Persiguiendo a la noche

Entraba al gran salon de la mano de Rosalie Lilian Hale.

El mundo y el ruido debieron detenerse para mí, por que estar al lado de ella era todo un privilegio, era hermosa, y tenía un cuerpo escultural...

Momentos atrás, después de cerrar su vestido y darle un beso me pare frente a ella, la mire a los ojos sonriéndole.

-¿Como me veo Rosalie?- le pregunta y ella me sonrío. Alzo los brazos y acomodo la corbata en mi cuello.Vi en su mente la palabra “apuesto” y reí satisfecho.

Ahora me encontraba de pie a las puertas de un salón lleno de vampiros dejándose llevar por la música con pensamientos por demás extraños. Y yo solo podía pensar en que era muy afortunado de tener a esta mujer a mi lado como mi hermana.
Bese su mano con profundo amor y le hice una reverencia.

-La noche nos espera…

El sonido de su voz en mi cuello acallo las voces de los demás, no había nada en ese lugar que me atrajera tanto y tan intensamente como esa mujer. Aferre sus dedos con fuerza, casi haciéndole daño.

La encare y puse mi mano libre en su cintura, la atraje asía mi cuerpo. Me quede perdido en su mirada, y sonrisa radiante. Mi mano en su cintura cambio a su espalda como si fuera un abrazo y su mano entrelazada a la mía se cerró en un puño en mi pecho. Ella coloco su cabeza sobre mi pecho y yo cerré los ojos oliendo su perfume.

Sus pensamientos eran tranquilos y solo me pertenecían a mi, recordando mi cara y nuestras manos unidas, mis palabras y los momentos que habíamos pasados juntos.

-Háblame Rosalie, por favor, quiero oír tu voz….- le pedí al oído y la abrace con mas fuerza a mi pecho

No pienses en eso Rosalie...-le dije. Sus pensamientos volvieron a solo minutos atrás, cuando ella provoco la mordida en mi cuello, cuando aun estábamos abrazados satisfechos.

-Además nos queda aun un poco de noche... Podemos volver si así lo quieres…- ella no abrió la boca. Supe la respuesta mirando sus pensamientos. Se veía a si misma bailando, y bailando entre mis brazos pidiéndole a la música que continuara infinitamente para no tener que separarnos.

Lentamente subí mi mano por su espalda y acaricie su cabello rubio entre mis dedos. Olí el olor de su cabellera y escuche su suave respiración, tranquila en mi pecho.
Mi mano que estaba entre las suyas se soltó y cerré mis brazos en un abrazo fuerte e intenso. Mi barbilla se poso sobre su cabeza y nos mecimos al compás de una melodía sin letras.

-Creo, que esto es amor Rosalie… y espero que nos dure un poco más….

Deje de mover mis pies y correspondí a su beso cálido. Solté su abrazo y tome su rostro entre mis manos. Mis labios probaron nuevamente su sabor dulce y aterciopelado Mis dedos acariciaron sus mejillas y coloque un mechón de su cabello dorado tras la oreja.

-No hay tiempo suficiente Rosalie, por que justamente ahora no puedo pensar en amar a nadie como te amo a ti...-le dije. Volví a abrazarle con mucha necesidad. Mis labios seguían unidos a los suyos y mi mente veía, su deseo de estar juntos. Lo cierto es que a mí solo me importaba ella.


La música marco un compas lento, un fondo de cuerdas y un primer violín daban una nota de pasión. Deje sus labios para mirar sus ojos. Ella parecía brillar, era hermosa, la mujer más hermosa que jamás había visto.

-¿Te parece si salimos al balcón?-pregunte.-quiero verte bajo la luna.

Bese su mano con delicadeza y me abrí paso entre las parejas. Ante ponía mi cuerpo a manera de escudo, no quería que nadie salvo yo la tocara. Era un sentimiento posesivo muy fuerte el que me llevaba a actuar así.

Por fin llegamos a la terraza del balcón, me di la vuelta para mirarla.

-Te vez preciosa Rosalie.- dije y me hice a un lado para dejarla entrar al claro oscuro de la luna. Su piel brillo de manera perlada y radiante. Su rubia cabellera daba tonos plateados y su sonrisa deslumbraba como diamantes.

En su mente se veía una pareja besándose y me distinguí claramente con ella en brazos. Me acerque a ella sonriéndole dulcemente y volví a tomar su rostro entre mis manos. Bese sus labios una vez mas y sentí como sus brazos se cerraban alrededor de mi cintura.

-Rosalie, eres hermosa…