"Mi departamento tuyo"

No quiero escucha más no lo necesito, tratados y explicaciones están de más en este momento solo necesito el silencio y la protección de sus brazos y su pecho. Me envuelvo en sus brazos, respondo sus besos, me aferro a su espalda y solo una lagrima traicionara responde sus palabras. “Te amo George, te amo más que a mi propia vida” susurro al final sobre su pecho, sintiendo la piel tibia de su cuerpo y la calidez de su respiración. “Sera mejor que regresemos a nuestra habitación” apoyada en sus brazos me pongo de pie junto con él refugiándome en todo momento en su pecho.

“Adelántate amor quiero ventilar un poco el cuarto de baño para que se termine de ir el vapor” lo beso en la mejilla y espero que salga para moverme un poco, abro el puño de la mano que había mantenido cerrada para observar como el pequeño vendolete se comienza a despegar de la piel por la humedad del ambiente y lo elevado de las gotas de agua que habían llegado a caer; me quito el vendolete y me pongo un poco más de antiséptico y un nuevo vendolete antes de regresar a nuestra habitación.

Regreso a nuestra habitación solo para verlo con esa figura perfecta sentado al borde de la cama, sin decir mucho o más bien nada, me abrazo a su cuello y lo beso con entrega "ahora estaremos bien” me aferro a su cuello y me siento sobre sus piernas acomodando mi cabeza en su hombro tomando su mano, “¿quieres que vaya a preparar la cena?” busco su mirada esperando su respuesta pero sobre todo la reacción a mi cercanía, no quiero hacerle daño ni complicarle las cosas más de lo que ya se han complicado en los últimos instantes “o, ¿prefieres que pida algo de comida rápida?” en realidad en este momento lo que quiero es solo estar con él, a su lado en sus brazos asegurándome que ahora en verdad todo esta bien.

Beso su cuello, aun entre sus brazos, y susurro sobre su oído en un tono protector “no amor mío, en realidad tampoco tengo hambre” al ver su rostro cansado extrañamente siento el mismo cansancio en todo mi cuerpo, había sido quizá la adrenalina o algo más que me hizo actuar firme ante la situación que se nos presento pero ahora que ya todo esta en paz esa sensación extra también desapareció dejando solo el cansancio y la pesadez de cada instante.

Me levanto de sus piernas y beso su frente “ven amor mío será mejor que te recuestes y descanses, este día fue muy pesando” tomo su mano y pongo mi mayor esfuerzo para ayudarlo a levantarse, con mi mano libre tomo el cubrecama de la cama y acomodo la almohada para que se recueste “vamos amor entra a la cama y en un momento te are compañía” vuelvo a besar su mejilla y dejo que se recueste mientras me encargo de algunas cosas en nuestra habitación.

Termino de hacer un par de cosas en nuestra habitación como recoger la ropa húmeda y cerrar la puerta de cristal que da a la terraza, después atendí la cocina regresando todo a su lugar y limpiando la barra para que todo quedara limpio y en su lugar. Estoy a punto de irme a la cama pero la idea de mi madre de nunca irme a acostar con el estomago vacio me hace tomar medio vaso de leche “quizá” preparo otro vaso con leche y un poco de miel para mi prometido.

Regreso a la habitación y lo encuentro ya en la cama casi dormido, me acerco a él y antes que otra cosa beso su frente y susurro “¿estas dormido amor mío?” dejo el vaso a lado de la mesita y me siento a su lado en la cama a observarlo con ese gesto que tiene de a punto de quedarse dormido “te traje un poco de leche tibia endulzada con miel” susurro sin acercarme mucho a su rostro “dicen que es bueno para descansar mientras duermes” beso sus labios apenas con un roce y me levanto de la cama para recostarme a su lado.

