Re: La vita è bella

por Invitado Mar Abr 14, 2009 11:31 pm

No quería escuchar lo que tenia que decirme, sentía un gran temor de no ser lo suficiente para él, para estos momentos ya había entregado mi corazón por completo le costaría mucho trabajo deshacerse de mi. Correspondió mi beso, ahora que lo tenía para mi nuevamente lo tome entre mis brazos y me pegue a él lo más que me fue posible; lo único que nos hizo terminar con aquel increíble momento fue el hecho de quedarnos sin aire.

Pese a que nuestros labios quedaron algo se parado seguida rozándolos con los míos, mientras que mis brazos no pensaban soltarlo por ningún motivo y delicadamente con mis manos comencé a hacer círculos en su espalda.

- Eres exactamente lo único que quiero…

por **Daniel Coverfield** Sáb Mayo 02, 2009 1:04 am

Sentí como sus manos estaban tomadas a mi rostro. Ella sonrió y me dio ligero beso en los labios, le correspondí con uno igual, mirándola como jamás miré a nadie. Besé su cuello jugueteando un poco con mi aliento en ella, podía notar como ella se retorcía riendose.
- ¿Pasa algo? - ella lo negó, pero sabía que le hacía cosquillas, seguí jugando con mis labios en el cuello, guiandome a su rostro - me encanta tu olor - dije en un susurro sin separar mi rostro de su hermoso cuerpo.

por Invitado Mar Mayo 12, 2009 5:36 pm

Cerré mis ojos en el preciso momento en el que Daniel comenzó a besarme, al principio solo correspondió a mi beso como en ocasiones pasadas, pero lentamente fue dejando mis labios para comenzar a bajar por mi cuello, al principio fue una sensación extraña pero no paso mucho tiempo para que comenzara a reírme por las pequeñas cosquillas que aquello provocaba en el resto de mi cuerpo.

-Gracias – dije en voz tan baja que apenas se escucho – Lo que haces se siente muy bien…

Mientras él seguía recorriendo mi rostro con sus labios, con mis manos comencé a desabotonar lentamente su camisa parecía más un acto inconciente de lo que en verdad era.

por **Daniel Coverfield** Miér Mayo 20, 2009 2:07 am

Pude sentir sus manos tocando ligeramente mi piel al momento de desbotonarme. Mis labios siguieron recorriendo su rostro y su cuello, su respiración se comenzaba a agitar más, y eso comenzó a provocar más deseo en mi. Le di un beso en la frente y me detuve para mirar su delicado rostro con esos ojos grandes que me miraban con un brillo que jamás había visto en nadie.
- Eres la persona más hermosa que he conocido - le dije en un susurro con nuestras frentes encontradas y ambos sonriendo como unos adolescentes humanos.
Sin perder su mirada de la mía, toqué su hombro y poco a poco fui bajando los tirantes de su blusa que me mostraban una piel blanca y completamente deseable. Le quité el cabello del cuello y con ligeros besos fui recorriendo su suave cuerpo.

por Invitado Dom Mayo 24, 2009 2:40 am

Sabia lo que vendría, y no me preocupaba en absoluto, tenia toda la confianza del mundo en que él sabría como tratarme y no me lastimaría; ya toda la tarde me había tratado como una reina sin merecerlo, así que ahora no tenía porque ser diferente. Relaje mis brazos mientras el recorría mi cuerpo, por más que intentaba no temblar la tarea era algo inútil, puesto que solo bastaba escuchar el débil latido de su corazón para alterarme.

Mientras el me iba quitando el vestido, me las ingenie para hacer lo mismo con sus ropas, algo que no me costo trabajo puesto que él no opuso resistencia alguna. Como pude me deshice de su camisa, su pecho quedo al descubierto igual que el mió, lo mire por un momento, era tan perfecto que me costaba trabajo quitarle la vista de encima.

