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Bitácora de viaje: -23 de Marzo- 2009.

El pequeño avión aterrizó en el aereopuerto "Angel Albino Corzo" en la Cd. de Tuxtla Gutiérrez a las 14:50 pm, y di gracias a todas las divinidades existentes de que así fuese, ya me dolía el trasero de tanto permanecer sentado y moría de ganas por un buen baño. Lo primero que debíamos hacer - antes que cualquier otra cosa- era llegar a un buen buen y cómodo hotel en el centro para descansar de todo el ajetreo. El lugar idóneo era el Crown plaza, mi favorito, pues contaba con todas las comodidades (cosa que no me importaba realmente pues yo podria quedarme en cualquier parte) Brian lo iba a agradecer, yo estaba seguro de ello.



Después de recoger maletas, abordamos el taxi que nos llevaría hasta ahí. El trayecto era corto realmente, pero el chofer nos la hizo cansada por querer hacernos la plática todo el rato: "¿De dónde son? ¿cuantós días ibamos a estar? etcs... Claro, a leguas se veía que eramos turistas potenciales. Brian por su parte iba observando todo por la ventana y parecía no estar tomando mucha atención a la plática, pero no lo culpaba, hasta para mí era fastidioso, (y eso que ya estaba acostumbrado) a veces tanta amabilidad y cortesía acababa por aburrir.

Por fin llegamos al hotel y nos recibieron las maletas al bajar del taxi, para esas intancias el la temperatura ya pasaba los 38° y prácticamente el calor húmedo hacía que sintiera mi ropa pegada al cuerpo. El sol en todo lo alto pegaba de lleno... Entramos al lobby y de inmediato fui a la recepción, desde luego que ya tenía lista mi reservación y después de llenar y firmar algunas hojas de control, el botones estaba listo para llevar nuestro equipaje a la suite 526, que tenía terraza con vista a la alberca.

Después de dar la propina al botones, suspiré: Al fin... camas!!!!



Y me tumbé en ella, con los brazos abiertos, luego me dirigí a Brian:

-¿Y bien? ¿qué te parece? al menos el día de hoy no estarás tan incomunicado, porque apartir de unas horas, nada de televisión, ni internet, ni nada de nada. Así que si necesitas realizar algunas llamadas o qué se yo, aprovecha antes que te rapte definitivamente del mundo de la tecnología.

<< Oh, my fucking god >> pensé mientras lo miraba desnudarse, tenía un cuerpo perfecto para mí y cuando se metió a la ducha y me gritó que estaba helada, una sonrisa malévola se plasmó en mi rostro, Ya vería la forma de calentarla y si no fuere el caso, al menos se nos olvidaría. Me quité la ropa la más rápido que pude y me metí a la ducha con él. Brian estaba de frente a la regadera dejando que el agua le enjuagara el rostro, yo, entonces tomé el jabón y comencé a enjabonarle la espalda, y a a darle un poco de masaje en sus hombros para relajarlo.

-¿Te gusta? - le susurré al oído- Soy bueno... -me acerqué a su cuello y lo besé.

-¿Cuanto tiempo más permaneceremos en el hotel? -Preguntó- Sólo estamos aquí para dejar algunas cosas que no podremos cargar, sólo llevaremos mi maleta. Llévate un cambio de ropa solamente y los tenis más cómodos que hayas traído -me divertía ver la cara de interrogación que ponía cuando las cosas no estaban bajo su control- Vamos Brian, ¿que no confías en mi? - le aventé una almohada mientras me cambiaba- No voy a secuestrarte y pedir rescate despúes... aunque no sería mala idea - bromée descaradamente- Seria interesante ver cuánto estarían dispuestos a pagar por tí.

El lado sonriente de Brian, pocas veces se le veía y me alegraba que lo hicise conmigo. Me pasó sus tenis deportivos y los guardé en mi mochila. Ahora sólo había que checar los últmos detalles, como el mini botiquín de primeros auxilios, y todo el equipo que ibamos a utilizar. - Bien, ya estamos listos para la aventura Mr Kinney, ahora sí viene lo rudo- le regalé una mirada malévola- me cargué la mochila a la espalda - La llevaremos por turnos que esto pesa como el carajo, andando.

Salimos del hotel y abordamos un taxi que nos llevaria a la estación de camiones ADO. Compré un par de boletos para Palenque, y que estaba apunto de salir, desafortunadamente nos tocaron los asientos de hasta atrás, y el aire acondionado del camión no llegaba, prácticamente era un horno.