Estaba a punto de acomodarme en mi lado de la cama cuando lo escucho llamarme “aquí estoy amor mío” me muevo un poco para verlo a la cara y me acerco a su cuerpo con su primer llamada “no te preocupes amor mío, se que estas cansado, yo también lo estoy” me acurruco en su pecho “solo descansa amor mío, mañana nos espera un gran día” afortunadamente después del baile me había encargado de pedir unos días libres en la escuela para encargarme de las cosas de mi casa y de mi ahora prometido, situación que no estaba en el plan original. Acomodada en su pecho no puedo evitar bostezar de lo realmente cansada que me encontraba después de toda la tensión y sobre todo grandes emociones que habíamos tenido durante todo el día, “amor mío, ¿puedo preguntarte algo?” susurro contra su pecho, me sentía tan fascinada con un suceso tan particular en el día, que antes de dormir quería confirmar que en verdad había sucedido a pesar de tener la prueba fiel en mi dedo quería que me lo repitiera una vez más “dime amor mío, ¿en verdad estamos comprometidos?” cierro los ojos sobre su pecho esperando que confirme lo que se de ante mano.

No puedo evitar suspirar con sus palabras, abro los ojos y lo veo, mirándome con un gesto enternecido en el rostro pero un pequeño rasgo de confusión, de duda, “aquí estoy amor mío” tomo una de sus manos y la entrelazo con la mía para que sienta mi contacto la verdad de mi existencia “aquí estoy a tu lado, en tu casa, en tu habitación, entre tus brazos sobre tu pecho” el roce de su mano me hace sentir el frio del oro de mi anillo “con el anillo de tu familia en mi mano como muestras de nuestro amor”, me muevo un poco para acomodarme mejor más cerca de su cuello mientras que con ese gesto protector me cubre con una de las mantas de la cama.

Escucharlo mencionar nuestra boda arranca un nuevos suspiro de mi ser “amor mío por mi podríamos casarnos mañana mismo pero creo que tanto tú como yo debemos atender asuntos de familia, porque aunque se que mis padres no asistirían debo informarles que voy a casarme con el hombre de mis sueños” cierro los ojos con cada uno de sus besos con sus carias con la forma tan esmerada que me cuida buscando el bienestar de mi ser con el más mínimo de los detalles “amor mío si tu quieres hablar de la boda, hablemos” me muevo un poco para buscar sus labios y antes de besarlo susurro “aunque quisiera dormir no podría, así que será mejor aprovechar el tiempo en planear un par de detalles de la boda” me estiro sobre su cuerpo buscando papel y pluma en mesita de noche para anotar un par de detalles “veamos, ¿por donde empezar?” juego con la pluma sobre la hoja garabateando un par de tonterías sobre la hoja buscando que las ideas llegaran a mi mente.

Estoy buscando la forma más sencilla de explicarle la relación entre padre-Cassandra-madre, cuando sus ultimas palabras me dejan fuera del contexto de mis ideas “¿me estas queriendo decir que me voy a casar con un duque?”, quizá esa no es la respuesta que busca en primer momento pero eso de que fuera un duque, era para que en verdad alguien perdiera el hilo de todo en un momento como este “amor, ¿por qué no me lo habías dicho antes?” nunca en un solo instante he dejado pasar la sola idea de que es ingles y más aun que no es del todo humano pero el hecho de que sea un duque si es un golpe o más bien una noticia que para nada espero, es que quizá estoy tan acostumbrada a la vida tranquila y nada nobiliaria de mi parte del mundo que de pronto recordar y con una noticia de este tipo que existe otra forma de pensar del otro lado del mundo donde este tipo de detalles son tan venerados como la región o incluso más me deja en verdad fuera de balance.

Respiro un par de veces buscando en control de mi cuerpo y mis ideas que están hecha una estampida en mi cabeza golpeándose unas a otras en forma de millones de preguntas que quieren y amenazan con salir de mi boca en una forma poco coherente “¿Qué pasara en el momento que sea tu esposa?” es una pregunta que considero lógica en ese momento y además la primera de muchas que están por desencadenarse “no esperaras que cuando sea tu esposa también sea una duquesa, amor mío eso no es para mí, no puedo ni con las reglas de una cena formar, ¿crees que seré capaz de soportar los rigores de la monarquía inglesa?” por un momento todas las ilusiones de mi boda son sustituidas por el miedo y el terror de una sola idea reglas de etiqueta, de una monarquía me repito casi a punto de reír o llorar.

