Rumbo América

Arqueé una ceja, así que no me quería decir mucho de lo que ella era. Había algo muy extraño, era como si los dos evitaramos decirnos cosas, pero a la vez intentaramos investigar más de nosotros mismos.
No indagué más en ese momento.
Preguntó mi edad... y bueno, decir que me veía más grande de lo que en realidad soy, era algo muy frecuente para mi.
- Pues es normal, supongo, siempre me he visto más grande de lo que en realidad soy. Tengo... - "no iba a decir 18 así como así..." pensé - veinte - dije aunque ella parecía, de nuevo, no creerme mucho - ¿y qué carrera estudiarás? - pregunté rapidamente antes de que me dijera q no me creía de 20 años...

Off: Gracias (admitelo Carmencirijilla, también te gusto yo muajaja... no, no es cierto xDD) tu foto de ahorita me gusta tmb mucho

- ¿Con la educación? - pregunté algo sorprendido - ¿cómo qué? ¿maestra? - ella asintió levemente - sinceramente me parece que te quedaría mucho mejor eso de la música. ¿qué más pides? eres guapa, apuesto que muy talentosa... ¡serías famosa en un dos por tres! - hice un ademán muy pronunciado que casi golpeo a la azafata que estaba pasando - lo siento... perdón, yo no quise... - la señorita me miró severamente, pero como no pasó nada se fue.
Carmen y yo vimos como se iba, y ella se rió de mi.
- bueno, no serías la primera persona que viera las torpezas de Keane Osman... - dije más para mi que para ella, luego volví a su pregunta - y no, no me gusta mucho eso de la escuela, sólo terminé la preparatoria por mero compromiso, no le veo mucho caso estudiar en la universidad...
Además de que me acababa de gastar todo mi dinero en mi viaje de trotamundos..." pensé

Me rasqué la barbilla... ¿de qué iba a vivir? ¿a qué me iba a dedicar? Eso si que era dificil de responder.

- En realidad, no es la primera vez que hago eso, hace mucho tiempo me dediqué a hacer eso, vagar por el mundo y trabajar en lo que pudiera. Algunas veces me dediqué a ser lava platos, a barrer, a ser mesero, de hecho, era todo un todologo - sonreí orgulloso - no he encontrado algo que me limite... creo que lo último que hice antes de volver a mi vida sedentaria era ser intendente, o ayudante de ello, después de ello... me volví un chico "normal" - reí ante mi propia ironía.

Definitivamente coincidí con ella.
- Eso es indudable Carmen, pero... - medité un segundo - hay cosas en las que no siempre se puede todo lo que uno quiere, y mucho menos en la universidad, o en las universidades de Estados Unidos - me miró con duda - no he ahorrado tanto como para entrar en una carrera... no me veo a bien a mi mismo estudiando... no sé, periodismo, por ejemplo
Entonces ella me miró muy fijamente.
- ¿Qué?

- ¿Una universidad? - pregunté atónito - ¿...una carrera completa? - esos eran planes que había dejado de plantearme desde... - No lo sé, tendría que buscar, hacer, deshacer...

Sin embargo Carmen me miraba entusiasmada. Yo cambié de lado la mirada sin pensar exactamente nada.

- ¿Qué es... - dubité - lo que... tienes en mente? ¿Acaso eres hija de algun director de alguna universidad? - y no sé porqué ne mi cabeza cabía esa remota posibilidad.

Me sentí mal por su respuesta... vaya, no me esperaba que fuera huerfana como yo, sin embargo, parecía tomarlo muchisimo mejor que yo, o más bien, no darle mucha importancia.

- Es una oferta muy tentadora... - admití - ¿Pero quienes son esas personas? - ella desvió la mirada - en verdad, admito que me gustaría, pero no tengo, por ahora, cómo pagar ese tipo de favores, por que digo, no es cualquier tipo de favor es...

Pero ni yo mismo me encontraba palabras, era tan extraño que ella, alguien a quien acaba de conocer, me dijeras esas cosas, era como... suerte.

Me quedé sin palabras... mejor dicho, aun no las encontraba como tales. Era una extraña proposición, jamás pensé que al subir en el avión para Estados Unidos, además de encontrarme con tal monumento de mujer, terminaría con una propuesta de estudios.
No me pareció que sus intensiones fueran malintensionadas... pero seguía sin poder entender del todo. Aunque la idea... me emocionaba.
- Pues... - dije entre mis balbuceos más coherentes - pues, gracias, supongo - y como pude, jalando un poco el cinturon de seguridad la abracé.

