A primera vista.

Se que debería estar en la universidad o buscando donde vivir pero un finde, más de libertad no me va ha hacer daño además es Londres a quien en sus sentidos se le niega una vista a Londres, las tiendas, las calles todo Londres es perfecto además lo tomare como mi viaje de graduación, viaje que gracias a mi padre no pude tener. Viendo sin ver realmente cada uno de los aparadores el reflejo de un chico llamo mi atención, un chico como pocos, quizá puede pasar desapercibido pero su reflejo es imponente, giro sobre mis tacones y lo veo de frente “no te hace justicia ese reflejo” susurro mientras lo veo sin disimular ni un segundo.

Educado quizá mas de normal en esta época, pero para nada le resta puntos más bien lo hace verse mas interesante y se porte de joven pero educado le da un toque de interesante que ya mucho quisieran “nada en realidad, me llamo Cassie” no puedo quitarle la vista de encima tiene algo que te invita a verlo de una forma que raya en lo grosero pero pues con ese cuerpo debe estar más que acostumbrado, “¿estas de compras o solo paseas?” no pienso perder la oportunidad de pasar un buen rato en su compañía y sobre todo en sus ojos.

Muy educado para mi gusto pero con esos ojos y esa mirada que te invitan a perderte en ellos es imposible no dejarlo actuar a su libre antojo “un gusto George, pero por favor llámame Cassie” un fotógrafo interesante profesión hoy en día, aunque con esa cara, esa voz no debe tener el mas mínimo problema para conseguir todo lo que quiera, apenas si doy un vistazo al aparador analizando la cámara que me indicada, (no necesitabas un marco apara esa fotografía de tus padres Cass?) me pregunto mientras veo un excelente pretexto para robarle unas palabras más y quizá hasta su numero de celular “bueno yo estaba a punto de entrar a buscar un marco para una fotografía familiar” señalo la puerta uso pasos más adelante con un movimiento de cabeza.

Entro a la tienda mientras tiene la puerta abierta para mí, es más formal de lo que esperaba eso de mezclar la impersonalidad con los formalismos le da un toque tan pero todo tiene su propio limite, antes de que vuelva a decir algo pongo un dedo sobre sus labios y no puedo evitar pensar en lo bien que se sienten, lo observo a los ojos de una forma coqueta y hablo en tono bajo pero firme “dos cositas George, si me dices Cassie me hablas de tú o bien me sigues hablando de usted y te arriesgas a que no te responda” vuelvo ha sonreírle y casi sin darme cuanta cierro los ojos como “haciéndole ojitos” una muy clara señal de coquetería de mi parte. La verdad es que no me interesa como hable solo quiero escuchar su voz y ese acento ingles que tiene lo hace aun más interesante “me gusta la idea, mi marco, tu cámara y un café para ambos, ¿aceptas?”

Esas primeras palabras saliendo casi arrastras, pero sonó tan bien escucharlo decir mi nombre de nuevo con ese acento ingles que ahora se le escuchaba aun más, (piénsalo Cass es un joven ingles y apuesto, un caballero en toda la extensión de la palabra). Una idea llego a mi cabeza al darme cuenta que es verdad es ingles y yo le había dicho que tomáramos café, ok tienes que cambiar ese asunto “eres muy amable George, el solo hecho de aceptar mi capricho y sobre todo de tomar café cuando como buen ingles debes preferir el té”.

Un vistazo rápido solo para cumplir mi capricho “creo que ninguno me agrada George, quizá en otra tienda o en otro lugar, quiero un cuadro muy especial es la única foto que tengo de mis padres” soy capaz de recorrer todas las tiendas a tu lado por eso no tengo ningún problema además se que el marco para esa foto no lo encontrare por el simple hecho de que esa foto ni existe aun.

Con esa sonrisa quien el niega algo, un poco atontada apenas si logro articular un par de palabras de formas “me agrada tu idea” (este…Cass ¿cuál idea?) le sonrió mordiendo ligeramente mi labio inferior, una muy mala costumbre que nadie logro quitarme en tantos años de clases de modales que mi padre pago con gusto “perdón George, todas son grandes ideas pero pues por eliminación creo que deberíamos primero empezar con la cámara, aprovechando que estamos en la zona de comprar y ya después vamos por el café y el té” doy una ultima mirada a los marcos como si quisiera ver algo que ya se que no esta antes de volver a dirigir la mirada a este lindo chico ingles que ahora es mi acompañante, por lo menos un par de horas.

