Encuentros...

Esta mañana recien habia llegado a Manhattan, despues de un aburrido vuelo desde centroamerica lo primero que hice fue botar mi escaso equipaje en un hotel y salir a estirar las piernas, encontre un agradable parque cerca de donde me hospedaba asi que comence a caminar entre los jardines, cuando pase junto a un bote de basura y vi un pequeño perro color miel tratando de roer un pedazo de comida.
-hey! que haces aqui? te ves limpio.. seguro estas perdido -murmure mientras acariciaba su pelaje

-Buenas Tardes -sonó una voz angelical que correspondia a un rostro igual de hermoso, que se ponia a mi altura para atar una correa al cuello del can

-am..hola..-solo atine a decir eso, que torpe! pero como podria decir más si sucumbi ante semejante belleza.
-pensé que estaba perdido..y..amm perdon, soy William- segui tartamudeando y al final resolvi con una sonrisa

-disculpe..es un verdadero placer señorita yo soy Will Bellamy -dije dandole la mano también sin poder dejar de ver sus hermosos ojos
-me permitiria invitarla a tomar un cafe? soy nuevo por aqui y no conozco a nadie..
-un café? dijo ella..
-tiene razón hace mucho calor para eso.. -baje la mirada y volvi a insistir antes de que pudiera contestar
-..y un helado?

-o.o.ok- tartamudee al sentir la suavidad de su palma sobre la mia, y cuando menos acordé ya estaba atravesando el parque a su lado.

Al cabo de unos minutos ya estabamos en su edifcio y me invito a pasar a su departamento, era un lugar amplio, realmente bello y elegante, casi tanto como ella.

-ponte comodo- dijo mientras soltaba su cabello dejandolo caer sobre su espalda

quede casi congelado cuando salio de la habitación con un vestido celeste

-Y bien? ahora a donde me vas a invitar?-pregunto mientras le ofrecia mi brazo como un caballero
-estaba pensando..quiza te gustaria ir a comer algo?, no he comido nada desde anoche y para ser sincero me muero de hambre solo que como no conozco mucho por aqui entonces..tu escojes y yo invito de acuerdo?

era extraño pero un sentimiento de confianza me enlazaba a aquella chica, era como si la conociera de toda la vida a pesar de que no tenia más de 1 hora de haberla conocido..

-creo que yo pedire spagetti y un filete termino medio con patatas fritas y doble postre -pedi al camarero que aguardaba para tomar nuestra orden
- amo los postres, siempre son tan dulces.. -susurre a Sari quien aun no se decidia que comer
-por favor pide lo que gustes que yo invito me gustaria que más tarde salieramos a bailar o algo asi, lo que sea que se haga por estos lugares en la noche para no aburrirse, asi que mejor consumir energia ahora..claro, si es que estas disponible hoy.

Y como negarme cuando lo sugeria de esa manera?
-claro..a donde tu digas yo invito y tu elijes ya sabes

el camarero se fué y ella y yo empezamos a conversar acerca de nosotros
-bueno, pues soy de un lugar de Washington llamado La Push, no es muy conocido la verdad y no vale la pena que te aburra con detalles del pobre pueblo, la verdad es que la monotonia de ello fue una de mis razones para irme de ahi. Nunca me ha gustado la idea de que controlen mi vida menos mis ideales, asi que por eso heme aqui, buscando una vida nueva.

bueno, mi turno de preguntar algo..
-Crees en la reencarnacion?

-bueno, sé que te sonara algo extraño pero es que siento como si te conociera de algun otro lado, siento una conexion extraña contigo, algo que no habia experimentado jamas por eso preguntaba lo de la reencarnacion, creo que debimos estar juntos en otra vida quiza..

que estupido le sonaria probablemente, pero era verdad, ella me hacia sentir una confianza extraña que hacia que le pudiera confiar cualquier cosa, incluso tonterias como esa que acababa de confesar.

-ahora cuentame algo mas de ti Sari, de donde vienes exactamente..con quien sales..cuantos hijos tienes..cuantos idiomas hablas..que lugares te gustan mas de todos los que has visitado?..

trate de bombardearla con preguntas de manera que pudiera ocultar ciertos interes por alguna especifica..