Los dias de lluvia

Llevaba horas sentada en aquella banca, la gente pasaba frente a mi y yo los veía, aunque en realidad no les ponia atencion. El pasado de cada persona era tan diferente uno de otro, pero a la vez era lo mismo, sólo era una serie de errores y aciertos, alegrias y tristezas, buenos ratos y malas pasadas,amores nuevos y corazones rotos. Supire largamente cuando un hombre que acababa de engañar a su mujer por tercera vez pasaba frente a mi.
Centre mi mirada al frente, viendo a una pequeña niña rubia jugar, su hermosos rizos se movian al aire, como si bailaran con vida propia. Eche una ojeada a su pasado, viendo que era una niña normal, de una familia de clase media, tenia un osito al que llamaba Chum y, por casualidad o destino, el nombre de ella era Clairy. Sonreí levemente, imaginando que esa pequeña fuera mi hermanita, en vez de la rubia adolescente mandona que tenia en casa. La niña noto mi mirada y volteo a verme, se acercó a mi y sonrio, le sonrei de igual maneray acaricie su cabello.

-Hola, Clairy- susurre dulcemente. La niña abrio sus azules ojos totalmente sorprendida.
-¿Eres un angel?- me pregunto en voz bajita, rei levemente y nege con la cabeza.
-Para nada, nena... Muchos dirian moustro- musite; ella hizo una cuchara con su boquita y me miro con gesto ceñudo.
-Eres muy bonita para ser un moustro- dijo ella, arrancando una sincera sonrisa de mis labios. Los niños eran tan inocentes... jamas mi habia atrevido a beber de un pequeño. Tome mi bolsa y saque diez dolares.
-Toma... dile a tu mama que te los encontraste en el suelo, comprate algo y vuelve con mami porque va a llover- dije extendiendole el billete. La niña sonrio ampliamente y se subio en la banca para depositar un beso en mi mejilla. El suave aroma de la infante inundo mis sentidos, pero me pude controlar y devolverle el gesto.
-Cuando regreses al cielo, ¿le puedes decir a mi abuelita que me estoy portando bien?- pregunto ella, asenti con la cabeza sin dejar de sonreir.

Vi a la niña alejarse e ir hacia su madre; minutos despues se marcharon de Central Park justo antes de que empezara a lloviznar. La gente empezo a buscar un lugar seco, pero yo me quede ahi sin decir nada, sólo dejando que alguna cancion antigua pasara por mi mente.
Sin aviso previo, una persona se puso frente a mí, alce la vista pero no reconoci quien era... En realidad, no lo conocia en absoluto.
-Lindo día, ¿no cree?- dije a modo de saludo.

Le sonrei amablemente a la muchacha. "HalfBlood" pense tranquilamente, hace cuarenta años no se me hubiera ocurrido en absoluto encontrarme con algun mestizo en la ciudad; casi siempre estaban ocultos, temerosos a lo que las otras razas pudieran hacerles.

La chica seguramente pensaba que estaba enferma, creo que no sabia lo que yo era.
-Estoy perfecta- dije riendo -La lluvia hace que el parque tenga un olor distinto... un olor fresco- añadi sonriente, me hice a un lado para que la muchacha se pudiera sentar, luego me quite el cabello mojado del rostro -Mary Anne... Mary Anne Covenan mucho gusto, senorita...- me quede en silencio para saber su nombre.

-No te preocupes, Ryan- dije riendo levemente - ¿Londres? Hace mucho tiempo que no vuelvo ahi- añadí pensativa. Volvi la vista al cielo y las cosas se aclararon un poquito, entendi el porque me gustaba la lluvia... Londres... Londres y New York eran parecidos de cierta manera, eran tan familiares para mi. Senti a Ryan mirarme fijamente y cai en cuenta de que me habia quedado en silencio por varios minutos.
-Lo siento, me quede pensando en mi antiguo hogar- dije algo apenada.

Creo que en mi mente estaba muriendo de risa ante su pregunta. "Si supieras" me dije mentalmente.
-Ha sido mas tiempo del que recuerdo- dije intentando sonar sincera, Ryan parecio creerme. La lluvia empezaba a ser mas fuerte, cosa que a mi no me enojaba o preocupaba, pero la muchacha empezaba a tiritar y sus labios a quedar azules. "Pobre chica" pense al tiempo que acercaba mi bolsa a mi y sacaba un paraguas. Lo abri y comprobe con satisfaccion que ambas estabamos protegidas del agua.
-Y dime ¿trabajas?- intente hacerle platica. Voltee a verla que facil seria morder su cuello y alimentarme... Nunca habia bebido de un mestizo.

Sonrei levemente ante su accion... Como si subir el cuello de su abrigo fuera proteccion. Dirigi mi mirada a los arboles frente a mi, en realidad, no deseaba la sangre de la chica, no me atraia.
-Yo estudio- añadi sonriendo -Estoy en la universidad estudiando canto y actuacion- añadi con orgullo. Cerre los ojos y aspire con fuerza el suave olor a lluvia. Se respiraba la paz, la tranquilidad y la serenidad (ademas, estaba casi segura de seguir sintiendo el olor de los niños jugar).

Me quede pensativa de nuevo, pense en mi pequeña Elizabeth, en los dias felices que pase junto a ella... Sacudi la cabeza, intentando alejar mis recuerdos de humana, desde hacia varios días habia pensado mucho en esos tiempos, cosa que me enojaba bastante. Tenia que olvidar, me lo habia prometido cuando me converti en lo que era hoy.
-¿Quieres ir por un cafe Ryan?- cualquier cosa que ayudara a distraerme seria bueno -Aprovecha, es muy raro que un Covenan invite a alguien a un cafe... Seras la envidia de tus amigos- dije riendo alegremente.