- Decir que te amo es poco comparado con decirte que te necesito a mi lado – lo abrace más fuerte de lo que había hecho hasta ahora, pero necesitaba sentir el calor de su cuerpo contra el mió.

por **Daniel Coverfield** Dom Mayo 24, 2009 2:57 am

Me detuve de golpe. Ella se extrañó y yo no pude sino hacer lo mismo. Preguntó si sucedía algo, pero no me atreví a decir nada, no sabía que había pasado. Sus grandes ojos no dejaban de mostrar preocupación. Pero preocuparla era lo que menos quería.
- Me... me vas a decir que es absurdo - ella volvió a negar - no, en verdad lo es - hice que ella, con su lencería tan coqueta, se sentara en la cama, me hinqué para hablarle de frente - es que... - me reí - te advierto que no es un cliché en lo absoluto, ni una linea ensayada como las miles que tengo para otras personas - frunció el entrecejo, yo le sonreí y tomé su mano para besarla - nadie jamás me había dicho eso que tú me acabas de decir - tragué saliva - yo... jamás he... - pero la palabra "amado" no podía salir de mi garganta, la palabra "amor" jamás había sido utilizada en mi vocabulario - Ryan... - levanté la mirada a ella, pero no pude decirle nada, era como si, sin abrir mi mente, haya penetrado en ella para saber lo que pensaba, lo que le quería decir, me besó con pasión tremenda, un calor una entrega que jamás había conocido en nadie...
Ryan y yo no estabamos teniendo sexo ocasional, estabamos haciendo algo que sólo ella podía enseñarme: el amor.

por Invitado Dom Mayo 24, 2009 3:20 am

Pensé que había hecho algo que estaba mal cuando se aparto de mi, comenzaba a sentirme una aprovechada cuando comenzó a explicarme porque había hecho aquello, su rostro se torno algo tenso y poniendo atención al resto de sus movimiento supee que estaba nervioso por decirme algo; entonces lo entendí, no hacia falta que me explicara lo que quería decirme, yo misma había pensado decirle aquello segundos antes.

No me importaba en absoluto las condiciones en la que los dos nos encontrábamos, lo único en lo que podía pensar era que por fin había encontrado a una persona a la que quería amar por el resto de lo que durara mi existencia.

Lo que paso fue y será una de las mejores cosas de mi vida, aquello fue tan especial como imagine que podría llegar a ser, el amor ahora era algo que cobraba un significado diferente, era increíble como mi vida había cambiado a partir de una fiesta a la que no tenia ganas de ir.

- Te amo – susurre a su oído.

por **Daniel Coverfield** Dom Mayo 24, 2009 3:42 am

En cualquier otra situación, en esos instantes estaría ya poniendome la ropa que dejé tirada en el piso, sin una preocupación más que irme a mi casa para descansar y seguir pensando en mi venganza. Si el sexo hubiera sido muy bueno, tal vez me hubiera quedado un poco más y ahora disfrutaría de un cigarrillo clásico de una escena donde hubo dinero de por medio.
Pero no estaba ni vestido, ni fumando.
Tenía la sensación de un cuerpo a mi lado, es verdad, pero no era la única sensación de mi cuerpo. Mis brazos estaban rodeando la suave piel de una mujer, de alguien completamente especial. Mi nariz aspiraba un perfume especial, dulce, delicioso. Escuchaba la respiración que relajaba después de tanta excitación y sus palabras que no iban al aire. Mi boca saboreo el delicado sudor de una frente, y mis ojos vieron al fin al ser amado como jamás habían mirado a nadie.
Sonreí al escuchar sus palabras, que sólo eran dos, pero que su significado era tan grande como el que no creí encontrar en otras palabras.
- Yo también te amo - cerré los ojos, en ese instante pensé en las intensiones que tenía de ir a ese museo, de lo que planee y de lo que no me creí encontrar.
Por primera vez, agradecí no tener el control.

por Invitado Dom Mayo 24, 2009 4:02 am

Muchas personas en mi vida me habían dicho aquellas palabras “Te amo” y yo simplemente contestaba con una sonrisa, no me nacía contestarles de la misma manera o incluso ser yo la primera en decirlo, pero todo aquello estaba olvidado, escuchar el “te amo” de su voz era todo lo que me importaba ahora.

