Llueve y huele a tierra mojada

Si bien ya me había acostumbrado a sus palabras de amor, cada que me lo repetía de esa manera en el oído, las alarmas en mi interior mandaban una clara señal de alerta y excitación. ¡Un click y yo ya me derretía como vela! Simplemente no podía resistirme a sus encantos... literalmente me tenía a sus piés y me dejaba querer.

-Yo también te amo Brian Kinney- le guiñé un ojo y le dí una pequeña nalgada juguetona- Y me encantará dar ese paseo por el parque... Ya sabes que contigo hasta el mismo infierno.

Todos los momentos, hasta el más mínimo, eran mágicos a su lado, era como vivir en un hermoso cuento de hadas << Reth creo que tu lado cursi esta en ON, escurrirás baba sino cierras la boca cuando lo ves, reacciona>> pensé y me dí unas pequeñas bofetadas para despertarme mientras bajábamos por el elevador. Brian me pasó su brazo por los hombros y así caminamos hasta llegar al parque. A pesar de que el cielo avecinaba lluvia, no nos importó ni a la gente que caminaba y jugaba por ahí.

-Yo también estoy felíz por haber vuelto- llegamos hasta el puente y allí me tomó de la mano sin importar que nos vieran los demás, yo se la apreté con mucha fuerza- Sabes, tengo la cabeza llena de recuerdos... y la mayoria son... No tengo palabras para describirlos.

Estaba mirando al frente cuando le escuché decir: "No digas más mi sexy humano" y sus labios apresaron con fuerza los míos, en una clara muestra de amor, mezclada con pasión. Yo me entregué por completo a él, nada al rededor importaba más que nosotros dos, el mundo se detenía sólo para ambos, y ni la lluvia como escarcha que mojaba nuestros rostros y nuestra ropa mojada, podía impedir que yo me sintiera el ser más felíz sobre la faz de la tierra.

-Oh, Sadreth-

Brian volvió a besarme y yo pasé mis brazos por debajo de su camisa para acariciarle la espalda. Me gustaba sentir su calor en mi piel.

Bajamos del puente una vez que terminamos de besarnos, y nos fuimos a sentar a una banca cercana al lago. Brian se recargó en mi hombro y yo le dí un pequeño beso en la nuca; lo que dijo en seguida me dejó helado, si bien ya lo había notado, no esperaba que lo dijese tan natural.

-Claro que has cambiado y eres el mismo a la vez, por eso te amo... Porque sigues siendo el mismo egocéntrico, vanidoso sexoso de lo peor- sonreí- Pero me amas y me lo has demostrado de muchas maneras, cosa que antes no sucedía- suspiré- Si me hubises dicho todo lo que me dijiste hoy, hace algunos meses, me habria muerto de la felicidad, literal...

La lluvia hizo lo suyo y tuvimos que dejar nuestra cómoda banca del parque, para llegar corriendo al café. Al reconocerlo suspiré, porque (si Brian no lo había olvidado) era el mismo donde nos habíamos conocido meses atrás, sólo que había cambiado de giro y ahora era un poco más "romántico y acogedor" Había poca gente así que tomamos la mesa más apartada, misma que tenía una vela aromática (que alumbraba a media luz) como adorno de centro. Nos sacudimos un poco las gotas de lluvia de la ropa y el cabello mientras nos atendían.

-No se tú, pero yo me estoy muriendo por un café bien cargado y un pay de zarzamora. Tengo antojos... El regresar me ha abierto el apetito, aunque si sigo comiendo como hasta ahora, me pondré como cerdo.

-Ouch- dije al momento que me mordió la oreja... Contrólate Kinney o acabaré metiéndote mano aquí mismo- bromée, luego le dí la razón -Si, el mismo sitio pero más cómodo y sin gente gritando por todas partes- Me tomó la mano sobre la mesa, puse la mía sobre la suya y le di unas pequeñas palmaditas antes de acariciársela despacito. Noté que no apartaba la vista de mi- ¿Pasa algo? - No me contestó sólo seguía mirándome con mucha insistencia y sin parpadear, hasta que lo logró y tuve que baja mi vista hacia la vela- Joder Brian, me pones nervioso cuando haces eso.

