UN COMIENZO EXTRAÑO.

Camine solo por el casino, perdido en mis pensamientos, escuchando voces a mi alrededor, mi pensamiento y el de la gente a mi lado, sus deseos de dinero, de sexo, de vacío y de vanidad, llegue a la sala de juegos, pensé en no entrar y mejor dar la vuelta y largarme a cualquier lugar solo. Bella estaría con alguien más? Pensé con frustración y me decidí a entrar al lugar después de todo.

Solo había una persona dentro que jugaba, estaba sola, sentada en un banco y con un vestido azul sobrio que le daba una apariencia de respeto, su cabello rubio estaba suelto y supe por lo que en su cabeza veía que estaba sola y sus ojos estaban tristes.
Me acerque a ella.


-Rosalíe.-la llame y ella me vio. Paso algo extraño, su rostro me causo algo, sentí que el mundo dejaba de girar.- Rosalie.- volví a decir para controlar mi reacción ella seguía mirándome con su mirada dura clavada en los míos, en su mente había algo, y pensé que era lo mismo que yo veía en la mía.

-Rosalie, que haces aquí?.- no dije nada mas, ella era hermosa y me pensé, porque nunca lo note antes?, -toque su rostro para convencerme, y ella no pareció enojarse, en su mente veía cosas que no entendía . Espero me detenga, pensé, pero ella me miraba solamente y para cuando me di cuenta, era yo quien estaba acercando mi cara a la suya y mi boca se unió a sus labios.

Vi muchas imágenes sugestivas, escuche muchos suspiros y palabras inconexas, su mente me mostraba más de lo que yo podía interpretar, sonidos, movimientos, gestos. Abrí los ojos, , solo para darme cuenta que no soñaba, Rosalie me abrazaba, y me besaba intensamente. Creo que dijo algo, no me intereso saber que era, solo estaba pensando en responder a sus pensamientos.

-Te ves hermosa Rosalie.- le dije en un momento y tome su rostro para besarlo con más fuerza, me incline sobre ella, puse mis manos en sus hombros y la levante de la silla sin dificultad. Entre sus labios abiertos metí mi lengua y para mi sorpresa ella me correspondió con frenesí. Las imágenes en su mente me decían que más hacer, que más decir.
Solté sus hombros y mis manos subieron a su cuello, use mis palmas para levantarle el rostro y me dirigí a su cuello besándolo con tranquilidad. Bese su quijada y bajando por la espalda desabroche el vestido lo deje caer al piso... no dije nada, ella me lo decía en la mente, eso quería, las imágenes que me mostraba eran no una sugerencia, eran casi ordenes.

Deslice el vestido abajo, y la vi desnuda parada frente a mí. Tome un seno en la mano y me acerque a ella mas, la bese una vez más….

Sonreí de lado casi maléficamente. La mire y me recree en su cuerpo escultural, su cabello rubio brillaba bajo la luz artificial, piel pálida la hacia deslumbrar y sus labios contrastaban rojos ante su palidez. Mi mano acariciaba su pecho, mis caricias debían detenerse ante su seriedad. Baje la mano y me acerque una vez mas a ella, no dije una sola palabra para responderle, estaba muy concentrado mirando sus maquinaciones en su mente.

-Se buena.- le respondí por fin, por que en sus pensamientos la vivida imagen de ella desnudándome tomaba un sentido casi obsesivo. L e sonreí nuevamente y de manera seductora invitándola a seguir, y espere paciente a que sus manos me sujetaran como tanto parecía anhelar….

Pose una mano sobre su cabeza, en su cabello, ella bajaba lentamente y me miraba con picardía y morbo, sabia por sus pensamientos lo que estaba a punto de pasar la imagen estaba siendo gravada como fuego en mi cabeza.

-No, la ternura y la bondad son para mí, Rosalie.- hice a un lado su cabello dorado y espeso, le acaricie el rostro. Seguí con un dedo el perfil de su nariz, mis dedos acariciaron sus labios, los entre abrí y metí un dedo en su boca, con la otra mano le tome la barbilla.