-Suena mejor cuando eres tu él que lo dice.

Me levante un poco, solo para recargarme en su pecho, pero no deje que me dejara de abrazar, recorrí su rostro con la mirada, segundos después volvía a besarlo, me dolía pensar que todo aquello se podía terminar así que tendía que disfrutar de todo el tiempo que me quedara de aquel increíble sueño.

por **Daniel Coverfield** Dom Mayo 24, 2009 4:16 am

Sus labios besaron tiernamente los míos y le sonreí con un suspiro.
- Difiero - rosé sus labios - jamás sonará en nadie mejor esas palabras. Aunque las repita mil veces jamás sonará tan melodioso - la apreté fuerte a mi pecho sin querer dejarla ir. Cerré de nuevo los ojos. ¿Por qué los cerraba tanto? Creo que jamás los había cerrado por la razón que ahora mi mente tenía presente:
No quería levantarme de ese sueño.
No sé cuantas horas habían transcurrido, pero eran insuficientes, necesitaba más tiempo para estar con ella.
- Te amo... - le di un beso en la frente - ves, no se oye mejor que en tu voz
Los dos reimos y nos abrazamos fuertemente, no dejando de ser uno.

por Invitado Dom Mayo 24, 2009 7:42 pm

Correspondía cada una de as cosas que Daniel hacia, desde las risas hasta los besos que me seguía dando, únicamente yo hacia todo por él, básicamente me tenia a sus pies. Deje de discutir con él sobre quien pronunciaba mejor el te amo, mientras nos abrazábamos moví mis manos para poder acariciar su rostro; hice un gran esfuerzo por no ver sus pensamientos, quería disfrutarlo y tratar de ser una persona normal.

Contemple cada detalle de su rostro, si tenia laguna arruga, algún lunar, quería guardar cada uno de esos detalles en mi memoria.

- Esta ha sido el mejor viaje de mi vida – comencé a besar su rostro – Y algo me dice que lo que esta por venir es mejor.

por **Daniel Coverfield** Lun Mayo 25, 2009 12:52 am

Ella me besó y yo me giré para quedarme frente de ella, aun enredado en la sábana, con la leve luz del sol en su rostro.
- Tú eres lo mejor de mi vida - la besé en la frente - y todo lo que venga, de ahora en adelante será infinitamente mejor - la abracé y no supe cómo giramos en la cama enredandonos en las sabanas y caimos sin parar de reirnos.
Le quité el cabello de su rostro y le sonreí como jamás lo había hecho a nadie. Por primera vez sentía una tremenda curiosidad de saber qué era lo que pensaba, ingresar a su mente y quitarme de cualquier duda, pero por primera vez no lo haría.
La besé en la frente y la ayudé a sentarse.
- ¿Tienes hambre? - ella lo negó - vamos, eres más humana que yo y no lo vas a poder negar - le di un beso en los labios y me levanté para buscar algo que pudiera comer.

por Invitado Mar Mayo 26, 2009 12:00 am

No tengo idea de cómo terminamos en le piso pero, Daniel se encargo de amortiguar el golpe no era lo mismo que estar en la cama pero el piso o cualquier lado a su lado se sentiría de la misma forma. No quería dejarlo ir pero me insistió tanto que no pude negarme, me convenio con su sonrisa perfecta.

-No es necesario pero acepto si tu desayunas conmigo -me levante para alcanzarlo y antes de que saliera de la habitación le di otro beso como el que él acaba de darme – Por favor no tardes.

