Alguien del pasado

Sentía que la cabeza me iba a estallar, sabía que esta estadía en New York sería complicada, pero no pensé que pasarían tantas cosas en tan pocos días, y menos cosas tan fuera del plan... Tendríamos que haber llegado todos al mismo tiempo, no sé por qué a mi padre se le ocurrió enviarme primero. Bueno, se supone que para adelantar las cosas, pero lo que he hecho ha sido complicarlas... Me va a caer una buena cuando esto se sepa... Estaba pensando en todo eso, cuando algo me hizo reaccionar de golpe... Mejor dicho, alguien... Tuve que mirar de nuevo, para asegurarme de que no veía visiones... Pero no, era ella... No ha cambiado casi nada, pero aunque fuera así, la reconocería en cualquier parte...

- Hayal... Lo sabía... -De repente, una escena tras otra acudieron a mi cabeza, y un antiguo dolor que creía olvidado, hizo acto de presencia. Sabía que volvería a verla en algún momento, pero no ahora, ni siquiera me había pasado por la cabeza que la encontraría... Primero me avisarían de la llegada de todos, de mi padre, y luego me mudaría a donde estuvieran todos... Entonces, sólo entonces la vería, ese era el plan... Pero parece que las cosas están saliendo de cualquier manera, menos del modo en el que estaban planeadas. De haber sabido que me iba a topar con todo esto, tal vez nunca hubiera salido de África... No me importa enfrentarme a un ejército de vampiros, me da lo mismo si me matan o no, yo no tengo nada que perder... Pero lidiar con las emociones, los sentimientos... Los recuerdos... Nunca he sido demasiado bueno en eso... Y ahora, Hayal se me presenta, y no tengo ni idea de qué decirle... Si es que aún hay algo que decir al respecto...

- Así que ya llegaron... -Mi tono era frío, no tenía esa intención, no tenía idea de que el dolor seguía allí, como una antigua herida de guerra, podía haberse curado, pero quedaban secuelas. Y la herida podía haber cerrado, pero quedaba la cicatriz. Ella me había lastimado mucho en su momento... La primera vez que intimaba tanto con alguien, y me dejaba solo, sin mirar atrás, como si todo lo ocurrido no importara... Como si a ella no le importara. Encima me había tomado por sorpresa, no había tenido tiempo ni para pensar en lo que quería decirle... Ni siquiera sabía si aún quería decirle algo...- ¿Quién me buscaba? ¿Los Luri? Pues he estado todo el tiempo hospedado en el mismo lugar -"Aunque muy poco 'localizable'", pensé- Hayal, han pasado muchas cosas... Ahora, todo ha cambiado... YO he cambiado... Y de todos modos, el tema que nos interesa quedó cerrado hace mucho tiempo, ¿verdad? Cuando tú lo diste por cerrado... -No pude evitar reprocharle eso... Dolía aún... Un dolor sordo, casi imperceptible, pero ahi estaba...

No la entendía... Nunca fui capaz de entenderla... Si le importaba tanto, ¿por qué actuaba así? Me hubiera enojado cuando gritó, pero se disculpó enseguida. Además, pude notarlo, se sentía impotente, desesperada, quería proteger a su familia y no sabía cómo... Igual que yo, es decir en parte... Porque mi situación ahora es más complicada...

- Sé lo que les pidió mi padre. Y déjame decirte que yo también los considero mi familia, aunque no nos conozcamos todos en persona, o no nos hayamos visto en mucho tiempo, siempre hemos estado unidos de alguna manera, sobre todo en ciscunstancias delicadas, como ahora... Eso no va a cambiar, Hayal... Al menos, espero que no... -Lo último, no lo dije sólo por mi familia... También por ella... No sé lo que va a pasar con nosotros, ni lo que tendré que hacer para proteger a Olivia, y a la vez proteger a mi familia...- Perdona si te hice sentir incómoda... Tienes razón, hay cosas más importantes ahora... Si quieres acompañarme a buscar mi equipaje en el hotel, me mudaré ya, no creas que no comprendo lo importante que es que no andemos todos desperdigados por la ciudad...

Por un momento, la situación pareció volverse normal, parecíamos sólo dos viejos amigos, caminando juntos por la calle... Hasta que fuimos a cruzar una avenida, y tuve que detener a Hayal para que una motocicleta no le pasara por encima... Antes de darme cuenta, la tenía abrazada, junto a mi cuerpo... Muchas veces había pensado en lo que sentiría si volviera a tenerla así de cerca... Y ahora, no sé cómo definirlo, ella siempre me ha provocado sensaciones.... Extrañas, por decirlo de algún modo... Y ahora, me resultaba más extraño que de costumbre, como si sólo unos días atrás la hubiera tenido entre mis brazos, con sus ojos así de cerca...