-Apresúrate Rosalie, ya quiero sentirme dentro de ti... Ya sea por aquí.- toque su lengua con mi dedo, o más abajo...- volví a sonreírle con malicia….

-A ti no te gustan las ordenes Rosalie, porque preguntas? - Reí de manera afectuosa pero sincera, dejando que mi voz fuera una extensión más de mis manos. La alce el rostro con ambas manos sobre las mejillas, bese sus labios con lentitud y luego anticipándome a lo que su boca me pediría la empuje al frente a una pared desnuda.

-Ahora preguntabas que por donde quiero empezar… te diré que estaré en todas partes. El orden es lo de menos.-Sostuve una de sus piernas y mientras mi lengua entraba a su boca la alce y me introduje en ella de un solo empuje.- Se que mueres por esto Rosalie...

Salí de ella a velocidad y me volví a introducir con violencia, sus pensamientos estaban desordenados, pero estaba feliz, su mente me mostraba lo que le gustaba, lo que quería, la presión adecuada y apenas y tenía que decir nada. Ella jadeaba, me sostenía y yo seguro estaba de que se lo pasaba bien. Mientras con una mano la sostenía de una pierna con la otra agarre su cara, sostuve su rostro ante mí y la bese nuevamente mientras mis ojos seguían fijos fieramente en los de ella.

Obedecí, ella me ordenaba seguir y yo no pensaba desobedecerla. Sentí una punzada de dolor que solo logro excitarme más. Ella gemía y olía una esencia enloquecedora, estaba tan dispuesta. Lo veía en su cabeza, esas imágenes en donde sus piernas largas se cerraban alrededor de mis caderas con fuerza descomunal, empujándome a introducirme más profundamente, más duro, más rápido.

-Muy bien Rosalie, tu eres la que lo manda.- dije

Sujete sus dos piernas, y la levante arriba de mi regazo, Salí de ella casi por entero, pero al instante la deje caer mientras me empujaba adelante con más fuerza. Ella logro cerrar sus duras y largas piernas alrededor de mí y entre aun más profundo y de una manera más salvaje en sus entrañas. Bese sus labios pero esta vez los mordí al acto, su lengua se enredo en la mía y me llene con la humedad de su boca. Mis ojos abiertos todo el tiempo observaban la sorpresa, la satisfacción y la profunda seducción en su rostro pálido.

Deje su boca, y gemí profundo, se sentía en verdad bien estar dentro de ella.

Me hundía con doloroso placer. Sentía sus uñas abrir mi piel, sus caderas seguir mis movimientos, nos sentíamos el uno al otro, nuestra piel unida fuera de proporción. Ella era suave y flexible, dura y con un cuerpo escultural. Ya no pude seguir mirándola, era demasiada información para mi. Veía mi cuerpo en su mente penetrándola una y otra vez, abría mis ojos y la misma imagen sacudía mi mente. Ella me aferraba más fuerte, se tensaba y sus parpados caían para concentrarse en su propio placer.


-Rosalie, eres increíble!.- le dije, mi voz salía sofocada y ronca. Mis manos no podían sostenerla más, sentía que me estaba volviendo loco, con sus pensamientos invadiendo mi cabeza y su olor en la habitación, su voz ordenándome.
Abrí la boca dejando salir un jadeo profundo y empuje muy profundo y fuerte. M e sentí sin sentido, me estaba gustando tanto, y más porque ella lo disfrutaba hasta la locura.


Salí de su boca, mi lengua se fue a su cuello, la mordí como ella lo había hecho antes, succione su piel y baje un poco más para probar sus pechos, ella se movía con una cadencia suave pero firme.

-Rosalie…

Levante la cara y me encontré con su gesto concentrado, sus ojos cerrados y ese gesto de placer incontenibles su mente me decía que estaba al borde de un clímax tembloroso. Ella gemía con su boca entreabierta, quise besar sus labios rojos e hinchados, pero no quise perderme de su vista. Me concentre lo más que pude en tener el control de mi cuerpo, en no dejarme ir aun. Su mente estaba perdida en el placer, las palabras que se oían solo eran un “mas por favor, mas, mas, por favor...” interminable que me estaba volviendo loco.