Mientras lo esperaba aproveche para arreglarme, me di un baño y me puse algo de ropa más cómoda, arregle la cama y me senté a esperar a que Daniel regresara. No había pasado mucho tiempo pero ya me empezar a parecer una eternidad me disponía a ir a buscarlo cuando regreso.

por **Daniel Coverfield** Mar Mayo 26, 2009 1:21 am

Como pude empecé a buscar algo en un viejo refrigerador que había en el departamento y no había nada que no estuviera mohoso o con animales terminándose de comer la sobras. Eso me recordaba a tantos vampiros.
No había nada. Así que me puse a revisar si la linea tefelónica servía aun. Que bueno que lo había hecho antes de decidir dejar ese sitio. Marqué a recepción y de ahí me mandaron a un lugar donde podía pedir comida. Hace tanto que no pedía comida de verdad que me fue un poco dificil elegir.
Cuando al fin ordené fui a ver a Ryan que se había metido a bañar. Iba a ser muy interesante si la acompañaba en la ducha, pero vamos, con la noche tan activa que habíamos tenido era suficiente para ella, o más bien para los dos. Me cambié con lo primero que encontré en un viejo armario y me puse ropa.
Justo antes de que saliera de bañarse llegó la comida y me dediqué a ponersela en una bandeja como si lo hubiera hecho yo. Entré a la habitación y puse el desayuno en la cama.
- Vamos, sientate... - la tomé de la mano y la llevé a la cama - será nuestro primer desayuno juntos - le di un beso en la mejilla y esperé a que comiera, se me quedó viendo preguntandose porqué yo no tenía nada - ah... es que yo estoy más acostumbrado a la sangre, la comida jamás me llena

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Aprovecho para felicitarte por tu cumpleaños!!! Ojalá te la pases muy bien y pasatela de maravilla. Se te quiere y aprecia, gracias por este genial post. ¡Felicidades!

por Invitado Mar Mayo 26, 2009 11:30 pm

Mire toda la comida que había traído para mi, era suficiente como para mantenerme satisfecha por más de dos días. Tome lo primero que me encontré y llamo mi atención, comencé a masticar con cuidado el pan tostado descubriendo que tenía más hambre de la que había imaginado.

-Nunca se podrá comparar el sabor de la sangre con esto – deje mi comida a un lado – Cuando te crían como si fueras un humano la comida no es tan mala – intente ofrecerle algo, me sentía mal al comer sola – Si tu lo prefieres podemos salir a buscar algo que te llame más la atención... yo no tengo problemas con las dietas mixtas.

Deje de comer esperando su respuesta, a cambio el solo se quedo contemplándome, no pude resistir lamentación, hice la bandeja a un lado para poder acercarme a él lo más lento que me era posible, tome una fresa entre mis dientes y me incline para besarlo, aquello serpia una forma interesante de hacerlo comer algo.

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Muchas gracias, no tienes nada que agradecer Wink

porque entonces el asunto es mutuo

por **Daniel Coverfield** Miér Mayo 27, 2009 12:44 am

- Prefiero la sangre - me acerqué a ella - pero si la comida me la sirven así siempre... - le quité la fresa de su boca, la hice a un lado de la mejilla y la besé de nuevo. Sonreímos y la mastiqué, no estaba mal, pero no me gusta la comida.
Acaricié su mejilla, tomé el tenedor y piqué algunas cosas para darselas en la boca.
- Es necesario que te alimentes, ya luego yo saldré por mi bocadillo - le robé un poco de su pan tostado - desde que tengo uso de razón he bebido sangre, puedo comer como todos, pero no siento lo mismo, ni siquiera del banco de sangre, esa sangre es fria y me da asco...
Me di cuenta del peso de mis palabras, supongo que debía parecer un monstruo... que en realidad soy

por Invitado Vie Mayo 29, 2009 10:51 pm

Nadie se había preocupado por alimentarme de aquella manera, Daniel incluso cortaba algunos de mis alimentos. Él no estaba comiendo mucho, no lo quería obligar a hacer nada que no le gustara. Deje los cubiertos en la bandeja y la aleje ya había comido suficiente, bese la mejilla de Daniel, por la forma en la que me miraba sabia que había tocado un punto del que no quería hablar.

