Reencuentro de perfección

Que difícil es ser tan perfecto, no hay personas en la vida que valgan la pena tanto como tu mismo, es uno de los defectos de ser tan precioso.

Caminas por la calle captando las miradas de las personas curiosas que dicen <oh que hermosura de mujer> cosas tan obvias como esas, me gusta que me admiren y que vean en todos lados lo perfecta que soy, sin embargo eso los vuelve tan simples, no me gustan las personas que se impresionan tanto y quedan callados ante ti, literalmente babeando.

En fin tomó mis bolsas de compras, las colocó en mi auto y doy la vuelta con el fin de entrar a mi precioso aston y entonces captó que alguien familiar me mira a lo lejos.

-¡Oh vaya! Joseph Romanus-lo estudio atenta con la mirada, tiene tanto tiempo que no lo veo, había olvidado que era uno de los pocos chicos que valían la pena por estos rumbos ya que tenía estilo-un par de meses sin vernos y ya soy de nuevo señorita Aston, ¿no habíamos pasado la etapa en donde simplemente me llamabas Rachel?-sonrió torcidamente y el guiñó un ojo.

Él me mira extrañado, parecía un tanto ausente, me hubiera gustado saber que estaba pensando.

-Un gusto verte de nuevo, no no no, verlo de nuevo señor Romanus-digo mientras lo beso en ambas mejillas.

-Hermosa tu lo has dicho-suelto una pequeña carcajada y lo miró-he estado bien gracias, la vida es agradable con personas como yo-sonrió -ha estado más que perfecta los últimos tiempos, pero ahora se pone mejor porque te vuelvo a mirar nuevamente. Sabes dicen que no sabes de las cosas hasta que las ves perdidas, en este caso específicamente yo creo que cuando las vuelves a mirar es cuando te das cuenta cuanta falta hacían en tu vida.

Sus palabras siempre tan ciertas y halagadoras, claramente estoy acostumbrada a que me idolatren, pero viniendo de le los halagos valen más.

-Digo que me gusta tu idea, tengo ganas de pasar un momento agradable charlando contigo-sonrió terminó de guardar mis compras y cierro mi auto. Deposito otra moneda en el parquímetro-entonces dime que es de la vida de Joseph desde que no nos vemos, no mejor vamos a la cafetería y allí me cuentas todo a detalle-sonrió y guiñó un ojo. Lo tomó de la mano guiándolo.

Algo debe estarle poniendo los nervios de punta se nota que el tema lo incomoda y no quiere tratar el asunto en fin no puedo hacer nada al respecto.

-¿Entonces Jo dime de que quieres que platiquemos? tienes un mejor tema de conversación osea se que me encanta hablar de mí epro aveces existen otros temas más sobre los cuales girar la conversación, las princesas a veces nos aburrimos de que todo gire en nuestro entorno aunque creas que no si nos aburrimos cuando menos yo sí-digo mientras tomó su mano entre las mías-no me había dado cuenta que tu tacto es tan cálido Jo-sonrió.

-Y si bien recuerdo tu prometiste llamarme y esa llamada nunca la recibí-lo miró con tonó de molestia cosa imposible en mi suelto una pequeña risa.

Lo sigo mirando en verdad existe algo nuevo en su ser en su complexión que no logró comprender ni descifrar la curiosidad es grande, no puedo hacer nada al respecto para descubrirlo si él no me tiene confianza y no desea abrirse para platicar yo mejor que nadie se que eso es imposible al menos yo no lo haría nunca con cualquier persona, no sólo con cualquier persona no lo haría nunca ni con mi propio amigo, porque mi único amigo se había perdido por un amor y nunca más volvería… nunca.

Buscó en mi bolsa de mano y extraigo de mi billetera una tarjeta.