-Cinco horas Kinney... lamentablamente debemos pasar por ciertas incomodidades, pero nada que un tipo rudo, no pueda soportar ¿verdad? - se quedó callado y yo reía por lo bajo, lo estaba llevando por la ruta mas larga y pesada adredre. Yo quería que se diera cuenta de las cosas. "Pueblear" era uno de mis pasatiempos preferidos. Además... estaríamos sentados juntos todo el tiempo y eso me agradaba,

-Por mi puedes desnudarte, no me importaría, mi dios viviente - le dije muy quedo al oído- Pero ese cuerpecito, - por el momento- solo puede ser visto por mi, así que abstente de decir eso o harás que te folle aquí mismo- gruñí y me reí después. El viaje transcurrió tranquilo, en buena parte del trayecto a excepción de una turista francesa que se introdujo al baño y tardó horas en salir, sólo para llenar el ambiente con su nauseabundo olor. << Demonios que asco >> Lo siento Ian, no contaba con ésto- le dije apenado y abaniqueando con un periódico-.

Finalmente, no hay meta que no se cumpla, llegamos a "Palenque" << Al fin >> bajamos del autobús y fuimos a recoger la mochila. El sol comenzaba a atenuar un poco aunque, la humedad estaba casi al cien por ciento y yo estaba sudando a chorros, y Ian, bueno el no tanto eso << que extraño >> pensé. Se le veía acalorado pero no tanto como yo.

Caminamos algunos metros antes de entrar a la zona arquelógica, pero cuando volví a poner un pié dentro, fue como respirar aire puro... Pura energía.

-Ian ¿lo sientes? - estiré mis brazos y aspiré profundamente- ¿Sientes la magia? y justo detrás de todo ésto, es lo mejor de todo.

Admiramos la zona arquelogica una parte del tiempo, (casi hasta a esperar que cerraran) yo ya la conocía, pero haciendo gala "de mis conocimientos" le di un Rous´z tour special, e incluso lo convencí de que se dejara tomar algunas fotos.- Eres fotogénico... descuida no las publicaré en el internet << acabarán en mi lap y haré cosas sucias con ellas >> -me reí pero no le dije porqué.

Bebimos agua entre edificio y edificio.

-Bien Ian, es hora de que cargues éste mastodonte que ya tengo los hombros molidos- le pasé la mochila- Y ahora -miré para todos lados para observar que nadie nos viera - ¡Ahora corre y no te detengas! -Lo tomé de la mano y nos aventuramos en la selva, pasando a territorio federal; tierra prohibida para el público en general. No nos detuvimos hasta bajar al ladera, y llegar a las pequeñas lagunillas que se hacían, porque el rio del mismo nombre estaba en tiempos de secas. Me detuve a respirar un poco, pues me había cansado un tanto.

-Joder ¿que acaso tu nunca te cansas? eres superman- bromee pero ya tenía la boca seca- Baja, la mochila debe estar molestándote, reanudaremos en cinco minutos.

-¿Porque corrimos? ¿huimos de alguien? - hubiera soltado una carcajada, pero me faltaba energía - Huimos de los guarda parques Ian- Pero no te preocupes, sé esquivarlos... Estamos rompiendo unas cuántas reglas por aquí- volvi a tomar agua - Si nos pillan nos extraditan - el gruñó- No sucederá, te dije que confiaras en mí - moví mi cabeza de un lado a otro para desentumirme- Y te aconsejo que te quites de ahí o las hormigas te morderán- Brian respingó moviéndose - JA!!!! Era una broma - ésta vez si reí con ganas, pero me contuve no quería hacer demasiado ruido- Dioses, tu cara... En fin, si, tendremos que acampar Mr Businnes, y por lo que veo sera tu "primera vez" - lo mire de arriba abajo - Y yo seré el primero en enseñarte el arte ¿quíen lo iba a decir? ¿No te recuerda algo?

Lo escuché reirse y decir: ¿Ves lo que provocas? Ian- al parecer se había tropezado con una raíz de árbol- Joder-dije- anda cámbiate de zapatos, ¿cómo no te recordé antes?, mierda - Lo obligué a quitarse la mochila y saqué sus tenis- sólo espero que no tengas los pies molidos (se los entregué) suspiré de alivio cuando me dijo que no pasaba nada- Lo siento como siempre viajo solo, doy por descontado las cosas, no volverá a suceder te lo prometo- volví a despeinarle el cabello y ahora fue mi turno de cargar la mochila - Buscaremos un claro y ahi acamparemos, ya la luz se está acabando y no queremos que los animales nocturnos reclamen lo que es suyo.

Afortunadamente no tuvimos que esperar mucho, encontré un buen sitio cerca de una higuera frondosa que serviría de escudo. Saqué la linterna de minero de una de las bolsas laterales de la mochila y me la coloqué en la cabeza. Esparcí la pequeña tienda de acampado de dos plazas en el suelo, no sin antes corroborar que no hubiese piedras ni nada que nos molestara a la hora de dormir - Ahora Brian, jalaremos al mismo tiempo (me refería a las estacas de las cuatros esquinas) uno de cada lado. Después el rompe viento...