La mire sorprendida; ¿acaso Ryan si sabia lo que era?... La joven se rio un poco al ver mi gesto de duda.
-En realidad, no me molesta en lo absoluto el cafe... es mas, me encanta su olor cuando llueve, es relajante- afirme -Pero, si tienes alguna idea ademas del cafe... ¡Bienvenida sea!- dije riendo junto con ella. Me levante de la banca sin dejar de proteger a Ryan de la lluvia, necesitaba alejarme de los juegos de los niños, demasiados recuerdos estaban volviendo a mi mente, y aunque podian empezar como recuerdos felices, siempre terminarian igual...
-Vamosnos, ¿si?- le dije aparentando calma.

La segui alegremente. Era lo bueno de los días de lluvia, cada gota traia una nueva aventura, una nueva compañia, algo distinto, refrescante, inspirador... Los dias de lluvia eran mis favoritos sin duda. Un dia como esos mori para los humanos, un dia de esos tuve a una nueva familia... Asi como un dia de lluvia senti un amor verdadero por alguien... Tantas memorias.

Ryan sonreia mientras caminabamos, me alegre de que no estuviera incomoda con mi compañia.
-New York es una ciudad estupenda, ¿no crees?- pregunte alegremente -En realidad, nunca sabes que encontraras... Las cosas suceden de la manera menos esperadas...- ella me miro sin saber de lo que hablaba, negue con la cabeza quitandole importacia -Solo estoy habloteando- añadi reindo.

-Estoy totalmente deacuerdo contigo; la rutina es mortal...- dije sonriendo -¿en que consiste tu trabajo, Ryan? ¿Eres oficinista o algo asi?- porque si lo fuera, comprenderia perfectamente lo de la rutina; ya en años pasados (por pura ociosocidad, y muy a pesar de mi familia) trabaje de secretaria (bajo un seudonimo)... Despues de aquella acoasion, era muy extraño que fuera a alguna oficina. Era de lo mas aburrido y solo habia aprendido una cosa: a cotilear.

Ambas seguimos caminando hacia el centro del parque, a lo lejos distinguimos un pequeño establecimiento.
-Ahi venden cafe- se lo señale a la muchacha -Con un poco de suerte no estara muy lleno- nos acercamos con mas rapidez, y entramos; casi no habia gente asi que yo no necesitaba usar el pareguas, por lo tanto lo cerre. Sonrei complacida mientras nos acercabamos una mesa y tomabamos asiento -¿Que deseas tomar, Ryan?- pregunte amablemente.

-Un moka capuchino, por favor George- le pedi al mesero con una sonria coqueta, no era la primera vez que iba ahi, asi que era algo asi que una clienta frecuente, ademas de que llevar el apellido Covenan ayudaba en varias cosas.

Como lo suponia, Ryan era "oficinista" y le aburria; la comprendi totalmente. Al hablar sobre la adrenalina, me di cuenta de que esta chica me agradaria mas de lo que pense al principio. Pero debia asegurarme de algo.
-¿A que tipo de adrenalina te refieres, Ryan?- pregunte animada; George se acerco a nosotras y nos estrego los cafes, le dedicque una sonrisa que provoco su sonrojo, me hizo reir aun mas.

"El FBI" murmuré; le di un sorbo a mi cafe, deje que el liquido caliente pasara pr mi garganta. Era una sensacion agradable.
-No pareces una agente- le dije sonriendo -Luces mas como modelo... He de admitir que cuando dijiste adrenalina, vinieron a mi mente los autos de carrera- le añadi un poco mas de azucar a mi cafe -pero creo que me estaba proyectando.

-¿Tu padre es como yo?- pregunte, era inevitable esa pregunta... los halfblood eran demasiado interesante... por lo menos a mi me gustaba saber de ellos.

Soplé levemente sobre mi cafe. Ryan era una chica muy centrada y tranquila. Empecé a buscar entre mis recuerdos algo sobre el padre de la muchacha, pero no había nada.
-Lo siento, creo que nunca lo conocí- admití tranquilamente -pero estoy segura de que me abría encantado hacerlo- añadí. La lluvia empezaba a convertirse en llovizna, mire mi reloj, todavia tenia libre un rato más.

La miré extrañada, sin entender el porque su verguenza.
-Ryan, los Covenan somos una de las familias mas observadas de la ciudad, si no es que ocupamos el puesto numero uno en la gaceta chismes- sonreí levemente -no podemos aplastar un mosquito sin que esto aparezca en alguna revista- reí ante el exagerado comentario.
-No temas preguntar, es preferible que obtengas la información directo de un Covenan a que te lleguen chismes estupidos- la muchacha me miro a los ojos, se veía mas tranquila -Si, somos una familia bastante grande, somos mi padre, Marius; nuestra querida tía Callista; mis hermanos, Gabriel y Thomas; y mis hermanas, Olivia, Clara, Tatiana, Amanda y por supuesto yo- sonreí ampliamente dejandola deslumbrada.

Ryan estaba más tranquila, eso era mejor ya que las platicas no son tan divertidas cuando se esta estresado.
-Así es, somos una familia bastante multifacetica, por decirlo de alguna manera- reí quedamnente y le dí otro sorbo a mi cáfe -Estudio Actuación y Canto... Algun día sere famosa y hare muchos musicales en Broadway- dije con voz altanera, Ryan me miró son sorpresa, no se esperaba ese comportamiento en mí. Solté una carcajada y tome si mano -Solo bromeo... No soy tan presunciosa... No siempre... pero si me gustaría ser una gran actriz- dije alegremente -¿Cuales son tus sueños, Ryan?-pregunté algo mas seria.