CLARISSE Y JOSEPH, Y VIVIERON FELIZ PARA SIEMPRE.

No es posible, apenas dimos un paso dentro del hotel donde nos hospedaríamos y todos se ponen en nuestra contra separándonos, el cuarto se me hace pequeño y las pocas horas que logré dormir en el avión me serán suficientes "A buena hora se te ocurrió tener madrinas que no necesitan dormir" el temor de que me fueran a despertar de alguna manera que alteraran más mis nervios era lo que no me permitía estar en paz y sabía que por más que me esforzara me las encontraría para que empezaran a tener un maniquí de carne y hueso "Resignación, resignación".

Estoy en sus manos mientras me empiezan a arreglar y dejo que hagan lo que quieran después de todo ellas tienen experiencia y yo no así que todo tiene que salir bien, al fin me dejo de mover para que no haya ningún jalón, zape o algo por el estilo, estoy casi lista cuando tocan a la puerta diciendo que es el servicio llevando algo para mí, las Cullen por más rabietas que hagan yo sonrío y camino hacia la persona del servicio y tomo la caja entre mis manos leyendo la nota antes y después abro la cajita viendo el contenido, las lágrimas se me iban a salir y de no haber visto a mis adoradas madrinas después de padecer con el maquillaje hubiera llorado, tomé una hoja y le respondí la nota:

Le dí la nota y me regrese hacia mis madrinas dándoles el dije para que me lo pusieran mientras esperaba que mis padres llegaran.

Ya me arreglaron Alice, Ness y Rose, todas han puesto manos a la obra para hacer de mi una novia, no importa lo demás, sólo me importa llegar hasta sus brazos de nuevo y saber que le pertenezco ahora más que hace unos minutos, escucho que todas dicen que estoy lista y me veo en el espejo.


No puedo creerlo... suspiro -Gracias, las adoro- las abrazo a las tres mientras bajo de la base e intento no llorar de saber que sólo falta que alguien toque esa puerta y entonces salir directamente al lugar en donde será mi boda y donde uniré mi vida a la suya , suspiro una vez más soltándolas y dándoles las gracias nuevamente -Gracias por estar conmigo en estos momentos- la puerta suena y sé que son mis padres los que ya llegaron o eso quiero creer, mientras tomo el ramo y mis votos, al parecer llevo todo, acaricio el dije que me acaba de mandar Jo "Te amo" respiro -Ahora sí estoy lista- sonrío aparentando tranquilidad.

Respondo el abrazo de mi primix y al verla tan linda como se ve, me reincorporo y voy a arreglarme, contrario a lo que había pensando decido cambiar el vestido que llevare a ultima hora por algo un poco más descreo pero igual que siempre sexy y sensual, escucho la puerta y asomo el rostro viendo quienes se acercan mientras el cuerpo de Clar deja entrever su nerviosismo -tranquila primix, todo estará bien- nuevamente esas imágenes están en mi mente una nueva boda una pareja más que se declara su amor eterno, suspiro y regreso a mi propia atención.



Al final todo listo me aseguro de tener conmigo la cajita de las arras que yo misma mande gravar para esta ocasión y me preparo para salir en cuanto nos informen que todo este listo, desearía que mi osito estuviera aquí pero se que tiene asuntos que lo mantienen lejos de todo esto -primix te ves perfecta, toda una princesa- me aseguro de que nada se nos olvide y me siento a esperar.

Salí del cuarto del brazo de mis padres que se veían guapísimos -Los adoro, gracias por estar conmigo en estos momentos- sabía que me tenía que calmar, ya estaba todo listo y entonces subimos a la limosina, todo el camino fui apretando sus manos muy presionada, hasta que llegamos y ví el auto de Joseph, respiré, todos ya estaban ahí...

Bajé de la limosina y acomodé la caída del vestido para que quedara perfecta pidiendo un poco de ayuda a Rose y a los pocos minutos ya estaba en la puerta de donde sólo una alfombra me separaba del amor de mi existencia, empezó a sonar la marcha nupcial y yo sentí que las piernas me temblaban -Estoy muy nerviosa- sujeté los brazos de mis padres con todas mis fuerzas para poder mantenerme en pie y llegar hasta el altar y tomar la mano de Jo -No voy a poder llegar, las piernas se me están doblando- empezamos a dar los primeros pasos para que me terminaran entregando.

La ceremonia empezó y me sentía extraña de no ser yo la que estuviera al piano tocando la marcha nupcial como tantas otras veces lo había hecho pero hoy tenia una labor mayor, ser la madrina de arras a lado de Reth el padre adoptivo de mi primix, quien por cierto luce en verdad magnifica. Tomo asiento en la silla reservada para mí y pongo las arras sobre mi regazo para asegurarme que están aquí y espero mi momento para entrar en escena. Me sentía tan llena de felicidad de ver que por fin un sueño que ya todos esperábamos se hacia realidad que no pude evitar suspirar mientras observaba como se tomaban de la mano y recorrían ese pasillo que tantas veces yo ya había recorrido.