojaba por mi comentario, eso me pareció extraño, quiero decir, una chica como ella debía saber lo hermosa que era, y de seguro era normal para ella recibir cumplidos por su apariencia. Me sonrió comentando que necesitábamos acción, a la vez que me pasaba los papeles para la aburrida tarea que nos tocaba hacer...

- Ya empezó la tortura, ¿eh? Y con crueldad y alevosía -Sonreí para ella, y luego hice una mueca al ver los papeles. Un trabajo rutinario, mecánico e insoportablemente aburrido, por eso nadie quería hacerlo- Al menos, tomaremos algo de aire de a la hora de almorzar -le dije, sonriéndole de nuevo, ya resignado a pasarme el día entero encerrado allí... Al menos, tenía una compañía agradable...

- No hay problema, un poco de conversación hará menos aburrida la tarea -le dije, sonriéndole. En verdad me agrada esta chica... Aunque no me animó para nada su comentario, saber que había tanto por hacer... Y la montaña de papeles parecía no acabar nunca... Sólo deseaba que diera el mediodía, para poder "huir" de allí, al menos por un momento... Y pensar que toda esa gente que ve series de detectives piensa que el trabajo de policía es muy emocionante... Me gustaría que nos vieran haciendo esto, así se darían cuenta de lo "emocionante" que es esto en realidad... Nunca me había alegrado tanto de que el reloj por fin diera las doce...- Bueno, ¿quieres salir a comer algo por ahí, compañera? -le pregunté a Ryan...

Salimos del lugar, y continuamos hablando mientras caminábamos. Realmente me agrada su compañía, me alegro de que me tocara ser su compañero.

- ¿En realidad te parezco interesante? No creí que alguien me considerara así -dije, sonriendo.. Aunque sé que muchos encontrarían bastante "interesante" la parte de mi vida de la que no suelo hablar- Tú también me pareces muy interesante.. -La miré- Es que aunque parezcas muy joven, veo mucha madurez en ti... Y soy sincero cuando te digo que me pareces muy hermosa...

Sonrió con timidez... En verdad no está acostumbrada a los cumplidos, lo que no deja de sorprenderme...

- De alguien como yo? Y cómo es alguien como yo? -Tal vez no debí preguntarle eso. Pero por alguna razón que nunca entenderé, a veces parece que me gustara jugar con fuego... Lo siguiente que dijo, me tomó desprevenido, no esperaba que resultara tan obvio para ella que no soy lo que aparento ser... Un policía novato como cualquier otro... Le devolví la mirada- Sabes, mientras menos sepas, será mejor... No quiero asustarte, es sólo que hay cosas con las que es mejor no meterse... -Como mi "otro trabajo". Demasiado peligroso para una chica, por más policía que sea...

Ahora, ella sabe que guardo un secreto, y que puede resultar peligroso conocerlo... Es más de lo que saben la mayoría de las personas que me conocen un poco, pero aún así, está lejos de saber cuál es mi verdadera "profesión", así que supongo que no hay problema... Además, ella misma sugirió cambiar de tema, me alegro de que sea discreta, aunque no pueda evitar la curiosidad...

_ Yo como cualquier cosa que me pongan delante -dije, sonriendo. La gente cercana a mí solía bromear al respecto- Creo que una hamburguesa tamaño grande estaría bien, tú qué dices?

Me hizo gracia su reacción, me tomó del brazo, y prácticamente tiró de mí, parecía una niña pequeña que iba a una dulcería...

- Sí, ya noté que te gusta -Reí- No te preocupes, prefiero estar con alguien con un comportamiento natural, espontáneo, y no con alguien que actúa de un modo que parece que le hubieran metido un palo en el trasero... Perdón si se oyó rudo... Y a mí no me extraña que estés en un puesto como el que tienes, ya te había dicho que me pareces una chica muy inteligente -A todo esto, ya habíamos llegado al lugar de las hamburguesas... Sólo espero que esta chica no se espante al verme comer, es decir, muchas veces me han dicho que como demasiado...