En la lucha

Estoy harta de todo y de todos si pudiera volaría un par de cabezas para sacar todo l estrés de los últimos días, encajaría mis dagas como siempre lo digo como si fuera mantequilla en los cuerpos de los enemigos malvados y acabaría con ellos. Desgraciada mente siempre habrá malos en el mundo, nunca podré terminar con todos esos corrosivos envenedadores por más que busque o por más que lo quiera siempre seguirán dañando a personas inocentes, porque como dicen con que una fruta esté podrida pudrir todo lo demás, lo mismo pasa con los monstruos uno malvado ofreciendo poder todos los demás se contagian y quieren lo mismo. Ver a la humanidad sufriendo a sus pies necesitando de ellos.

En ese preciso instante veo un vampiro succionando al sangre de una chica justo lo que necesito, corro, le quito el vampiro de encima ella corre despavorida.

-Estoy harta de carroñas como tu-le gritó desenfundo mis dagas y sin más lo parto en dos sin darle oportunidad de huir.

El chico me alcanzó sin pensarlo ni un instante más, solo escuché un par de pasos y al momento siguiente ay estaba a mi lado. Me miraba atento. Su sonrisa era amable, yo tenía genio tan alto este día y estaba siendo grosera con él sin ser culpable de nada.

-Siento no haber sido tan amable solo que la sangre me hierve ahora mismo por el coraje que tengo, es injusto que existan tipos de esta clase que no dejan vivir en paz a las personas, personajes mitológicos horrendos, cuando podrían usar los poderes para el bien, en fin mucho gusto soy Sidney-dije estrechando su mano esperaba no verme como autentico monstruo yo con la cara que debía traer ahora-¿tú eres?

Parecía encantador, un chico de clase y sociedad como…

-Lo que pasa es que una chica tiene que hacer lo que tiene que hacer cuando es su misión. No puedo esperar a que aparezca un príncipe de las colinas que me ayude y menos si el príncipe es ingles, imagínate esperar que venga desde sus colinas hasta acá a ayudar-dije haciendo un mal chiste con su nombre- la verdad es una costumbre Anthony cazar sola, la soledad es mi mejor amiga, bueno y las dagas y un par de instrumentos más, es más divertido y nadie más se pone en peligro.

Parecía un chico muy coqueto, no no parecía estaba segura que era un chico coqueto de los que se regodean conquistando chicas.

-¿Crees tener la idea de un buen compañero de caza?-dije aceptando que el rompiera la barrera de separación y también acercándome más, sonreí traviesamente y me acerqué aun más hasta entrar en contacto con su cuerpo.

-Yo pienso que es bueno estar en peligro de vez en cuando además la adrenalina fluye de tal manera que uno necesita encontrar maneras de despojarse de ella.

Parecía que el enojo se estaba esfumando, creo que tenía que ver con la idea de que la noche estaría llena de adrenalina ya esperaba que mucha diversión, comenzando por el guapo acompañante.

-Prefecto pues empezamos ahora mismo-dije tomándolo de la mano y jalándolo-se el lugar donde podemos encontrar varias criaturas de este tipo-caminamos tomados de la mano hasta la calle en donde tenía mi motocicleta-la pregunta es, perdón por no hacerla antes pero ¿traes auto o algo así? o ¿prefieres que vayamos en mi moto?

Este chico tenía algo, algo que en alguna parte conectaba una parte de mí su elegancia, su gracia simplemente mirarlo me hacia recordar viejos tiempos, viejos y extraños tiempos donde mi vida era una vida de verdad, en donde mi verdadera vida había comenzado, me lo recordaba, no era el mismo jamás encontraría una persona como él, el mundo estaba vacío sin embargo en mi camino topándome con Anthony no podía evitar recordarlo, sin sentido sin un porque no podía dejar de hacerlo.

-¿Me harías el gran favor de ser el conductor?-dije mirándolo-lo que pasa es que estoy algo cansada y me parecería una mejor idea que seas tu el que conduzca, claro si sabes y si se te antoja sino yo manejare no hay problema.

Lo contemplé mientras me acomodaba en la moto, tras de él quien duda entre usar o no el casco, obviamente que no lo haríamos.

-Quiero que me llevé al lugar de su elección-le hablé de tu para que sonara más formal, tenía ganas de cazar pero ahora que estaba con este chico en la moto iría feliz cualquier lado en su compañía-le guiñé un ojo-subí en la moto y me recargué en su fuerte espalda, no me importaba si terminaba todo el combustible con tal de divertirnos y seguir cómodamente recargada en él, adrenalina matando, u tomando un café no importaba solo quería divertirme.

-Anthony simplemente sorpréndeme-dije a su oído y me escondí entre su omoplatos.

Se estaba portando agradablemente bien, y estar recargada tan cómodamente para mi era mejor aun podía ir al fin del mundo si así lo quería.

-Veremos si me convences que cazar acompañada es más divertido y menos peligroso, ir lejos de las montañas y más allá me suena perfecto a tu lado-lo sujeté más fuerte de la espalda, me podría quedar dormida aquí sin ninguna dificultad sin embargo queda disfrutar de cada momento, el aire soplando el atardecer cayendo, y mi compañero tan buen conductor sin que siquiera se sintiera el leve movimiento de la moto, no me hubiera dado cuenta de no ser por su rugido de bajo de nosotros.

-Anthony cuéntame más cosas de ti-dije

Su aroma envolvente me invitaba a descubrir más allá que solo su vida pero no debía.

-Nada de dejar al universidad por caza, terminaras la carrera y ya después platicamos de eso, además antes debes de demostrarme porque necesito un compañero al lado. Me gusta que no seas cazador siempre y que te preocupes por otras cosas importantes como el estudio, yo termine mi carrera y pues aun así la mayor parte del tiempo viajo de un lado a otro por los casos y la caserías me absorbe muchísimo-me acerque mas a su cuello quería respirar su aroma completamente.

-Pienso que seria bueno que termines la carrera antes que cualquier cosa, si eres tan inteligente como dices seguro estarás de acuerdo conmigo, es muy importante. Respecto a mí carrera te reirás supongo, pero la verdad creo que no hubiese podido ser algo más-una vez me vi como algo más, no deseaba compartir eso, no aun.

-Soy profesora de educación física normalmente y la mayor parte de mi tiempo lo dedico a la cazar solo he estado pequeñas instancias de mi vida dando clases. Eso de buscar y resolver casos absorbe casi por completo mi vida, la verdad me divierte y gusta no tener que estar atada a un lugar. La libertad es especial, el aire en tus pulmones, el sol en tu rostro y el reflejo de la luna como compañeros, son buenos amigos en una vida así-pasé mi cara hasta alcanzar su cuello su aroma era especial, me gustaba estar así, a su lado, tan extrañas sensaciones generadas dentro de mi ser y su calida piel unto a la mía, brindaban este incomprensible sentimiento.

-Nada que no sé pueda arreglar-dije a su oído-sabes podemso compartir técnicas supongo que así mejoraremos en el arte de cazar, y creo que sería divertido, daría tiempo de compartir momentos juntos-no sabía porque esta idea me desataba una emoción, cuando casi era un completo extraño,, tenía un algo enigmatico que me hacia desear descubrirlo más, is era una completa invitación a descubrirlo mucho más.