De verdad que seguía sin creérmelo, era como si un ángel bajara y me dijera que tenía más oportunidades de las que yo mismo había imaginado. No sabía cómo conseguiría una beca, pero haría hasta lo imposible por pagarla, y sobre todo pagarle a Carmen.

Cuando me preguntó sobre la carrera que quería me dejó pensando. La última vez que me lo planteé estaba con Bridget y ella decía que sería muy bueno para el periodismo. “Te verás guapísimo en la televisión” decía, aunque a mí me daba en realidad mucha pena.

- Pues me gustaría algo así como periodismo… -la miré esperando su aprobación…

- Gracias – contesté sincero – vaya… - ella me miró como preguntando “¿Vaya…qué?” – es que, jamás creí que subirme a un avión me llevara a conocer a alguien como tú… me refiero a que… es muy rara la persona que tiende la mano a otro sin… pues sin conocerlo. No sé qué hubiera pasado si en lugar de haberme subido al autobús de Paris a Londres, lo hubiera hecho en avión… tal vez hasta casa tendría… no, no te creas, sólo bromeo.

Ella puso los ojos en blanco, aun sonriendo. Sabía que todo ese viaje empezaba a ser las raíces de una muy buena amistad con esa chica…

De pronto sonó la voz del capitán ordenando que nos colocáramos los cinturones.

Cuando me puse a acomodar el cinturón, me di cuenta que lo tenía mal. Creo que una correa era identica a la otra... ah no, ¿cómo se pone?... Sentí que sus manos me quitaron el cinturón y miré a Carmen que me lo puso sin problemas. Debía de verme tan tonto como me sentía.

Luego su comentario me dio la impresión de una ligera tristeza, así que el sonreí y tomé una de sus manos que estaba aun en mi cinturón de seguridad.

- Será el fin del viaje, pero el inicio de algo mejor - le guiñé el ojo y sonreí mostrando mis dientes - yo estoy seguro de ello.

Nos quedamos mirando a los ojos, sonriendonos. Me sentía tan tranquilo con ella, como si pudiera confiarle todo. Enseguida el avión tocó tierra.

Era extraño como las cosas se iban dando. Después de la muerte de Bridget, yo pensé que mi mundo se iba a detener por completo, pero... primero Anne, luego Carmen... creo que todo iba a mejorar.
O eso era lo que definitivamente esperaba de ahora en adelante.
- Ah, si traigo, pero, en realidad casi no lo uso, por que la mayoría de las veces no tiene crédito o pila... - me dio el papel con sus datos - muchas gracias, yo... yo no sé como agradecertelo.
Todos se comenzaron a levantar agarrando sus cosas, Carme y yo tambien nos levantamos, yo la ayudé con sus maletas, aunque ella insistía que no lo hiciera, una vez afuera, tocando piso estadounidense noté, todavía lo extraña que era su apariencia. Era quizas porque el avión tuviera una luz propia y las ventanillas cerradas, pero me parecía extraña, su olor...
Quien sabe, quizas solo era por el hecho de conocerla en poco ortodoxas condiciones.
- Gracias, de verdad, gracias por todo... - le volví a dar un fuerte abrazo - eres quizás ese rayo de esperanza que necesitaba... - me separé de ella - yo no tengo una dirección fija que darte, yo... gracias...

Estrechamos manos y volví a tener esa sensación extraña. Era como querer alejarme y no querer alejarme de ella. No lo sé, quizas era por que en ese momento la consideraba mi angel protector, como yo lo sería de ella.

- Espero que de verdad no perdamos contacto, no me importa la universidad, sino, tener a una buena amiga como tu - le sonreí torciendo la boca a un lado, si, definitivamente esa chica me agradaba y yo a ella.

En ese pequeño viaje, creo que ambos ganamos algo más que cambiar de continente, ganamos a un nuevo amigo.

Llegamos a la terminal de taxis, en donde ella se ofreció a llevarme a mi hotel. ¿Ja, yo, hotel?

- No, está bien, muchas gracias, yo me iré a pie... aguanto el paso - volvimos a estar de frente... justo para despedirnos