Entre miradas

Estaba frio, con todo el coraje apretando un puño, pero a la vez con una impotencia impresionante. No podía ir con ellos y separarlos simplemente porque se me hincha la gana...

- ¿y porqué no?

No, debo ser civilizado.

En ese momento ví como ese tipo abrazaba a Rachel y ella lloraba.

Olviden a Keane civilizado, si ese sujeto la había hecho llorar, lo pagaría con sangre. ¡Que para eso soy lobo!

- ¡Rachel! - grité y de inmediato se soltó de ese sujeto -¿te está haciendo daño? - comencé a afilar mis dientes.

Así que el sujeto tenía nombre. Rachel se levantó interponiendose entre ese... ese y yo. Ella habló de inmediato, y trató de explicarme. Pero ninguna explicación valía, sólo quería romperle la cara porque, fuera cual fuera la razon, estaba llorando.
Lo que no me esperé es que aquel tipo hiciera a un lado a Rachel y se pusiera frente a ella. Ahora ya no había pretexto para no hacerlo pedazos...
Nos miramos directamente a los ojos, yo lo miraba con odio... él un poco confundido.
Igual lo quería destazar.

Se había puesto entre los dos. Quería aun destazar al tipo ese que se había hecho el valiente echandose a Rachel a sus espaldas. Cuando se puso enmedio, tenía la manos de ese chico entre la suya. De nuevo ese ardor nació en mi estómago.

Estaba decidido, lo asesinaría. Un trabajo nada dificil para un hombre lobo como yo.

- Se...segura estás bien - pregunté tratando de tranquilizarme, sin perder la mirada desafiante de ese muchacho

El zoquete bajó la guardia. Tonto. No importaba que Rachel me hubiera tomado de la mano ni que dijera que eramos sus "consentidos" ese chico no me estaba cayendo nada bien.

Pero tuve que parecer más relajado para calmar las aguas y esperar a que dijera Rachel quien era ese mequetrefe.

¡Demonios! Sentía como es que todo mi estómago ardía, como si no hubiera comido en semanas... apesar de que había comido muchísimo en la hora del almuerzo.

Yo tenía ganas de arrancar cabezas, empezando por la de ese tan "galánte, elegante, deseado por tantas". Rachel tenía un encanto personal que no me dejaba de admirarla cada que podía, pero sentía como se me revolvía el estómago de haber hablado así de ese chico.

Él extendió la mano... yo lo tomé jalándolo a mi y haciendolo pedazos... o eso era lo que quería.

Rachel me miró esperando a que estrechara su mano. Apreté la mandibula tan fuerte y extendí mi mano.

- Keane Osman Freire - dije y solté su mano.

Y sin que quisiera me jaló justo donde estaban ellos antes. Rachel parecía tan contenta, pero aun me daba retortijones la panza sólo de ver cómo lo miraba, el besito en la frente.

¡Ash! Ya no quería estar ahí...

- ¿Un sandwich? - me ofreció Rachel y tuve que aceptarlo.

Me quedé observando mi sandwich y me lo comí en un bocado. El otro tonto estaba hablando con ella de cosas que obviamente no entendía.

Supongo que esa es su táctica. Excluirme.

- ¿Tú qué opinas Keane? - preguntó Drain.

- ¿Eh? ¿yo?

De pronto tenía las miradas de Rachel y Drain en mi. Y por andar renfunfuniando no sabía qué espoder.

- Pues... ah... bien, me parece bien - sabía que no tenía que estar ahí, ahora debía de parecer un tonto.

- Ahm... - la intervención de Rachel con respecto a los automóviles había sido atinado... claro, si tuviera algo interesante que responderle a ese tipo - pues yo... yo no... - Rachel me miraba atenta - ahm... yo no tengo exactamente un coche.

- ¿Entonces una motocicleta? - preguntó el tipo

- No, tampoco... - Drain parecía triunfante. Y lo era. Después de todo no nos podíamos comparar; él era un modelo y yo... un vagabundo. - no tengo ningún coche, ni nada que se le parezca, yo... sólo manejé el viejo auto de mi padre. Eso no quite que me gusten los autos - dije defendiendome.

"Presumido ricachon". Fue lo único que podía pensar.

Tenía un aire de suficiencia que me molestaba. Pero no podía contra él. Rachel todavía lo veía con dulsura y amabilidad. Lo peor es que no fui yo quien aceptó la invitación

- Sí, iremos con gusto - sino Rachel.

Traté de respirar con toda tranquilidad. Pero de nuevo me ignoraban. Ellos seguían hablando de sus cosas. Miré el reloj y como no queríendo la cosa aclaré mi garganta.

- Rachel, yo creo que ya es hora de volver a "nuestra" casa ¿no crees?

Drain abrió los ojos como plato.

Ja, sufre.