Juego de rol

Colores, nubes, aire, felicidad, tantas cosas no importban tanto mientras él siguiera allí a mí lado. Era el cielo o el infierno que importaba, a su lado hasta el mismo infierno me sonaría a cielo.

No sabía que estaba pasando solo miraba unos lindos colores llamativos y al final una pasarela iluminada que me invitaba a ir, para que los miles de reflectores alrededor tomaran las mejores posees, sin más iluminación en un momento. mi cuerpo temblo ante el contacto de ago helado, no estaba muerta eso era claro si uno se muere no debia doler como ahora dolían los pulmones al querer respirar, abrí los ojos de golpe y di una bocanada fuerte de aire, lo cual no ocurrió, solo sentía agua y más agua.

Miré aun Keane tratando de nadar y mi conocimiento se perdio de vuelta, susurros a lo lejos y ahora todo era negro, completamente oscuro, presión en mí comencé a toser y desconcertada miraba a un Keane borroso mientras mis pulmones ardían con cada bocado de aire que los penetraba, él me abrazo.

Trataba de respirar el aire llegaba complicadamente, todo dolía y daba vueltas.

No quería que me dejara de abrazar, pero miré alrededor cuando él mencionó lo de irnos un yate. No sabía como pero teníamos que terminar todo de alguna manera, resultado y coincidencia, era justo el mismo yate al que teníamos que llegar.

Traté de tomar compostura, seguro me veía super mal después del accidente, casi había muerto. No podía continuar con el lujo de seguir así allí tirada, me sujeté de su hombro y me puse en pie caminando con dificultad, me volvió a dar una punzada en mi pie lastimado el día anterior , me ladié al dar el paso y busqué desesperada un lugar de donde tomarme no sin antes ver al final del pasillo lo que estaba buscando.

Llegué hasta el timón con mucha dificultad, de vuelta el pie comenzaba a doler, como una horrible punsada. Aún me preguntaba como solo me dolía el pie, los pulmones. La pregunta mayor era cómo era que no me habúia soltado ni nos habíamos asesinado en fin.

Caminé y sonreí con su pregunta, obvio no pasaría nada era mi Yate, uno de mis yates diría si quisiera presumir. Lo miré atenta y antes de entregarle el sobre fitiritando por el frio ocasionado por el vestido pegado al cuerpo empapado leí entre calosfrios.





Apuremonos ya es tarde el crepúsculo se estaba poniendo para dar el recibimiento a un cielo oscuro.

Le señalé el lugar hacia a donde debíamos ir. Me cargó sobre su espalda me seguía sorprendiendo la facilidad con que lo hacia. Me recargué en su espalda pensando en todo lo que había pasado y en que hubiese sido triste perderse un momento especial como este.

Llegamos al lugar marcado con mi nombre, se quedo mirando atento, bajé de su espalda facilemnte y sonreí.

-creo que a quí em quedo yo, tenemos poco tiempo para bajar y me gusatrá darme una ducha antes, no quiero enfermarme, deberías hacer lo mismo-besé su frente-gracias por ser de nuevo mi héroe-dije y me metí en el camarote cojeando para quitarme la ropa mojada y darme un chapuzon.

Me apresure a meterme en la tina, mientras me tallaba ocn la esponja no podía djar de pensar en él, como me habpia salvado en una y más maneras, si existían en algún lado los ángles ahora pensaba que Osman era uno diseñado para mí, me gustaba los momentos que compartiamos era divertido estar a su lado, no cabía la menor duda por primera vez en mi vida ahora tenia un amigo de verdad, un amigo que no era mi hermano claro estaba.

Terminé de bañarme y decidí maquillada rápido. Me coloqué un vestido rojo de corte princesa largo que había comprado en París con la intensión de usarlo en una fecha especial, unas sandalias doradas muy altas que solo lastimaron más mi tobillo pero no importaba el glamour ante todo, perfume, labial, guantes, bolso, lista hora de bajar.

Una escena en mí mente llegó cuando lo miré allí debajo de las escaleras esperandome, mientras no se hundiera la embarcación también, sonreí ante mi idea y aun más cuando lo ví.

-Buenas noches señor Osman Keane Osman.

Era increible como el tiempo volaba cuando estabamos juntos, pdía mirarlo mucho rato, se veía tan bien en ese smoking, cuando me sujetó, por la vencida de mi tobillo, entre sus fuertes brazos y me miraba así yo... El ruido del barco nos asusto y reímos como tontos.

Caminé despacio a su lado intentando controlar el dolor del tobillo y llegamos justo hasta donde estaba un maletín plateado frente a nosotros. Le indiqué que sacara la llave de su bolsillo y que abriera el maletín, por fin habíamos alcanzado el objetivo, los dos lucíamos ansiosos y nerviosos.

-Vamos-apreté su hombro para infundirlo a abrirlo. El maletín misterioso tenía un sobre nuevo adentro.

Keane abrió la carta que decía Mira enfrente de tí...

Le sonreí inocentemente mientras cerraba el maletín de un golpe.

-Keane temo decirte que fracasaste en tu misión-me miró sin comprender-el mal a enfrentar, la villana aquí soy yo-su mirada era de sorpresa-el show recien montado y todo lo demás fue por mí, ahora he conseguido mi objeivo "tenerte secuestrado, en el yate sólo para mí el resto del fin de semana" lamento no haber preguntado pero me gusta ser una chica mala y salirme con la mía. Ahora eres mi prisionero y tu obligación, nuestra obligación es divertirnos este fin de semana juntos si decides aceptar la misión claor esta, simplemenet ser felices.