La función de las 5

Nueva York, un lugar lleno de negocios, lleno de tiendas, y lleno de misterios. Aquella tarde me había despertado más a fuerzas que de ganas (había tenido fiesta horas atrás) y me levanté de la cama por pura inercia y con resaca... No había planes para las siguientes horas, no había nada... Y eso me molestaba. ¿Cómo era posible que "viviendo" en una ciudad tan importante, populosa y llena de diversión no tuviese nada que hacer? miré con desgano el reloj de la mesilla de noche: 4: 00 PM. El estómago replicó y no tuve opción más que ir directo al refrigerador, sólo para darme cuenta que no había nada, salvo un par de cervezas. Destapé una y lé dí un par de sorbos; después fui al sanitario y aproveché para ducharme pues me sentía sucio. Para cuando estuve listo, ya pasaba de la media, tomé las llaves de la casa, el celular y salí a vagabundear.

El viento arremetía con fuerza en la calle, así que levanté el cuello de mi abrigo negro y metí las manos en los bolsillos...Pasé una tienda, dos, tres... Un restaurante que estaba a reventar; pero nada parecia satisfacerme, hasta que justo en frente me encontré con el "cine Paris" un inmueble que casi pasaba desapercibido por los turistas y que se encontraba en una calle angosta, justo al lado del antiguo hotel plaza, y me dije a mi mismo: << ¿Si, porqué no>> además dentro se podría estar lejos de las inclemencias del tiempo.



Ese día en particular daba funciones de películas que ya eran consideras como clásicas y lo mejor de todo, la fila para comprar el boleto de acceso, prácticamente estaba vacía. << Perfecto >> no lo pensé dos veces y compré uno para la función de las cinco. "Sucedio una noche" era la película proyectada. No tenía ni idea de lo que trataba, pero había una pequeña sinopsis de la misma en un afiche cerca de la puerta de entrada:

"Una rica heredera huye de su casa para evitar un matrimonio de conveniencia, por el camino se tropieza con un simpatico periodista, esta se las apaña para estar a su lado y tener la exclusiva para su periodico del encuentro de la joven: pero cuando la tiene que entregar se arrepiente y huye con ella."

Parecía una comedia interesante, así que no tenía nada que perder. Me aproximé a la puerta de entrada, pero iba un poco distraído y sin pensarlo, tropecé con una chica. -Lo siento - me disculpé - y le detuve la puerta para que pudiese entrar, ella me dió las gracias y se alejó un poco. Yo por mi lado fui a comprar golosinas y un refresco, que bebi de inmediato pues tenía una sed de perros. Me senté en un módulo circular que quedaba en medio de la sala... La chica con la que había tropezado parecía ir sola << muy extraño >> ¿Una chica como ella sola en el cine? de ninguna manera.

Haciéndome un poco el bobo, fuí aproximándome lentamente, simulando ver el decorado del interior, hasta que llegué con ella y me senté a su lado. Había que hacerle la plática de algún modo. ¿cómo abordarla sin parecer demasiado interesado?

-Bonita tarde ¿no?

Fueron las tres únicas palabras que pude decir, pues su sonrisa me había deslumbrado << ¿no pudiste haber dicho algo más inteligente? >> - Se está bien aquí - me animé por fin a entablar una charla más amistosa, ella asintió dándome la razón- Cerca y a la vez lejos del barullo de la calle, Sadret Rouz, para servirte... -Me presenté dándole mi mano y ella la aceptó haciendo que un escalofrío recorriera toda mi espalda - Me preguntaba: ¿porqué una chica como tú viene sola al cine? disculpa si te parezco demasiado entrometido, es muy extraño que en una ciudad como ésta, alguien como tú... No tenga acompañante.

-Estoy solo porque nadie puede seguirme el paso - torcí la boca- Hoy estoy aquí, mañana ¿quién sabe? - le ofrecí un poco de golosinas pero ella declinó - No es mi gran hobbie ver películas en blanco y negro pero hay que reconocer que el cine de antes era bastante bueno, hoy sólo es... cuerpos voluptuosos y bubis grandes - solté la carcajada - disculpa, hoy estoy de lo más simple, supongo... << eres un pelmazo >> eché un puñado de dulces en mi boca para no seguir diciendo estupideces. -En fin, que lo mío es la vida al aire libre, el excursionismo... Soy guía de turistas.

-Estoy de acuerdo contigo, siempre es bueno conocer a alguien nuevo y de la manera menos esperada; a veces la vida te da grandes sorpresas, el truco aquí - dije serio - Es saber aprovecharlas en el momento exacto pues no siempre se presentan nuevas oportunidades - luego la miré a los ojos - ¿No te ha pasado Ireri, que tienes justo enfrente la felicidad y que por miedo, o por lo que sea, la dejas ir?

Ya me estaba poniendo sentimental, asi que dí gracias que las luces comenzaron a atenuarse, porque de lo contrario, ella habría muerto de aburrimiento, y no quería que ella se apartara de mí, por alguna extraña razón.

