Una Noche de Brujas

Había quedado de pasar por Ness a su casa para ir a comprar unas películas y después quedarnos ahí para verlas, bueno sería divertido pasar todo el día en la casa Cullen en una noche de brujas... en este caso sería... de vampiros, me alisté para ir a la mansión y ver a mi amiga y a sus tías, las conocía poco igual que los demás pero me llevaba bien, Rosalie y mi novio eran muy buenos amigos aunque lo negaran y siempre estuvieran peleando.

Tomé el auto y manejé hasta la casa, la ruta era algo complicada pero no por eso imposible, le dejé una nota a Romanus, por si quería alcanzarme o mínimo que supiera en donde me encontraba, estacioné el auto, el olor era tan peculiar pero ya estaba demasiado acostumbrada como para que me molestara, bajé del auto y caminé hasta la puerta pero me arrepentí de esto y decidí rodear la casa para encontrar alguna ventana abierta o algo así, debía aceptar que tenía hambre así que encontré por medio del olfato el lugar exacto de donde se encontraba la cocina de los Cullen que esperaba tuvieran algo en la cocina, trepé por un árbol con algo de pericia hasta llegar a la ventana y oh sorpresa me encontré a la mini Cullen en la cocina, con un cuchillo... muy peligroso -Hola pocket- evité reírme, pues ahora ella tendría un poco de ventaja, me limpié la tierra y dí dos pasos dentro de la casa -¿Qué haces? ¿está por aquí Ness?- antes de que me dijera algo empecé a buscar si había alguna fruta o algo así a la vista para comer.

Me encargaba de mi misma hasta que escuche el porche de Alice, no tenia mucho que había salido de la casa así que el que ya estuviera de regreso me sorprendió verdaderamente pero aun así no le tome verdadera importancia y seguí dedicándome a lo más importe yo.

Después de un rato escuche un nuevo auto sabía de quien se trataba pero aun así no le tome importancia –seguramente viene por Ness, esas chicas se la pasan juntas todo el tiempo –suspire resignada y deje que las cosas siguieran sin preocuparme por nada que no fuera mi perfecto reflejo en el espejo hasta que escuche la carcajada que llegaba desde la cocina –ya era hora de que regresaras Emmett Cullen, no sabes la que te espera –deje la lima de uñas sobre el tocador y baje hasta la cocina.

Mi sorpresa fue verdaderamente grande al ver a Alice con su perfecto traje lleno de pulpa de lo que parecía calabaza –ni te rías Emmett Cullen que no sabes tú como vas a quedar –susurre llamando la atención de todos –y Alice puedes comprarlas hechas por si no lo sabías –tome un trapo de la mesa y limpie una de las sillas antes de sentarme.

Me puse de pie en cuanto la guerra de pulpa de calabaza comenzó desde siempre había odiado hacer calabazas para día de brujas y ahora que tenia un nuevo y sexy vestido nuevo no pensaba arruinarlo aunque no pensara volver a ponérmelo nunca más –conmigo ni se les ocurra contar –dije en un tono de voz fastidiado y me aleje de la cocina asegurándome no quedar a la altura de los proyectiles que comenzaban a volar por toda la cocina.

–Solo por curiosidad Alice, se que mi disfraz debe ser el más sexy, pero dime de que trata? –más le valía a Alice que en verdad mi disfraz fuera el más sexy de todos o en verdad estaría en problemas esa pequeña con carita de duende –y tú Emmett Cullen, más te vale que te deshagas de toda esa ropa sucia y asquerosa antes de que se te ocurra tocarme –salí de la cocina y me senté en la sala esperando que su ahora asquerosa batalla terminara antes de volver a entrar.

Volteo y me sorprende lo que se encuentra en mi cara en menos de lo que yo me puedo poner a razonar la situación -No es nada gracioso grandulón- le dije mientras me limpiaba la cara con las manos y las sacudía al piso para tirar la pulpa de calabaza.

Caminé de nuevo hacia Alice y observé la calabaza que había hecho y que no soltaba como si fuera la gran obra de arte y lo mejor que ella pudo hacer en sus mejores momentos -En verdad...- me empecé a reír sin poder evitarlo -... ay pocket, esto está demasiado extraño, esto si es arte abstracto- ahogué una risa y empecé a girar la calabaza entre mis manos caminando hacia la ventana para quedar a espaldas de Emmett -Y bueno... en Halloween... también hay espantapájaros...- corrí hacia Emmett saltando sobre su espalda para poder azotarle la calabaza en su cabeza... quedó como una perfecta máscara, usando mis poderes me moví rápido afuera de la cocina viendo la cara de Alice y yo muerta de risa -Luego haces otra calabaza pocket esa ya tiene dueño- no podía parar de reír ni de brincar lo más lejos posible de Emmett -Ya tenemos espantapájaros- seguía riendo mientras subía las escaleras a toda prisa y me escondí en la recámara de Ness.