Sus ultimas palabras me hacen dudar y por un momento me veo como una niña caprichosa haciendo que todos jueguen a su propio juego como si fueran más que piezas de un agredes sabes Cassandra eres peor que un niño junado a ser rey, te das cuenta que George solo se esfuerza en complacerte y tienes pruebas de eso, primero renuncio a su vida llena de etiquetas y buenos modales que para él eran verdaderamente fundamentales, solo por complacerte; después renuncio volver a su vida tranquila en Londres por estar aquí a tú lado y ahora renuncia a lo único que le queda de su familia su titulo, volteo a ver sus ojos que me observan un poco sorprendidos, me vuelvo a refugiar en su pecho y en un susurro le digo “promete que solo serán libros y quizá una visita en toda mi vida al palacio para conocer a la familia real” mi propio dialogo me hace pensar que es hora que yo renuncie a un par de cosas por él, si lo amo creo que esta es una forma de demostrárselo “es hora que yo ponga un poco de mí amor mío, además se que al final del día Cassandra Clapton y la Duquesa de Buxton serán la misma persona tu esposa” por llamarme suya estoy dispuesta ha hacer lo que sea incluso llevar un titulo nobiliario y es necesario, “por ti amor mío es hora de que seda un poco en mis ideas” me refugio en su pecho tomando sus brazos para envolverme en ellos.

Vuelvo a suspirar entre sus brazos por un recuerdo en mi memoria “¿sabes?” levanto la vista y lo veo a los ojos disfrutando esa imagen de su rostro a media luz con unos ojos profundos que siempre me observan atentos “mi madre siempre decía que con mis modales nunca llegaría ni a la esquina de la casa real” ahogo una pequeña risa en mi garganta antes de seguir hablando “me gustaría ver su rostro cuando le diga que ahora soy tu prometida y eso me hace la futura esposa de un duque” con pocas ganas me libero de sus brazos para volver a tomar la libreta y recostarme sobre su cuerpo “creo que debemos seguir con la lista para la boda amor mío” comienzo a garabatear tantas cosas en la hoja de la libreta que tengo miedo de no poder entenderle después “¿por donde empezar?” susurro jugando con la punta de la pluma sobre mis labios.

Una mirada llena de sorpresa es la que observa el rostro de mi prometido “no puedo creerlo amor mío, tú George Luis Clapton III Duque de Buxton un rebelde” no puedo ocultar la risa de solo pensarlo “es tan increíble amor mío, solo pensar que en algún momento de tu muy larga vida fueras un rebelde” no puedo imaginarme a mi prometido comportándose fuera de su tan marcada y bien desempeñada formalidad “no puedo amor mío, simplemente no puedo imaginármelo” observo su mirada buscando algún rastro de risa pensando que podría llegar a ser una broma. Al final decido dejar la libreta de lado y regresar a mi lugar favorito su pecho envolviéndome en sus brazos “quiero algo sencillo amor mío, solo mis amigos y tu familia” me acurruco en su pecho y cierro los ojos aspirando el aroma de su cuerpo jugando con mis uñas sobre su pecho.

La tensión de su pecho me agrada al sentirlo me muevo un poco y beso los surcos que hice con mis uñas, “hum” no puedo evitar dudar mi padre me había comentado que él y mi madre habían asistido a la boda pero supongo debió ser cuando aun estaban casados y teniendo en cuenta que ellos se habían separados apenas después de mi nacimiento supuse que debía haber sido antes de mi nacimiento “si la recuerdo, fue un suceso que aun en los libros de historia se aprendía y más aun en los que yo debía tomar” el solo pensar que él había asistido una duda surgió en mi mente y no dude un solo instante en preguntárselo “amor, ¿exactamente cuantos años tienes?” levanto el rostro buscando su mirada “amor no es que me interese mucho la verdadera edad que tengas, es solo simple curiosidad para saber que tantos años de historia tienes guardados en tu memoria” vuelvo a regresar a su pecho y lo lleno de pequeños besos sintiendo como se mueve con cada respiración.