Dudo un momento pero al final como no tomarlo del brazo, “será un placer ir a donde quieras” digo con un clásico doble sentido mexicano, (contrólate Css, llévatela tranquila chica o habrá problemas) “espero que tu si tengas suerte y encuentres la cámara que buscas” con un movimiento sutil me acerco un poco más a él viendo nuestro reflejo en uno de los espejos de un aparador “espero no causarte ningún problema con tu prometida después de esta salida George” me muerdo la lengua ligeramente después de hablar (debiste ser un poco más sutil Cass, quizá preguntar sobre alguna amiga especial o una novia, pero prometida es demasiado). Mientras caminamos hasta la sección de electrónica disimuladamente voy viendo los rostros de las personas que pasamos para darme una idea de la imagen que damos antes los demás.

Intento poner mi mejor cara de póker para disimular la alegría que me da escuchar el que no tiene un prometida (ok, ok no tiene prometida pero y novia, o esposa) trago saliva casi a fuerza y desvió la mirada para pensar en otra cosa “woow, creo que fue más rápido de lo que esperabas” susurro entre dientes disimulando el mar de sentimientos encontrados que tengo. Mientras se inclina para tomar la cámara no suelto ni un centímetro su brazo aprovechando cada momento que nos queda juntos.

Mientras la mujer se desvive en demostrar lo experta que es en el ámbito de la fotografía yo intento no distraerme mucho sabiendo que quizá algo bueno, además el observa como analiza cada una de las cámaras que le ofrecen me hace pensar en lo dedicado que tiene que ser en su trabajo; mientras caminamos aun tomados de la mano no puedo evitar pensar en el ramo de su especial (¿qué es lo que atrae tu atención George?, ¿qué es lo que te gusta fotografiar?).

después de que salimos de la sección de electrónica y de la tienda, le sonrió mientras lo veo fijamente a los ojos y siento su mano sobre la mía, con ganas de tomarla y entrelazar nuestros dedos pero solo le doy un par de palmaditas “no te preocupes George, yo entiendo que era algo que debías hacer” vuelvo a sonreírle mientras pienso en algún tema interesante para platicar durante nuestro café “vayamos entonces por ese café, y terminas de darme la lección de hoy sobre cámaras, ajustes y demás asuntos de fotografía” no puedo evitar sonreír ante la ironía (solo imagínalo años de estado para que tu verdadera carrea sea la fotografía, eso si que les causaría un infarto).

En realidad por extraño que parezca y a pesar de todas las clases de seguridad personal que me habían dado mis profesores quiero ir con él a donde sea no me importa lo más mínimo lo que pueda pasar, el solo estar a su lado hace que mi sentido común se pierda dejándome llevar solo por las emociones del momento “no creo que haya problema en que vayamos en tu auto George, o ¿quieres secuestrarme?” sonrió mientras tomo su mano “es extraño pero desde el primer momento me siento muy a gusto a tu lado, se que no podrías hacerme daño” digo esto ultimo viendo directo a los ojos luchando conmigo misma por no perderme en ellos.

Estoy simplemente fascinada de verlo, la forma en que se comprarte tanta elegantemente tan educado, tan ingles. Quiero tomar su mano mientras conduce pero no estoy tan segura de lo bueno que pueda resultar esa circunstancia.

Tomo la mano delgada pero firme que me ofrece de apoyo para bajar del auto “fue verdaderamente rápido, pensé que tardaríamos más en llegar” (como deseo que este pequeño paseo fuera más largo para robarte unos minutos más) tomo su mano mientras atravesamos el estacionamiento del lugar donde estamos. El lugar es tan perfecto, discreto y acogedor perfecto para una larga platica de amigos.

No puedo evitar notar lo verdaderamente hermoso que es el lugar, “estoy casi segura que yo sola nunca hubiera encontrado un lugar como este” susurro casi para mí, mientras tomo asiento en la silla que caballerosamente George me ofrece frente a la que tomara él.

Casi por instinto y desviando la mirada quito mi mano de la suya cuando por casualidad nos tocamos, es extraño peor me sorprende más quitar la mano que el contacto en el que estaban. “Bueno George, dicen que al pueblo que fueras hacer lo que vieras, y es de muy poco sentido común estar en Londres y no tomar una deliciosa taza de té, así que si no opinas otra cosa me encantaría comenzar por un té”.

No puedo evitar desviar la vista un tanto cohibida con la mirada insistente del mesero buscando mi anillo en la mano izquierda para disimular lo incomoda que estoy con su forma de verme “gracias” susurro mientras se aleja de la mesa y yo regreso la mirada a mi acompañante que me saluda de nuevo “holita de nuevo” respondo con una sonrisa “gracias en verdad delicioso le café pero creo que con el té estaré bien” sigo jugando con el anillo en mi mano buscando algún tema para continuar nuestra conversación pues el silencio es un poco incomodo para mi.

“Por la cama que compraste supongo eres fotógrafo profesional” comento en un tono agradable para continuar l conversación mientras llegan nuestras bebidas.