- A mi tampoco me gusta la sangre fría, es raro tomarla de esa forma – recordaba varias anécdotas ocurridas en mi trabajo – Sabes… una vez, cuando recién empecé a trabajar en la policía tuve que salir corriendo de una escena del crimen, había tanta sangre regada por la habitación que estuve a punto de hacer algo que no quería frente a todos mis compañeros – ahora que recordaba aquello había sido algo divertido – Ya te imaginaras, tuve que inventar que me daba asco... cuando es una de las mejores cosas del mundo

por **Daniel Coverfield** Sáb Mayo 30, 2009 2:35 am

Quise decir que pensaba lo mismo, pero era mentira, recordé de inmediato los campos de batalla y a un viejo estúpido que decía era lo mejor de todo, la sangre de un cadaver... la simple idea me causaba repulsión así como el recuerdo de ese hombre, mi padre.
Pero la había pasado tan bien, estaba tan contento que lo que menos deseaba en ese momento era echarlo a peder todo con mis comentarios y mis preferencias por victimas vivas y llenas de adrenalina por la idea de saber que no se librarán de mi mordida a las que me encantaba quitarles el aliento poco a poco hasta exprimir la sangre de sus venas y satisfacer así mi sed.
Le sonreí sin muchas ganas, le di un beso en la mejilla y quité la bandeja de la cama.
- Vamos, quiero que conozcas Roma, agotarte y maravillarte de una belleza que sólo se puede comparar contigo... - le robé un beso - y después... - susurré dandole otro beso - no volvernos a separar en mucho tiempo

por Invitado Dom Mayo 31, 2009 12:12 am

- Roma es hermoso, no se si yo pueda competir contra eso…

Correspondí el beso que Daniel me daba, nada podía hacerme más feliz en aquel momento, para mi aquello bastaba, era bastante feliz con compartir tiempo con él, lo que pudiera llegar en un futuro eran cosas que me guardaría solo para suspirar cuando estuviera a solas.

-¿Mucho tiempo? – dije con una gran sonrisa en los labios – No debiste decir eso – lo abrace y le di otro beso – Podría acostumbrarme y no quererte dejar en mucho tiempo.

Lo tome del brazo, para que él indicara el camino hacia nuestro próximo recorrido por Roma, nada mejor que recorrerlo con alguien que había vivido en sus mejores épocas y que además era alguien a quien amabas.

- Estoy lista señor Coverfield... puede robarme de nuevo

por **Daniel Coverfield** Dom Mayo 31, 2009 2:17 am

- No estaría dispuesto a dejarte ir - respondía a su respuesta, me tomó de la mano, listo para que la volviera a raptar. - va a ser una aventura que jamás vas a olvidar
Y como dos niños pequeños, bajamos las escaleras apostando quien llegaría primero. Era increible la sensación de libertad que ya no había sentido hace tantos siglos. Llegué primero que ella, me giré a verla, y de pronto sentí nada más como fue que brincó a mi. Ambos nos empezamos a reir como locos, la besé de nuevo y la llevé de la mano hasta el estacionamiento donde se encontraban varios de mis automóviles favoritos.
- Roma no se puede apreciar a pie ni en automovil... - dije llevandola de la mano a un rincon donde estaba una sabana sucia - Roma se tiene que recorrer... - quité la sabana - en motoneta - limpié el asiento con la mano soplandole el polvo - bella donna, per favore - le ofrecí la mano y se sentó atras, monté la motoneta y como por arte de magia encendió.
Era lo maravilloso de jamás descuidar lo que más me importaba en la vida... al menos hasta ese momento.

por Invitado Lun Jun 01, 2009 6:30 pm

Abandonamos la habitación, el pequeño recorrido por la casa fue interesante, había muchos muebles que pertenecían a otras épocas, era toda una colección de arte e historia privadas ni el polvo podía hacer que se viera mal, a mi parecer le daba un toque especial que llamaba más la curiosidad de intentar descubrir que recuerdos guardaban.

Llegamos hasta su garaje, era un coleccionista nato por toda la cantidad y clase de autos que tenia, eso ya lo había comprobado en el viaje que hicimos para llegar a su casa. Di una rápida mirada esperando adivinar en que auto tenía pensado darme el recorrido pero esta vez no adivine, me llevo hasta donde estaba estacionada una motoneta.