Me gusta ser tu inspiración, y claro que puedes comer de mi postre- Tomé la cuchara y le dí de comer- Oh, espera que te quedo algo por aquí- acerqué mi lengua y lo limpie. Claramente era un burdo pretexto para "comérmelo"- Ah y por acá también, lo besé dulcemente- ¿sabes que me están dando ganas de comer chocolate también? - reí malicioso- ¿porqué no regresamos al hotel y lo comemos?

-Claro que puedo esperarte todo el tiempo que necesites, sabes que una de mis mayores virtudes es la paciencia, gracias a eso, estamos hoy aquí sentados- le guiñé un ojo y le mandé un beso- Me costaste un cojón Ian, pero la espera valió la pena, me quedé con el premio mayor- Quité uno de mis zapatos por debajo de la mesa, y aprovechando el mantel, subí mi pié hasta salva sea la parte de la anatomía de Brian y comenzé a juguetear- ¿Qué te hiciste hoy que te ves tan... sexy?

-¿Seguro que no te hiciste nada nuevo? - Seguí jugueteando con mi pié hasta que lo hice soltar un pequeño gemido de placer- ¿O seré yo, quien anda mas caliente que de costumbre?- me rei abiertamente, y dejé de molestarlo por debajo de la mesa- Lo siento Ian, es que esta ciudad me produce cambios de temperatura y bueno ciertamente tú no ayudas mucho a que mi libido no se despierte de manera alarmante- Regresé a terminar mi pay y mi café- ¿sabes? me gustaría tener una casa grande en lugar de un departamento ¿qué opinas?

-¿Una mansión? - casi me atraganto con el pay- Wow eso es hablar de palabras mayores -medité unos segundos mientras tomaba un par de sorbos - Está bien, me parecería una muy buena idea simpre y cuando me dejes pagar la mitad, porque de lo contrario preferiría vivir debajo de un árbol - Luego mi imaginación comenzó a trabajar a cientos de revoluciones por minuto, imaginando nuestro futuro y nuevo hogar- ¿Te imaginas todo lo que podríamos hacer? - reí- Como en hungría, lo haríamos en todos los sitios posibles.... ¡Una casa en un árbol! Siempre quise una de ésas - Parecía niño chiquito planeando mi siguiente travesura- Mis padres nunca me dieron ese placer- bufé- Pero... Ahora ¿Se podría? - Lo miré como sólo yo podía hacerlo para tratar de convencerlo. ¿Ian?

Parecía niño chiquito con juguete nuevo- ¡Gracias mi amor por cumplirme mis excéntricos caprichos de niño traumado! Eres único- Le acaricé de nuevo la mano con la que rozaba mi mejilla- La mesera nos recogió los platos y Brian pidió la cuenta para retirarnos. Salimos del café y lo tomé de la mano para seguir platicando de nuestros planes-Me gustan las casas con grandes con jardínes de laberinto - Me partí de la risa por mi comentario de película de Disney- Y fuentes y todo eso que aviente agua hasta el cielo... que llame la atención, tú sabes. Me imagino también las grandes fiestas que podríamos hacer, wow, nos la vamos a pasar de lujo Brian, ¿Y sabes qué es lo mejor de todo? - Lo obligué a detenerse y a que me mirara de frente. -Que será nuestro hogar. Tuyo y mío... -Desvié la mirada de inmediato porque ya me estaba poniendo sentimental y no queria arruinar el momento.

Seguimos caminando unos pocos metros más hasta que llegamos a una tienda para caballeros- Mira - le indiqué con la mirada-Apuesto a que ese traje se vería mejor en tí que en ése maniquí - Me gustaría vértelo en una cena a la cuál quiero invitarte... Una cena para dos- alcé nuestras manos y las besé- Claro si tu quieres - lo miré - Es algo así como mi regalo personal de bienvenida, será... algo alocado y descabellado pero sé que te gustará, ¿qué dices?