La primera vez que abrí la puerta...

Al entrar a la casa, me llegó un olor a nuevo, con un toque de vampiro. Todo estaba minuciosamente acomodado y pintado de tal manera que impresionaba al que lo viera. Parecía casa de catálogo de esos que hay para que la gente compre camas o sofás.

Estaba seguro de que por aquí había pasado Alice ya que ella era de las pocas personas que conocía que se preocuparan tanto por la apariencia de absolutamente todo. Voltee a ver a Bella con asombro. Ella extendio una mano, dandome señal de que inspeccionara la casa.

Después de haber visto todo lo que los Cullen sabían sobre decoración, esto me dejó impactado. Había llevado su talento al límite. Este penthouse era de lo más lujoso de lo que un mortal hubiera imaginado.

Me senté en un sofá, Bella me siguió y se sentó alado de mi. Tomé su mano:
"Bella, es hora de hablar"

Tomé un respiro, sabía que ella no hablaría hasta que yo dijera que me había traído hasta aquí:
"Pues....tu sabes que la noticia de Nessie me devastó.... y pues hice lo que soy mejor haciendo....huir.....hem....todo este tiempo estuve pensando en porque diablos tengo que sentir esto, porque no solo puedo ignorar a mi naturaleza y darle por su lado a mi instinto. Y pues he corrido mucho, pasado por varios lugares pero nunca pensé que pudiera encontarte ahí, en la universidad"

Hasta ahora, Bella mostraba un gesto de agradecimiento por haberme abierto y contarle lo que pasaba por mi mente.

"Y que pasa contigo, Bella, pensé que Edward y tú vivirían felices por siempre"
Ups, creo que dije las palabras incorrectas.

La comunicación entre Bella y yo seguía siendo las misma de antes, sincera. Pero al parecer, aún ninguno de los dos soportaba que el otro viera sus debilidades. Entre un cruce de miradas rápidas, tuvimos el sufieciente tiempo para terminar de confirmar las penas que nos acongogian.

"Mira, Bella, se que esto es dificil para ti-me vio rápidamente y se volteó de nuevo-y creeme que para mi también lo es"

Se levantó del sofá, la seguí, se quedó mirando una ventana.

"Pero los dos podríamos arreglar las cosas-mi tono de voz sonó p'retencioso, ella volteó a verme con incredulidad-...juntos"

Despué de tanto tiempo viajando, pensando, sólo con mi mente, la compañía me resultaba algo realmente reconfortante, más por parte de mi mejor amiga. Ahora, más que nunca, necesitaba a alguien con quien compartir mi agonía.

Nunca había sido muy claro con mis emociones con la gente, (excepto con Nessie) pero al estar con Bella, toda mi fortaleza que tenía para mostrarle a los demás simplemente se desvancecía, el lobo autoritario de la manada que todos conocían, era apenas un cachorro cuando Bella y yo lograbamos adentrarnos en nuestras pláticas.

Nunca me sentí tan vulnerable, emocionalmente hablando. Las dos personas que tenían el acceso a mi vulnerabildad eran Nessie y Bella, vaya mi maldita mala suerte, las dos me han herido, pero con el tiempo las heridas de Bella fueron sanando. Las que me punzaban ahora eran las de Renesmee, que no me la podía sacar de la cabeza. "Jacob estúpido" repetía para mi.

Abracé a Bella, más fuerte de lo que no podía cuando era humana, ella correspondió con un apretón tan fuerte que casi me deja sin aire.

"Prometeme que vamos a estar juntos en esto"

Su respuesta me tranquilizó. Nos volvimos a sentar en el sofá, ya con un poco más de desenvolvimiento en nuestra conversación, nos pusimos al día. Le conté de los lugares a donde fui, todo lo que pensé, la gente que conocí. Ella me contó su situación con Edward-nada buena, para ser preciso-y cuando tomó la decisión de dejar Forks.

Hubo un momento en que llevamos la plática a la cocina, mi estomago me pedía comida a rugidos, para mi suerte, para ser millonaria, y no tener que comer tenía un refrigerador casi de mi tamaño repleto de delicias. Veía en la cara de Bella la diversión de verme comer tan deseperadamente, mientras seguíamos platicando.

Pasamos platicando toda la noche, Bella lucía muy netusiasmada de contarme todo lo que había pasado, además de lo triste, sentía que le iban a salir bocas en los codos.
Yo tampoco me quedé callado, también hablé demasiado.

"Gracias por la conversación, Bella, creo que nos ha sido muy útil"

Guau, si que tenía fuerza, me cargó hasta su cuarto, no me imagino cuanto he de pesar. Cuando me empezó a acariciar el pelo, me sentí como niño mimado, nadie me había tratado así desde hace mucho tiempo, aunque me sentia incomodo y mi independencia seriamente invadida, me deje querer.

