Entre miradas

La clase había terminado. Estaba acostumbrada ya a estar aquí en al escuela con Ireri y Drain, sin embargo ahora ella se disculpó por tener algo que hacer. En cuanto resonó el timbre se despidió y salió corriendo.

Lo miré, lucía más alegre que de costumbre, y bueno la verdad no nos habíamos logrado quedar así en todo el tiempo que llevábamos, siempre estaba Ireri a un lado y ahora por fin estábamos solos.

Su mirada resplandecía se veía tan guapo, todas las chicas de la clase lo miraban, ja ilusas, era obvio que lo deseaban, que venderían su propia alma por estar con alguien como mi adorado amigo, pero también era obvio que no se los dejaría y algo em decía que el tampoco quería ir con ellas.

Sonreí mirándolo alegre y tomé su mano, tenía preparada una sorpresa para ambos que esperaba fuera de su agrado.

-La hora llegó, debemos de hablar-dije y lo conduje por el pasillo de la escuela sin soltarlo-por fin solos-agregué una sonrisa picara perdiéndome todavía en su mirada.

-Más bien creo que ella planeo sola dejarnos solitos ¿o tú crees otra cosa?-sonreí picaramente y le guiñé un ojo-La verdad estaba que moria por estar a solas contigo por que pudieramos charlar y por fin estar juntos sin mi"adorada amiga"-besé su frente y lo tomé de la mano, él seguía mirando todo como extrañado.

-Anda vamos esta tarde será genial por que al fin se me hace que seas solo para mí-dije jalandolo y sonriendo tan alegre. Drain siempre tenía el toque de alegrar mi vida.

Sonreí aun más como buena Aston prevenida estaba ya de esto y de lo que quria hacer con él toda la tarde.

-Anda la sorpresa peude eprder su encanto si no nos apuramos Drain-lo jalé hasta mi auto las miradas de los alumnos no paraban de seguirnos seguramente nos veriamos divinos juntos, como en portada de revista de una afamada cadena de modelaje, en realidad habíamos salido un par de veces así, como los protagonicos.

Llegamos pronto al auto, tras mi silencio que tenía como fin no revelar lo que pasaría. Abrí la cajuela de mi Aston Martín y saqué una linda cesta de comida.

-Sorpresa-le dije entregandosela.

Me exhalto cuando pronuncio mi nombre, así que traté de callarlo, sería tan bueno besarlo para callarlo, pensé sin embargo no lo hice, por el cosquilleo que comenzó a hacerme, me gustaba sentirme ntre sus brazos.

-No la verdad Ireri me dijo que se tenía que ir hoy temprano desde ayer y yo approveche para planearlo ciertamente, estar con mi Drain es algo que de verdad anhelaba tanto-sonreí y besé su coronilla estaba tan cerca de él que hoy mismo me dejaría perder en sus brazos y en sus labios.
Me gustaba tanto.

-Entonces ¿qué le parece un picnic con una niña sin fama como yo de acompañante? digo comer con un modelo afamado es el sueño de cualquiera.

Negué freneticamente con m cabeza peor em torcí, amablemente Drain masajeo mi cuello y el ruido de ese claxón casi hace que mi corazón se detuviera del susto. Tras la acción comenzamos a reír como tontos, ahora estaba tan cerca de él que no dude ni un segundo y lo abracé fuertemente sin parar de reír, el pareció sorprendido y después me abrazó también.

Separé mi rostro un instante para mirarlo estaba tan cerca. Sonreí alegre coquetamente infundiendole valor, de estar junto a este precioso chico y esperando ver su actuación.

Captó la intención que ocultaba con mis palabras pero anhelaba con mis miradas y me dejé guiar. Los tipicos seductores besos de Drain París, cómo no rendirse ante esa boca dulcemente acaramelada y su aliento a menta fresca. Sonreí separandome de su boca y mirandolo muy alegre, me gustaba que por ratos olvidara ser solo mi amigo.

-Tengo hambre ¿tú no?-dije tomandoló de la mano y jalandoló por el estacionamiento hasta los jardines florecintes de la facultad, no sin mirarlo de vuelta y besar su frente.

Su compañía toda la vida fue especal para mí, y ahora esta tarde la disfrutaría en demasia.

-Han sido cosas simples-dije sonriendolé para que no prestara tanta atención a mis mejillas encendidas tras su beso fugaz en mi mejilla. Seguí acomodando las cosas sobre la manda y después lo miré como comía su sandwich, sonreí cuando nuestras miradas se encontraron.

-Adelante por mi no te detengas hace tanta hambre que me comeria hasta un subway entero ahora mismo-comenzamos a reír, creo que no me creía capaz de comerme algo tan tremendo como eso.

Sonreí ante sus palabras, no cabía la menor duda Drain seguía siendo unod e los chicos más caballerosos y educados que podría haber conocido jamás, sus cualidades tantas, elegante, atento, especial, cariñoso, sexy, inteligente, gracioso, buen conversador, sin considerar su alta cuna, Drain era tan parecido a mí, muchas veces salimos en portadas de revistas nominados como la mejor pareja por todo lo que nos unía y por nuestra misma carrera.

No pude más que mirando atentamente cuando retiró la mostaza, esa manera envolvente de observar, parecía captar más que lo que captaban los demás, Drain era una de las pocas personas que lograban saber lo que pensaba o hacia y cuales eran los motivos para ello. Tantas veces lo había extrañado y hasta creía que mi cobardía había sido lo mal aconsejera, la respuesta era la misma, no porque podría caer en el lado de la relación en la que terminaría irremediablemenete enamorada de él, eso hubiese pasado tarde o temprano, o tal vez una parte mía lo sentía y por eso lo bloqueé arrancando el sentimiento de tajo, a dónde hubieramos llegado siempre estaría.

-Anda come y deja de mirarme así, ambos sabemos que soy tan perfecta como tú-dije sonrojada mirando hacia otro lado.