Entre Cazadores

Estaba siendo tan dulce, tan agradable, la idea de matar vampiros hacia que mi un caos de nervios y la adrenalina corría por todo mi cuerpo. Lo besé emocionada corrimos sin hacer ruido.
Entramos al lugar un edificio abandonado casi en ruinas, ambos empuñando nuestras armas y al caminar por un largo pasillo nos deshicimos fácilmente de dos uno él uno.

En un piso intermedió nos topamos con ellos y no eran sólo 10 tragué saliva fácilmente completaban 20 vampiros y eso esperando que sólo fueran los que estaban en ese gran salón recibidor.

-Este… ups sorry pase lo que pase quiero que sepas que te amo-dije lo besé y salí corriendo con las dagas listas para atacar al primero que se me vino en cima.

Me amaba como yo lo amaba mi corazón dio un vuelco después de este lindo y rápido besos y sus dulces palabras no me dejaría asesinar eso si que no tenía alguien por quien vivir por primera vez en tanto tiempo y no lo iba a dejar perder así.

Comencé a volar más cabezas mientras el hacia lo suyo brincos de un lado para otro pero este horrendo vestido estorbaba tanto bueno no horrendo de hecho lo amaba pero si estorbaba tanto en fin tuve que dar unos saltos de un lado a otro para destruir más vampiros con mi daga entonces uno de ellos me fue cercando hasta que resbalé del edificio por una de las ventanas, me sujeté de un tubo salido a tiempo con las manos pero quedé colgado, erróneamente miré hacia abajo una larga caída y al final una muerte de la que no me iba a poder librar.

Benjí trató de ayudarme pero con tantos vampiros obviamente no se iba a poder, de repente el tubo no aguantó más mi peso y cedió llevándome en caída libre, pude sentir como los brazos de Benjí me abrazaban intentando salvarme de sufrir algún daño, estábamos tan alto que ninguno de los dos sobreviviría eso lo tenia claro.

Morir en brazos del hombre que amas, el día que descubres ese sentimiento era cruel pero a la vez era la mejor manera en la que jamás se me pudo haber ocurrido morir, amando siendo correspondida inmediatamente en sus brazos esperaba que si había un cielo o un infierno pudiéramos encontrarnos en ese lugar pronto, en cuanto nos alcanzara el destino final.

-Te amo-le grité al oído

Entonces una cosa extraña paso mi vestido esbozó se abrió cual paraguas en el viento y fue deteniendo un poco la velocidad al final terminamos estrellándonos pero tanto holán hizo que no fuera tan potente el golpazo.

Eso había sido una explosión sólo hasta el momento de caer lo recordé. Es no importaba ahora lo que importaba era saber como estaba Benjamín, el vestido amortiguo el golpe pero aun así el era el mayor protector, logré zafarme del enredo de holanes y lo vi allí desmayado.

-Benjamin, oh por dios Benjamin no me dejes no, no ahora que se cuanto te amo por favor no me dejes-estaba tan desesperada que comencé a sacudirlo a abofetearlo y entonces reaccionó. Le acomodé el hombro sin mayor problema me moría por hacer algo así que entre más rápido mejor.

-Después del acomodé de huesos y afirmar que no me gusta maltratarte puedo decir ¡¡¡¡¡¡¡¡estás vivo!!!!!!!-dije lanzándome a sus brazos y besándolo en todas partes que podía de su rostro, hasta un par de lágrimas no la verdad ni fueron un par fueron tantas comenzaron a resbalar por mi rostro por la emoción de que él mi todo estuviera bien, iba a besarlo parecía que es lo que el quería pero me congelé 3 milímetros antes de hacerlo -¿Espera 2 pisos?-me hice hacia atrás para mirarlo-creí que eran más ya decía tyo que no subimos tantos escalones-sonreí.

-Suficientes vampiros creo una ronda demasiado buena nos deshicimos de bastantes monstruos por la humanidad el día de hoy-sonreí mi adrenalina estaba a lo máximo y el beso desató en mi un instinto de… bueno no podía sugerirlo la verdad es que esperaría a ver o que él diría en esta parte de relaciones intimas sabia esperar y no sonar como la que estaba ansiosa aunque así lo fuera.

Comencé a besarlo de nuevo-y ahora a dónde vamos le prometí que terminando de cazar vampiro sería toda suya qué propone?-le dije hablando de tú para sonar más misteriosa y cómica a la vez.

-Digo que el día de hoy no me importa nada más que amarlo y hacerlo y hacerme muy feliz, no podía esperar a que lo preguntaras de hecho estaba pensando en pedírtelo si no lo hacías pero mi atrevimiento no llega a tanto-sonreí y lo besé.

Subimos a la moto la verdad desde que nos subimos allí no podía dejar de acariciarlo de besarle el cuello y las mejillas que eran los únicos lados a los que tenia acceso, no podía esperar más para estar entre sus brazos, la adrenalina seguí y mi calor corporal seguía en aumento.

Literalmente pateé la puerta, no sabia en que parte había dejado las llaves (habito mío perderlas) y no estaba para esperar más y creo que él menos.

Llegamos a mí casa llevándome en sus fuertes brazos mientras yo iba desabotonando al camisa, ¡dios que calor! no podía más ya no necesitaba besarlo necesitaba tenerlo y amarlo.

-Te amo Benjamín te amo y te deseo tanto-dije besando su cuello mientras peleaba con un botón.

Arranqué un botón, ya no me importaba nada, le entregué la daga cuando leí su mente después de verlo batallar con el corsete, y el liberó a mi cuerpo de ese encierro infernal al acto. Me estremecí y grité de placer, mi corazón se paró por un segundo ante tal agitación, deseo y placer acumulados en uno sólo, ¿estrellas? ¿qué diablos era eso? ahora había visto constelaciones enteras frente a mis ojos, él más maravilloso hombre era mío sólo mío y estaba disfrutando cada instante en sus brazos. El sudor no dejaba de resbalar por nuestros cuerpos y el amor se respiraba por cada poro.

La experiencia más maravillosa de mi vida, el día mas hermosos, el ser más perfecto, mi gran amor a mi lado en la cama, no podía dejar de sonreír, y ahora veía u nuevo día me daba terror que este gran amor terminara que si cerraba los ojos se desvaneciera y todo hubiese sido por un día o peor aún sólo se hubiese resumido en un sueño.

-Te amo tanto Benjamín no quiero que este amor muera nunca, quiero estar así contigo siempre-lo besé de nuevo pude ver que por la ventana se colaba la luz, pero era un atardecer de nuevo, de verdad estaba anocheciendo nuevamente yo había sentido que sólo pasaron unas horas de amor sin embargo esto había sido más, estaba cansada pero temía dormir-¿Amor podemos cazar más vampiros?-temía tanto cerrar mis ojos y ya no tenerlo más para mí.