Dove saraí

Simplemente me di cuenta de su presencia por el aroma, sólo por eso aprecie que estaba y claro sentir una presencia de tras, peor la verdad no traía tan conectados en ese preciso instante mis sentidos como hacia cada vez que lo recordaba, eso me pasaba rara me pasaba raramente por estar en está ciudad de la que salí sola y regresar nuevamente sola era lo que provocaba el sentimiento.

-Disculpa, vengo entretenida sentí alguien detrás y cerca, como que tengo un poco de delirio de persecución-la miré parecía triste más triste que yo ahora mismo-¿estás bien? ¿necesitas algo?

Su tristeza de verdad era grande, debería de saber que es perceptiva por cada una de las partes que integraban su cuerpo.

<Vamos Sid sigue tu camino y déjala ir> me repetía mí misma eso era mejor no crear vínculos en este estúpido mundo con nadie, aunque ella no era una simple mortal era una licántropo, mi bendito olfato de siempre <vamos Sid di bueno ok no hay problema y vete >

-De verdad te ves mal te parece si pasamos allá-le señalé un café que había enfrente, él estaría orgulloso de mí parte humana ahora o estaría también-te prometo que charlamos un rato, esa cara que tienes hace ver que no estás nada bien y si te encuentras con otro enemigo dudo que sobrevivas ¿entonces?

La chica desconfiama mucho de mí era obvio no hay eprsonas pro la calle que te saluden y te propongan escucharte pra ayudarte si necesitas algo porque tu vida está en peligro. La miré unos segundos para tratar algo en su ser, pero me quedaria con lo que sabia la afectaba ahora aunque ella no lo reconociera.

-No quiero dejar el asunto sí, si lo prefiers no vamos a ningun lado, solo cuidate mucho ¿vale?-dije y seguí caminando con dirección hacia el café en donde yo pretendía pasar un rato interesante, por lo menos no tan aburrido.

Estaba confundida, sin embrago sabia qe en el fondo la chica necesitaba aunque sea un poco de compañía y creo que una parte la fuerte quería también compañía para no dejar a salir a esa parte pequeña vulnerable que existía entro y que ahora estaba melancólica. Aunque en realidad yo tampoco estaba lista para hablar de él… aun no lo superaba y de hecho no sabía si algún día lograría abrir mi corazón a alguien para contarle lo que ocurrió <piensa en otra cosa me obligué, fuera imágenes>

-Está bien te toca invitar, habláramos de cualquier cosa y lo malo es que vas a tener que pagar mucho, así como me ves como mucho-le compartí una sonrisa para infundirle confianza-por cierto mi nombre es Sidney Dawson y ¿tú eres?

Voy a ordenar una hamburguesa con patatas-dije sonriendo tenía años que no comía eso y como pretendía salir a cazar en la noche necesitaría energía-y por favor un frappé-le sonreí al mesero en verdad era guapo.

Teníamos que romper el hielo de una buena vez , Clarisse también ordeno en cuanto el chico se volteó para ir por las cosas tome la palabra.

-Viste lo guapo que era el mesero, ahora lo mejor está allí observa-le señalé.

Ella tenia una buena teoría este chico tenía lo suyo bien puesto ye so era bueno porque a veces había cada decepción peor aun decepciones tan perfectas en el mundo determinaban siendo gays, de esos que simplemente siempre solo te gustarían no más, solo contemplarías.

Vamos a hacer algo para subir los ánimos y egos de ambas te parece-dije guiñándole un ojo ella sonrió.-en cuanto vuelva vamos a intimidarlo con algunas frases te parece-dije riendo quedamente Clarisse me miró pensativa.

-Perdón yo sólo creí que seria divertido y una manera de romper tanto hielo y tensión, sino te gusta la idea podemos…

-Seguramente mi acento ingles me delato demonios yo creí que ya no se notaba tanto-dije soltando una carcajada-la verdad pues trato de negarme a ser una correcta inglesa como debería de ser, no me gusta aparentar, esperar tanto, cualquier día puede terminar la vida y si uno no se apura a hacer lo que quiere o disfrutarla puede arrepentirse el resto de sus días, por eso es importante decir lo que se siente justo el día que se siente, no esperar, jamás espera, eso sumado a que soy algo impulsiva da como resultado una inglesa renegada y que vive la vida al máximo-solté la carcajada, aunque claramente era mi lección aprendida de manera mas dolorosa en todo la vida-¿entonces vamos a ver que ocurre con el mesero?

Nos íbamos a llevar de maravilla si era tan divertida como parecía, tendríamos muchas cosas en común y podríamos echar relajo juntas.

-Encantada de tener una nueva compañera para divertirnos-dije mientras veíamos con el mesero se acercaba hasta nuestra mesa.

Llegó con las cartas para entregárnosla en manos, hizo que otro empleado colocara los juegos de cubiertos y servilletas. Yo lo miré atenta mientras pensaba la táctica perfecta, finte tirar un tenedor al piso, el mesero se agachó a recogerlo y yo también.

No podía dejar de sonreír antes las tácticas de Clarisse la verdad éramos buena combinación en esto de pseudo ligar chicos y coquetearles.

-Clar ahora tengo un lugar que visitare más seguido el servicio parece ser tan perfecto, son tan amables y guapos-dije sonriéndole al apenado mesero que ya no hallaba que decir ni donde meter la cara.

Tomé su mano un momento acariciándola, el pobre no podía más, miré la carta y dije: -Por favor tráigame una bebida con mucho hielo, el calor es ascendente sabe-le guiñé un ojo, Clarisse explotaría en carcajadas pronto.

Estaba tan divertida con Clarisse ante el espectáculo que estábamos desatando con el pobre chico.

-En realidad no sé-dije riendo-si se que se puede morir de un infarto dos bellezas como nosotras tirándole el can pobre, pero también si ahora lo ignoramos creo que se sentiría muy mal, dejemos que crean todos sus compañeros a los que por lo visto ya les contó-señale hacia la ventana por donde se asomaban supuestamente disimulados todos los meseros-crean que a verdad estamos locas por él ya sobre la marcha haber que se nos ocurre.

El tipo lucia absorto y feliz no se lo podía creer y sus compañeros no dejaban de mirarnos. Obviamente el mesero no estaba feo peor hasta creí que íbamos a caer tan fácil en sus redes.

Sonreí con complicidad a Clarisse pero cuando menciono la palabra postre recordé su perfección, mi amado niño de los postres el que con una sonrisa me invitaba a seguir adelante cada cosa par sentirnos bien, una sola palabra así me lo recordó…

-Creo que tienes razón Clarisse-dije a mi acompañante para que no notara el cambio de melancolía devuelta en mi-mejor ignorarlo un ratito.

Un simple y estupido restaurant volvio a mi mente todos esos recuerdos del pasado, en el que túe estabas a mi lado, porque me estaba pasando justamente esto ahora no lo sabía, el mesero me recordo esa fase cuando Matt cocinaba para mí, me mimaba y cosnentía y preparaba la comda que me gusatba así como se comía lo que yo hacia. No Sidney es una idiotez debes superarlo, no puedes seguir mal, ya sabemos que la P--- es injusta y que nada podemos hacer.

-¿Cúal es él plan Clarisse que vamos a hacer ahora?-dije pensando aún en el aun extrañando cada célula de su cuerpo, su aroma su piel... algo dentro nunca más volvería a florecer de eso estaba plenamente segura.