-Mira Jo para que veas que yo no quedo mal a nadie aquí tienes es el numero de mi agente ella se encargara de darte los datos que necesitas solo llámala y dile que la señorita Aston te recomendó ya le expliqué masomenos lo que me pediste ¿te parece? Aunque creo que después de esto alguien estará en deuda conmigo y tendrá que portarse bien-sonrió como evitarlo, espero que capté mi idea de en deuda.

Lo miró atenta a cada una de sus palabras y acciones de verdad sigo intrigada por este chico sexy que me he topado de vuelta en la vida.

-Los esclavos son algo que sobra en mi vida como te podrás imaginar, me gustaría más, déjame pensar, salir a pasear, dar una vuelta con alguien, divertirme, olvidar el aburrimiento, lo que sea y si es en compañía de alguien agradable que aparte de todo tenga buen gusto como tú no veo el pero-le guiñó un ojo y sonrió ampliamente, pretendo pasar un rato muy agradable a su lado-a menos claro que tengas otra cosa más importante que hacer-ja o dudaba nos e iba a perder una gran oportunidad como esta de estar con una belleza si es que era inteligente claro esta.

Había olvidado cuanto me gustaba Joseph por el simple hecho de ser tan agradable y de saber apreciar mi belleza, además era uno de los pocos encantados en complacerme y acompañarme en un largo día de compras por la ciudad.

-Esclavos tengo muchos y fans más, pero buenos acompañantes hombre en un largo día de compras solo uno, así que lo dejaremos así, mi acompañante de compras lo que te hace ser un de los chicos más perfectos de todo el planeta-le guiñé un ojo y tomé una de sus fuertes manos entre las dos mías contemplandola.

-Eso de salir de tu vida suena muy fuerte. No saldré de ella a menos que tu lo decidas como la ultima vez en que desapareciste-tengo que comenzar a replantearme la vida si él no aparece de nuevo-vecinas guapas como yo obvio no, no existe en el mundo alguien tan perfecta o ¡tu crees qué si?-lo miró desafiándolo y dudando-no tengo la verdad el edificio es muy exclusivo solo viven un par de matrimonios de alta clase y pues es todo. Respecto al anillo me alegra que este contigo quiere decir que no fui solo uand e las tantas conquistas en tu vida, sólo que me esté equivocando de nuevo-obviamente sabía al respuesta nadie puede olvidar a un Aston y mucho menos a la más perfecta de toda la linea familiar.

En realidad me toma por sorpresa el beso, era algo que no imaginaba que pasara y menos ahora tan pronto así sin aviso, hay las cosas que ocasionó en los chicos obviamente mi belleza es así.

Me dejo guiar por el contacto y sabor de sus labios, hay algo en ellos que me invita a prolongar más aun el tiempo del beso, ahora me separó de él cuando creo que el tiempo ah sido el suficiente.

-Jo no debiste besarme-lo miró con cara molesta- no sin pedir permiso antes-sigo con puchero de enojo-quiero que veas que se sienten los robos-sonrió y comienzo a besarlo.

Me separo de él, es un gran besador de eso no cabe duda su sabor es agradable. Sonrió mientras me alejó de él.

-Ahora joven ya que ambos hemos recuperado las cosas que nos fueron robadas es momento de continuar el camino, aunque sigo preguntándome qué es lo que te pasa, ahora al saborear tus labios es como si estuvieras de vuelta pero cuando llegaste estabas tan extraño, ¿enserió Jo que te sucede?-lo miró atenta para ver si descubro algo más.

-No entiendo porque dices que ya eres el hombre que eras deberías de explicarme el respecto de ese tema-digo sonriendo-respecto a los besos me gusta ver que en ese punto eres un tramposo y esperas que sea yo quién recuperé todo lo robado, a lo mejor sea mejor no recuperarlos, a lo mejor sí, pero para hallar la respuesta creo que me vas a tener que convencer de elegir un a de las dos, o simplemente recompensarme por todos esos robos-le sonrió torcidamente uno de mis movimientos que se más lo enloquecen-¿entonces su decir al respecto caballero es?-acomodo mi pelo de lado mientras espero la respuesta.