Me acerque mas a su rostro, mi lengua salio de mi boca y lamió sus labios entreabiertos, los sorbí en mi boca y los mordí con fuerza deliberad. Ella me aferraba mas, sus uñas en mi espalda incrementaban mi doloroso placer. Mis manos seguían en sus pechos y mis caricias se centraron en su pezón. Con mis dedos presione poco a poco, hasta que por fin los acaricie circularmente. Ella lanzo un grito sonoro y vi como en su mente ella ya temblaba presa de su liberación.

-Ya casi Rosalie, aguanta un poco mas.- le pedí y seguí moviendo mis caderas adelante y atrás. Su grito me había puesto mas excitado aun mas de lo que ya estaba, yo ya no podía más, doble las rodillas y me apoye en la punta de mis pies para empujar con más fuerza, la pared atrás de mi hermana crujíos y un a grieta apareció.

-Rosalie!!.-gruñí en su oído.

Y comenzó mi venida, ella hincaba los dientes en mi cuello y yo estiraba mi cuerpo al límite. Mi cabeza se levanto mirándome a mi mismo reflejado en su cabeza, mis ojos no veían, era mi mente la que se había unido a sus pensamientos. Ella estaba temblando de placer y yo estaba tan cerca de alcanzarlo.

-Un poco más...- me dije a mi mismo.

Rosalie había empezado ya y sin mí.

Cerré los ojos nuevamente concentrándome en mis últimos empellones…
…mis piernas flaquearon y me estremecí con un temblor pulsante…
Empuje un par de de veces mas…deje caer mi cabeza asía atrás como si tiraran de mis cabellos...
…Abrí la boca pero el sonido se quedo en mi garganta, era hueco y profundo, como si saliera de mi pecho. Dentro de ella me sentí fluir, una andanada de mi mismo entro dentro de ella y sentí como ella temblaba con más intensidad… Como si fueran oleadas, ella cerraba los ojos y se retorcía en mis brazos agitada en una sucesión de corrientes eléctricas.

Yo temblé dentro de ella, mi cuerpo se negaba a responder. La sujete por la nuca y mi otra manos por la espalda baja y jale asía abajo aforrándome a ella unos últimos momentos. …Sentía la palpitación de mi cuerpo, salía como un pulso desde la parte baja de mi abdomen y se expandía hasta mis extremidades…

Por fin apoye mi frente en su hombro desnudo, y por primera vez vi su mente como un lienzo, blanco y tranquilo…

Levante el rostro y la vi aun con los ojos cerrados y su cabello rubio sobre sus hombros pálidos.

-Valió la pena esperar?...-sonrei

Mis labios respondieron perezosamente a los suyos, ella me daba las gracias con el pensamiento y yo pensaba que el que debía dar las gracias era yo. Nunca había tenido una experiencia tan fuerte y tan intensa como la que acababa de vivir, yo seguía temblando dentro de ella y era su voz de su pensamiento la que me decía “gracias!” a mi.

-gracias a ti Rosalie, muchas gracias.-le dije a la primera oportunidad. Di un beso a sus labios rojos lenta y con suavidad. La mire a los ojos y me reí bajando la cabeza en el acto, mi frente quedo sobre la suya.

-Gracias linda...- lentamente fui alejándome de ella, y la levante por las caderas para salir de su interior. Me estremecí con un escalofrío desde la nuca hasta mis pies.
En su mente veía más luces y más gente.

-Si, eso me gusta, salgamos a disfrutar esta noche.-le respondí al pensamiento

Busque mi ropa y en menos de un segundo me vestí por completo. Anticipándome a su movimiento tome su vestido y en lugar de dárselo, me acerque. Le levante los brazos sobre la cabeza y comencé a correr el vestido sobre su cuerpo. Me coloque a su espalda y dándole un beso en el cabello subí el cierre.

-Salgamos de aquí