La cama estaba muy cómoda, después de dormir tantos días en mi forma lobuna, en el suelo, y la comida ni se diga, todas esas cosas que me había perdido durante todo este tiempo. Probé un par de cosas diferentes, supongo platillos que para un millonario eran manjares.

Bella se pasó bastante rato jugueteando con mi pelo, mientras yo me empezaba a sentir soñoliento, se levantó y sacó del enorme closet un edredón rojo y me lo pasó encima. Me dió un beso en la frente, apagó la luz y salió del cuarto.

Desperté con un bostezo enorme. Vaya descanso, bendito colchón el de Bella que ni siquiera utilizaba. Noté que estaba sentada a lado mío, estaba muy concentrada en su lectura.

Fijé mi vista en ella, no me había precatado lo bien que se veía concentrada, con la mirada entusiamada por devorarse cada página de ese libro enorme que tenía entre las manos.

Al percatarse de que la estaba mirando, cerró su libro y recargó su codo en mi almohada, y me miró con una enorme sonrisa.

Me hizo sentí feliz al sentir su cercanía, tenía tanto que no había contacto físico con ella, que no pude evitar una carcajada. Ella también se rió. Nos callamos cuando oímos a mi estómago hambriento. Me levanté y le dije:
"Con tu permiso, Bella, ire a asaltar tu refrigerador"

Voltée para ir hacia la puerta, de haber sido más sensible, me habría dolido el almohadazo que sentí en la nuca. Giré sobre mí lentamente, Bella estaba en la cama con una almohada en la mano, y con una mirada traviesa.

"Con que quieres pelear, eh?"

Recogí la almohada que me aventó y empezó la guerra.

La guerra fue todo un exito, terminamos llenos de plumas, al igual que la habitación que se veía completamente blanca y un poco desordenada, bueno creo que la palabra correcta es destruída. E l colchón tenía los resortes de fuera y el closet, había quedado hecho añicos, al igual que la ropa adentro, los demás muebles de la habitación ahora eran solo madera destruida.

El cabello de Bella era un desastre, lleno de plumas al igual que su rostro, pero aún así no se iba su belleza vampírica. Yo también tenía plumas por todo el cuerpo.

Pero ahora´, mi hambre aumentó más y salí disparado por la salida de la habitación, pasé por lo que la noche pasada había sido la puerta, pero ya era un tabla en el suelo.

Bella me siguió el paso, saque todo lo que pude del refrigerador y lo puse en la mesa, Bella se sentó en frente de mi mientras comía y al mismo tiempo platicabamos. Vaya que me estaba dando una vida de rey, al parecer Bella, después de haber destrozado su habitación no pareció molestarle, pero bueno, tenía el suficiente dinero para rellenar ese cuarto de nuevo y otros 15 departamentos lujosos.

"Gracias por todo, Bella, todo esto me ha ayudado bastante, me desconcentra de mis problemas"

Me abrazó, vaya, ahora de veras empezaba a sentir que me quería. Si si, agradecía mucho el detalle del abrazo pero no me dejaba meterme a la boca la baguette que tenia en la mano, depués de los 3 lujosos platillos que ya me había comido antes.

"Si, Bella, yo también te quiero mucho" dije con un tono de risa, la tome por los hombros y la senté en su silla y mordí el baguette. Bella puso los ojos en blanco y sonrió.

Al terminarme la comida de la mesa, sientiendome libre de alguna falta de respeto eructé y me palmée el estómago.

"Listo, que hacemos ahora?" le dije

Bien, una oportunidd de hacer lo que yo quisiera en su territorio. Veamos, estaba en un penth house de lo más lujoso, todo lucía demasiado arreglado para destruirlo, se me ocurrió algo. Le pedí las llaves del auto, bajamos el edificio y nos metimos a su gloriosa nave. Uf, que ronroneo, la mezcla de estómago satisfecho, corazón acompañado y el motor de una belleza.... que más podía pedir?

Menejé a toda velocidad mientras veniamos contando chistes, me estacione cerca de un edificio enfrente del Central Park. Nos bajamos y caminamos despacio por el parque , nos acostamos en el pasto.

No duramos mucho, al poco rato estabamos corriendo dandonos piquetes en las costillas y zapes. La gente se nos quedaba viendo incredula, como podía ser que cierta belleza adulta estuviera jugando así con un joven gigante.

Me quedé pensando en esa vez que Bella trató de usar sus encantos para sacarme la sopa de las leyendas de la zona. Aquella ocasión fue especial. Pero la cruda verdad era que su hija era la que me había cautivado más, algo evidentemente retorcido, primero con la mamá y luego con la hija.

Aunque Nessie ya no quisiera estar conmigo, yo aún la quería con todas mis fuerzas y estaría dispuesto a morir por salvar su pellejo.

"Lo más extraño es que en ese instante los torpes intentos de seducción funcionaron" dije burlandome de ella, "eras pésima Bella, aunque lo lograste".

Puso mala cara y luego me pico la costilla, ydespués se rió. Nos echamos en el pasto de nuevo, ahora mirandonos.