Sin otra opción

Respiré profundamente por última vez el suave aroma de la ciudad. Sabía que lo que vendría a continuación, no debían tardar más de segundo que terminarían con esto que me atormentaba tanto. Este dolor, confusión y soledad que no me dejaban avanzar hacia ninguna otra parte.

Ciertamente una vez tuve un dolor intenso en el pecho que sentí nunca podría ser peor, me había equivoca, el hueco de mi amado Edward era más grande que jamás, agregado al dolor que causé en mi amigo casi hermano Erik, yo no podía soportar seguir siendo la destrozadora de más vidas.

Pensé en Nessie y en cómo es que estaría, creo que se deprimiría pero al lado de Andrew saldría adelante, siempre me recordaría. Esperaba que lograra entender que la amaba mucho pero que esto no podía seguir, yo ya no valía nada, y solo traería problemas a todos. Dejé una carta n el buzón con algunos otros documentos que debían llegar a ella. El resto de mi familia, también esperaba me comprendieran.

Miré hacia el lado oscuro mientras salía del auto, allí estaba ella, la pequeña Jane la única persona que más ansiaba ver en estos momentos.

-Creo que es obvio lo que quiero Jane, no me ha gustado la eternidad, así que deseo como un favor especial que terminen con ella, y ahora mismo de preferencia. Si no ha sido suficiente lo del auto puedo hacer siempre más cosas, no quiero seguir viviendo…-pensé en él en su sonrisa… en todo, era la última escena con la que me quería ir de esta patética vida inmortal…-anda has tu trabajo y mándale saludos de mi parte a tu amo, me hubiera gustado saludarlo pero esto tiene que acabar ya…-rogué a la pequeña y hermosa niña que tenía enfrente sus ojos color rubí no se me quitaban de encima aprecia divertida.

Quité mi escudo a sabiendas de lo que ocurriría esperaba que llegara pronto sólo eso. Un terrible dolor recorrió cada pequeña parte de mi cuerpo, imágenes que me hacían doler más aun, de él, abandonándome yéndose, una bella zombi tirada sin vida, y el diciendo cosas, Jacob, Erik… era insoportable, ahora comprendía ahora lo sabia, solo rogaba que terminara pronto… de repente paró y me encontré tirada en el piso frío, con una intensa sensación de dolor en cada parte.

Miré a Jane suplicando que terminara con el dolor:-Termínalo ya Jane-le exigí.

El dolor que impregno en mi pecho fue más grande con sus palabras que con sus poderes. Mi príncipe de cuento me había abandonado, mi príncipe amado no estaba más a mi lado y no vendría a rescatarme como Jane pensaba, no ahora.

Y nombrar esas vez donde casi muero de la angustia, de solo pensar no verlo y pensar que estuviera bien, pero ahora no estaba más seguramente ya no me amaba y por eso se marcho, seguro también por eso no me importaba nada más que el estuviera feliz en cualquier sitio del planeta, pero que estuviera bien perfectamente bien.

-¡Vamos pequeña hazlo ya! ¡termina! ¡tortúrame más!-le grité entre mis momentos de retorcido dolor.

Si ella pudiera entender que jamás en la vida había necesitado nada como a Edward, ni el oxigeno, el alimento nada más era tan necesario como sus palabras, sus caricias, muerta mi vida, muerta en mi eternidad, sin mi luz alumbrando mi vida, sin su sonrisa, su ternura, su esencia.

Quería que volviera y borrara todo, que me demostrara ese amor que sabía que existía en su corazón tal vez simplemente olvidado en un rincón, pero quererlo no lo regresaría, no podía vivir así.

No era justo haberlo conocido, haber probado su amor y ahora sin más perderlo. Esta herida no sanaría, ni con familia, ni con mi amada Nessie, nada, nada podría devolver a mi sitio esa parte la única parte que necesitaba para vivir.

Si escucharas ahora diría que la mejor parte de mi vida, la vida misma empezó el día que te conocí, que te miré la mejor parte vino cuando me amaste y éramos una familia feliz, cuando me cuidas y me quieres. Mi salvador, mi ángel ya no estaba más...

-No entenderías Jane, no lo harías-porque sabía que ella jama samaria tanto como yo amaba a ese hombre.

La voz… su voz… era reconfortante oírla entre tanto dolor… debía decirle a Jane que siguiera si lograba reproducirla de esa manera, por un momento mi hueco se fue…. El dolor me partía pero el hueco y la preocupación que sentía por mí me hacían bien… que durara más mi tortura si escucharía su melodiosa voz… su precioso eco de furia en el pecho…

De repente deje de sentir la fría piedra del piso y unos brazos calidos, a mi alrededor, abrí los ojos, EDWARD!!! ¡Él aquí cielos! hermosa fantasía mía, mi Edward y yo en sus brazos!!! No lograba comprender nada, y el dolor no paraba, solo que entre sus brazos disminuía.

Sus palabras terminaban con todo… el dolor reflejado en nuestros rostros, no quería que el tuviera ese dolor, necesitaba aliviarlo porque dolía más y más.

Seguía soñando, si eso era mi dulce sueño aunque el dolor seguía no sabía cómo, tal vez había caído en la inconciencia, active inmediatamente mi escudo a nuestro alrededor, y continué mirando a Edward sin prestar demasiada atención a Jane, tenía que darme cuenta si esto era un sueño o la realidad pronto.

Resultaba idiota mi actitud, pero besé a Edward…

Estaba en shock no podía creer que estaba entre sus brazos, junto a sus labios de vuelta y que estaba molesto porque Jane me hiciera daño… mi cerebro se desconecto ni siquiera se por cuanto tiempo.

Podía apreciar que hablaban peor no me lo podía creer no deseaba dejar de verlo aunque fuera por solo unos minutos no quería que me soltara nunca, quería estar así siempre a su lado. Si esto no era un divino sueño no entendía que era el dolor interno y las torturas de Jane han parado instantáneamente.

Me aferré a los brazos de Edward y me deje perder en mi bello sueño.

Que estúpida era abrí los ojos de tajo, me estaba perdiendo de la felicidad de mirarlo y si despertaba pronto no lo vería, respiré su aroma profundamente llenando mi cuerpo con su deliciosa fragancia, su color dorado no era tan intenso aprecia que no se había estado alimentando bien, aun así me parecía perfecto, mi amado Edward, mi sueño.

-Lo abracé más me pegué lo más que me permitía mi cuerpo al de él, y su beso en la frente me borro cada uno de lo sentidos.

-De verdad no me despierten-dije abrazándolo después de que recibía ese cariño, me hacia sentir que una me quería, sueños que sueños son.