- Muchas gracias caballero – tome su mano y me senté en ella esperándolo – Siempre quise hacer esto – lo abrace por la cintura y me incline para poder besar su mejilla – Estoy lista.

por **Daniel Coverfield** Miér Jun 03, 2009 2:49 am

- Bene principessa... - monté la motoneta, sentí sus labios en mi mejilla, activé la puerta - andiamo - y salimos del sucio garage.
Sus manos aprisionaban mi torso, volví a sentir el aire en mi rostro, lo que me alentaba todavía más a aumentar la velocidad, pues mi adrenalina y ese aun extraño sentimiento ya no podrían encontrar el fin, de hecho era como seguir buscandolo hasta hayar el fondo del pozo sin fin.
Pasamos por tantas partes, algunas llenas de personas que nos miraban como dos locos enamorados. Que extraño, eso eramos.

por Invitado Miér Jun 03, 2009 11:25 pm

Disfrute mucho el paseo en moto, trataba de poner atención a los lugares por los que pasábamos pero el aroma de Daniel me distraía bastante. Llegamos al único lugar que recordaba bien, había muchas personas recorriendo el lugar pero nadie parecía más feliz en aquel momento que yo misma, normalmente me molestaría estar sonriendo durante todo el día pero no podía dejar de hacerlo.

-¿Podemos parar? – no me tuve que levantar mucho la voz para que me hiciera caso, detuvo la moto y me baje – Vamos…

Tome su mano atrayéndolo hacia mí, cuando lo tuve lo suficiente cerca lo abrace y volví a besarlo. Lo guíe hacia el lugar a donde quería ir la “fontana de Trevi”, algunas personas estaban lanzando monedas para pedir sus deseos, sin dejar de ponerle atención a mi acompañante mire a mi alrededor me bastante atraída por los deseos de las personas, parte de mi se sentía con la obligación de intentar ayudar a que se realizaran era algo difícil controlar el impulso de crear alguna cosa que los ayudara.

- Sabias que la fuete si cumple los deseos – puse mis manos alrededor de su cuello – Cuando era niña pedí un deseo y se cumplió…

por **Daniel Coverfield** Miér Jun 10, 2009 3:23 am

Cuando se construyó esa fuente fue con la simple razón de hacer una cañería y tener un lugar de donde los pueblerinos tomaran el agua para sus necesidades básicas. Yo estuve todavía en ese momento en Roma, me negué rotundamente a hacerla, para mi, que los humos murieran de sed y su propia suciedad, pero la gente insistió y no pude hacer nada... me fui a lo que ahora es Francia. Cuando volví a Roma, esa fuente ya no tenía la función que le habían impuesto, era sólo un adorno. Siglos después se volvió una atracción turística en donde las personas lanzaban sus monedas pidiendo deseos. Qué estúpidos.
Pero ahora, me parecía hermosa la fuente.
- ¿Te cumplió un deseo? - la abracé por la cintura mirándola a los ojos, su mente estaba en todos lugares, en todas las cabezas que rogaban por un milagro o por un simple deseo - ¿qué pediste que la fuente te lo concedió? - pregunté atento a sus ojos tratando de cerrarle todas las voces que nos rodeaban para que sólo estuviera yo en sus pensamientos

por Invitado Jue Jun 11, 2009 12:03 am

Me concentre únicamente en mirarlo a él e ignorar los deseos de los otros turistas, su idea funciono muy bien, logre dejar mi mente en blanco. Pegue mi cuerpo más hacia el suyo y comencé a besar su rostro hasta llegar a su oído derecho.

- Ahora que se cumplió se puede decir – regrese mis labios hasta los suyos los rece mientras intentaba hablar, una tarea que se me complicaba con semejante tentación – Nunca me ha gustado vivir sola, cuando era niña lo que más quería era encontrar a alguien que nunca quisiera dejarme.

Conforme hablaba mi voz se hacia cada vez más débil, no me gustaba recordar mi infancia, aquella niña había logrado sobrevivir sin que la soledad le afectara demaciado, solo en momentos como estos podía sentir y recordar lo feo que se era no tener alguien en quien confiar.

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