Preparando el equipo

Me había tomado toda la mañana y parte de la tarde arreglarme para poder bajar la escarpada pared de los acantilados. Ahora ya sólo ajustaba los últimos detalles para evitar en lo posible los riesgos; yo era un experimentado, pero con los mosquetones y las cuerdas uno nunca podía estar seguro, aunque las revisaras cientos de veces. Suspiré y comencé a deslizarme por la pared, hasta que una voz me llamó... Alcé mi vista pero no pude encontrar a nadie << es tu imaginación>>

Bajé un par de metros, cuando esa sencación de ser observado regresó.

Había una chica observándome y por verla a los ojos perdí por unos segundos el equilibrio y la fuerza en las piernas, por lo que resbalé por la pared, hasta que finalmente pude sujetarme, (aunque no me salvé de darme unos raspones en las manos) Miré hacia abajo por puro instinto; allá abajo las olas del mar golpeaban con fuerza. Traté de guardar la calma porque de haber caído habría sufrido un gravísimo accidente. Volvía ajustar mis cordeletas y discretamente volví a mirar hacia arriba, para cotejar que lo que había visto no era producto de una alucinación. Pero no... Ahí estaba una chica mirándome con curiosidad, entonces le hablé:

-¡Hola! - grité desde mi ubicación - Disculpa, ¿podrías ayudarme un poco? necesito que ajustes los amarres que puse en la cima, necesito subir...

Ya que nuestros muy queridos amigos se habìan tomado la molestia de dejarnos a Sari y a mi, decidimos emprender alguna que otra aventurilla diferente y probar cosas nuevas, viajamos y rentamos una camioneta todo terreno maneje hasta un lugar que por lo que escuche era muy seguro, o bueno divertido, hacer algo de deportes extremos era muy peculiar asì que decidimos hacerlo, deje a Sari alado de unas rocas enormes y me dispuse a estacionar la camioneta en un lugar màs seguro, baje las cosas necesarias para hacer cada dìa uno o varios saltos y volver, pero cuando caminaba hasta donde la habìa dejado no la veìa lo cual me preocupo, hasta que vi que salia de algun escondite y se agachaba a arreglar unas cosas en el suelo, hice un puchero algo extrañada ya que no entendia que pasaba. Sari que haces? Ya volvi con las cosas. Le enseñe todo el equipo que estaba cargando, ella me hizo una seña que me cayara, cuando una mujer comùn y corriente va a cargar tantas cosas como si nada. Oh. Fue lo unico que pude decirle para asomarme y ver al chico. Holaa, estas bien?. Le grite mientras ayudaba a Sari a acomodar y ajustar los amarres que el chico acababa de hacer.

-Por el momento estoy bien, pero si no me prestan su ayuda, terminaré muy mal. - grité desde abajo.

No me gustaba pedir ayuda, porque me sentía incompetente e inútil, pero ahora no tenía opción, dejaría mi orgullo masculino de lado.

-Sólo tienen que ajustar los nudos y yo subiré, siento la cordeleta muy floja y asi no puedo escalar... Por favor.

Su olor, sangre... El chico se acababa de cortar las manos con algunos raspones, y yo tenia tiempo sin probar algo, mi garganta me quemaba pero no me importo, tenia años de preparaciòn cuando trabajaba en el hospital ... Atendomos rapidamente los nudos, mira asìa abajo para ver si el chico estaba bien, y mire como estaba subiendo, me tranquilizo el ver que subia sano y salvo, sonreì cuando llego a donde estabamos nosotras,. Hola, espero que estes mejor... Creo que Sari sintio lo mismo que yo, alivio, al ver que estaba bien

-Gracias - dije y me limpie el sudor con el antebrazo pues a pesar de los guantes, las manos se me habían quemado por la fricción de la cuerda y tenían algo de sangre - De no haber sido por su valiosa ayuda, probablemente yo... - sacudí la cabeza ,no quería pensar en eso - Les debo una grande.

Con mucho dolor desmonté todo el equipo a la mirada atenta de las dos mujeres. Tomé la botella de agua que llevaba en la mochila y la esparcí en mis manos doloridas para tratar de aliviarlasun poco y quitar los rastro de sangre; ardía como el demonio.

Vi sus heridas y pude notar que por la fuerza que puso algunas eran algo profundas y otras no lo eran, camina rumbo a la camioneta, y saque el botiquin que siempre llevo por cualquier cosa, regrese a donde se encontraban. Permiteme por favor. Hable pidiendole sus manos para que pudiera ayudarlo, el las extendìo y abri la cajita y empece a curar sus heridas con cuidado para no lastimarlo de màs, no eran tan grabes asì que solo la limpie y por la suciedad puse una venda. Ya esta, espero que con esto citatrice lo antes posible. Le sonrei un poco para que se sintiera en confianza

Una de las chicas llevaba un botiquín de primeros auxilios y mientras me prestaba su valiosa ayuda, yo apretaba los dientes pues el dolor era mucho. -Disculpa si te asusté-Dijo la primera chica, a la que había visto primero. -No pasa nada, tu no tienes la culpa, se supone que el experto aquí soy yo. Me distraje... Y no debió de haber pasado. Eso era lo más extraño de todo: "Mi distracción" y es que sus ojos me habían parecido de lo más interesante.

-Ya esta, espero que con esto citatrice lo antes posible. Dijo la chica que curaba mis heridas y me sonrió - Estoy muy agradecido, por el momento no tengo conqué pagarles pero... eh... ¿Estarán algún tiempo por aquí? No sé, podemos ir a alguna parte, platicar... Algo.O pero, veo que ya tienen planes...

Notè como apretaba los dientes por un poco de dolor cuando limpiaba cosas màs profundas, sonrio de alvio al final cuando ya habìa pasado todo...
No tienes por que pagarnos nada, fue un placer, espero que hayamos sido de mucha ayuda, teniamos planeado venir ah hacer lo mismo que tu, pero creo que hoy no es el dìa indicado, puede que siga la mala suerte del dìa y no quisiera que algo malo pasarà... El chico asintio y nos miro a ambas...
Volteè a ver a Sari ella tambièn asintio, creo que las dos pensabamos lo mismo de no arriesgarnos levantamos las cosas y las empezamos a arrastrar rumbo a la camioneta de regreso...

-Muy bien chicas, gracias por todo y ... No sé, si más tarde deciden lo contrario, estoy para servirles... Por cierto, soy guía de turistas, si desean algo más detallado, ya saben a quién buscar - sonreí ligeramente. A ver si coincidimos en otra ocasión, suelo estar por éstos rumbos regulamente.

Ellas caminaron rumbo a su camioneta y yo levanté mis cosas del suelo. El día había terminado mal.