- Lo siento... -dije, al darme cuenta de que la había retenido demasiado tiempo, y la solté...

Extraño... No sé por qué, en apariencia todo está normal, pero siempre me sentí diferente cerca de ella, y ahora veo que eso no ha cambiado. Recordé cuánto me había llamado la atención su impresionante belleza, cuando la conocí... Y ahora, su rostro me resulta demasiado familiar... Bueno, la he conocido antes, y la he conocido muy bien... Pero tengo la impresión de que es algo más... Aunque también pueden ser paranoias que ella me provoca con su cercanía... "Y... qué ha pasado contigo en estas semanas?", me preguntó, de repente, y por un momento me quedé mudo... Buena pregunta... Cómo iba a explicarle ahora que he estado saliendo con una vampiresa prácticamente desde el día en que llegué? Y hasta donde sé, no es de las vegetarianas... Eventualmente, tendría que decírselo a todos, lo sé, estas cosas no se pueden ocultar mucho tiempo, y además, sería una traición... Pero no ahora... No a ella...

- No ha pasado nada que valga la pena contar... -dije, en voz muy baja...

Reí ante el recuerdo... Las cosas estaban tan claras entonces... Y creo que fue en aquel momento cuando empecé a pensar en ella como algo más que una amiga, o una compañera de entrenamiento. Aunque aún era todo muy inocente, a pesar de lo que sucedió después entre nosotros...

- Y no sólo el león, también el rinoceronte, y esa estampida que por poco nos pasa por encima... -La miré, sonreía también... Suspiré- Esta ciudad es como una jungla, en cierto modo... Sólo que más peligrosa -No expliqué el por qué, no era necesario... Pero New York es el primer lugar donde me siento realmente atrapado, acorralado...

"Había mucha paz"... Algo que no había conocido desde que llegué aquí, siempre al límite, sabiendo que podía pasar cualquier cosa, y en cualquier momento... Yo también echaba de menos esas noches tranquilas, con sólo el ruido de la selva cerca... Es verdad que en alguna ocasión te podía atacar algún animal, pero al menos sabías que podrías defenderte... Es peor si no sabes ni siquiera qué armas usar... O cuando la pelea es contigo mismo...

- Yo también echo de menos Africa -La miré- Y ahora que lo dices, es extraño, pero... No has perdido esa confianza... En realidad, nunca la perdiste... Eres una de las pocas personas en las que sé que puedo confiar... -Ni yo mismo podía creer lo que acababa de decir, pero era así como lo sentía...

Su cercanía me ponía nervioso... Si me descuido, en algún momento me tropezaré con algo... La vi sonrojarse cuando entramos en la habitación, pero supongo que es algo normal entre dos personas que fueron algo, y ya no lo son... Empecé a recoger mis cosas, tan rápido como pude, y a empacarlas... Hayal me ayudó, amablemente, y menos mal, porque estoy tan nervioso que terminaría olvidándome de algo...

- Acaso no debería confiar? -le dije, de repente... Bueno, era ella quien había sacado el tema- Y tú confías en mí?

Cuando mencionó lo nuestro, más bien el final, no pude evitar sentir de nuevo ese dolor sordo, oculto detrás de otras emociones, pero que aún estaba allí... Y cuando me abrazó, tan repentinamente, me quedé allí parado, sin saber qué decir, ni qué hacer... Sólo atiné a devolverle el abrazo...

- No te preocupes... Sabes, el pasado ya no se puede cambiar, pero aún nos queda el presente... Digo, aún somos amigos, no?

Sentí que me sonrojaba intensamente, cuando ella vio el desastre en mi habitación...

- Créeme no quieres saber detalles... -le dije, y evité su mirada, que de seguro era de confusión... Se lo explicaré, sí... Después, ahora definitivamente no... Aunque tal vez sería mejor decírselo a ella sola, que en su casa, delante de su primo... Y de mi padre, y otros que prefiero no mencionar... Pero no, por alguna razón no puedo, no quiero decírselo...- Vámonos... Mi auto está abajo -dije, tomando la maleta ya lista, y el morral que uso a manera de mochila. Ella me siguió, sin insistir en que le explicara aquello...