Ella permaneció callada por un largo rato y pensé que le había molestado mi comentario o que le había aburrido, entonces fingí ver la película, pero mi mente vagaba por otro rumbo, exactamente en su persona y en su exquisito perfume. Luego entonces me vino un sentimiento de "deja vu" como si ya la hubiese visto en alguna otra parte o quizás en un sueño; ésto último era lo más coherente << eres un soñador Sadreth >> - moví la cabeza negativamente y tomé un poco más de refresco para aminorar la sed, aunque las dudas y las suposiciones seguían mezclándose en mi cabeza.

...Un sueño... muy vívivo, un sueño que se estaba convirtiendo en realidad ¿sería acaso otra de las casualidades del destino?

Algo extraño estaba ocurriendo, ella... Yo estaba seguro de haberla visto en otra parte ¿pero dónde, cómo, cuándo? << Has viajado por tanto sitios ¿que ya olvidaste ese par de ojos enloquecedores? ¡debes estar bromeando Reth! >> y cuando rocé su delicada piel con la mía...

-Ireri, siento que... Vas a pensar que estoy loco pero - algunos asistentes en la sala comenzaron a molestarse por estar haciendo ruido, sin embargo no presté atención a sus quejas, yo tenía otras cosas más importantes que averiguar- Siento que éste encuentro ya había ocurrido con anterioridad... Tu mirada, tu manera de observarme, no sé llámame loco, es... como si te conociera de toda la vida.

-Quizás en una vida anterior - dijo y estuve a punto de contestar a su pregunta, pero volvieron a "callarnos" . Irerí hizo un movimiento dándome a entender que lo mejor era salir y dejar a la gente disfrutar de la cinta, que - como repito - ya había dejado de interesarme. La seguí sin chistar hasta la sala de espera, que prácticamente estaba vacía.

- No quería sacarte de la función, pero... nos iban a sacar de cualquier forma -

-No te preocupes, iba a proponértelo de todas maneras, me siento más interesado por conocer de tí que cualquier otra cosa.

Y era verdad, yo quería conocer más de su persona, hasta el más mínimo detalle que quisiese compartirme.

-En éste momento, en ésta sala de cine, eres la persona más interesante del mundo para mí - dije sin ninguna clase de bochorno - ¿y qué quiero saber de ti? -me acerqué - Quiero... necesito saber porqué me produces ésta clase de... sensacíon extraña cuando me miras de ésa forma tan peculiar. - ella me miró interrogante- No quiero que pienses que estoy coqueteando contigo para ver que logro conseguir de tí, no, eso no es verdad, simplemente no sé cómo explcarme - me llevé las manos a la cabeza- No sé ni lo que digo...

<< Di algo pronto, no te quedes ahí parado como estúpido, la chica pensará que no sabes qué hacer>>

Es que esa era la cruda realidad, no sabía que hacer, pero sino tomaba cartas en el asunto ella se marcharía y de ninguna manera lo permitiría, primero muerto.

-Eh, ¿te gustaría ir a tomar un café? o algún otro sitio donde podamos charlar con tranquilidad? - Ireri pareció meditar un poco la propuesta << Que no vaya a decir que no>>r ogué y el breve silencio se me hizo eterno, finalmente sonrio- ¿Eso puedo tomarlo como un si?

<< Puedes tomarlo como un sí >>

-Wow, genial, genial... ¡sí!

Había parecido algo exagerada mi reacción, pero es que no era para menos, la cita no terminaría ahí en el cine, sólo mirándonos, y pensando en lo que "habria podido pasar" el día todavía no llegaba a su fin, y había mucho tiempo por delante. Le ofrecí mi brazo y ella se colgó de el... se sentía tan bien tenerla junto a mí, como si fuésemos una pareja de enamorados, paseando por la quinta avenida, en la gran manzana.

-Sé de un buen lugar tranquilo, te gustará ya lo verás. Suelo ir con frecuencia, cuando quiero estar solo, meditar...

-- ¿Sabes? No hemos hablado mucho de nosotros... ¿Cuantos años tienes? ¿De dónde eres?- preguntó.

-Tengo 24, y soy húngaro... soltero, de buen ver y sin compromisos - dije riéndome - Viajo solo, me gusta conocer lugares y como te digo, eso hace que no pueda estar en un sitio por mucho tiempo, me considero hombre de mundo bajo ciertas circunstancias, otras tantas, soy.. tímido aunque no lo parezca. Prefiero u lugar tranquilo a uno muy bullicioso, depende la ocasión...

<< No me pareces una persona tímida >>

-Claro que lo soy, la verdad no ando abordando chicas hermosas cada dos por tres, pero tú... Bueno tenía que arriesgarme, desde que te ví... fius ja, no sabes lo que me está costando decir esto. - atraje mas su brazo hacia el mío - Desde que te ví ahi sentada, sola... - me aclaré la garganta - Tenía que conocerte a como diera lugar Ireri, podian pasar dos cosas, que me hicieras a un lado o... Lo que está ocurriendo ahora.

Detuve mi marcha y le tomé la mano para depositar un beso en ella.

-Gracias por dejarme conocerte.