Pronto estuvo alzada la tiendita.

-Wow, pensé que tardaríamos más, gracias por la ayuda- ahora hay que buscar un poco de leña y hacer una fogata, haremos guardia cada cierto tiempo. - le sonreí- Te gustará tu primera acampada.

-Pero antes de internarnos por los alrededores, debemos ponernos repelente contra mosquitos o moriremos desangrados, son como vampiros- bromée- saqué un pote de mi cangurera y le unté un poco en las partes decubiertas de su cuerpo, y lo mismo hice conmigo- Listo, eso los mantendrá alejados un rato.

No era mi intención ir más alla de la zona de acampado, el sitio no era seguro por la cantidad de reptiles y arañas venenosas que había en los alrededores. Sufrí un susto de muerte cuando una nauyaca de regular tamaño nos pasó por enfrente. -¡Por todos los dioses! - dije sin querer, y me reprendí por haberme asustado, no quería que Ian pensara que no tenía controlada la situación. No volté a verlo sólo continué. << Odio los bichos y mas si poseen mas de cuatro patas>>

Encontré un árbol ya seco que parecía haber sido alcanzado por un rayo, sería buena opción para una buena hoguera. Le eché luz antes de aventurarme a arrancar alguna parte, no quería más sorpresas peludas con ocho ojos o lenguas viperinas. (y no tenía pensado levantar troncos del suelo por mera precaución) Cargamos con buena herramienta para una excelente fogata. << otro problema resuelto >>

Una vez llegamos me dispuse a hacer todo para levantar las llamas, Ian me observaba con atención- Lo bueno de haber sido scout - sonreí - aprendes cosas muy útiles - Volví a escanear el terreno, había un par de troncos regados que nos sirvieron como asiento, mismos que coloqué alrededor de mi fogata.

-Bien, creo que por el momento es todo, si tienes hambre dímelo para hacer algo de comer.

Entonces el aullido de un mono saraguato me alertó y le dije a Ian que guardara silencio para ubicarme en el espacio. Ellos sólo aullaban cuando había peligro de por medio, pero me tranquilizé, su rugido podia escucharse a varios kilometros ala redonda, entonces el primate bien podria estar lejos y el peligro también. Y los jaguares y los demás felinos... << Ojalá que sí >> suspiré.

-Muero de hambre. ¿Que hay para cenar? ¿caviar o langosta?.

-Déjame ver el menú - también me reí y fuí a buscar unas latas a la mochila - Veamos... tenemos sopa de alacrán, armadillo en jitomate, víbora al mojo de ajo, ah y lo más sabroso de todo, ¡arañas en escabeche! - era imposible no reirme cada que lo veía - saqué la cocineta, una pequeña cazuela y comencé a calentar las comida de lata´- Todo express, lo siento así es esto... Y deja de mirar con asco Brian, no creerás que en verdad vamos a comer esas porquerías... aunque claro en un caso de extrema urgencia, son buena opción - le regale la mejor de mis sonrisas - Es comida especial, tu sabes, no es la gran cosa pero te quitan el apetito, cumplen su propósito. -calenté en dos turnos, y le entregué una lata una vez estuvo listo.- Te sugiero que te lo comas y no hagas más preguntas.- Anda... - para animarlo a comer, hice lo propio. -Hm, delicioso.

El cuadro se completó cuando Brian fue hasta la mochila y sacó una botella - ¡Contrabando! - le dije y el no se inmutó, al contrario se rió- Esto te va a costar algunas cosas Ian- le dije- Pero venga dame un trago que lo necesito- le di un par de sorbos -Ahhhh, que bueno está, fius- tosí. Fué un breve instante, pero lo ví observándome detenidamente, quise preguntarle pero me contuve quizás lo que dijera no era algo que yo quisiese escuchar, porque sabía que le molestaba hablar del tema. Luego se levantó de prisa, con un pedazo de tronco viejo entre sus manos.

-¿Qué fue eso?-. me levanté también- -No lo sé con certeza, pudo haber sido cualquier cosa... Un tapir.. un ocelote... un jaguar- ahora si hablaba en serio - Pero sea lo que sea, se mantendrá alejado mientras tengamos la fogata encendida hasta que amanezca. Bien, haré la primera guardia- no sé porqué de pronto mi ánimo había decaído un poco, me sentí... vacío. -Te pasaré un sleeping bag, sólo para que te recuestes encima, hace un calor de los mil demonios, ah y deja la tienda abierta por si las dudas....

-Si claro quedarme ahi dentro solo y tu aqui afuera y perdernos de la diversión. Si como no.-

Me tomó desprevenido, no pensé que fuera a besarme de esa manera tan desesperada. Obviamente no me negué ¿Cómo podría? sus labios eran droga. Me llevó caminando hacia atrás tomándome de la playera y nos metimos a la tienda, donde nos recostamos en los sleeping bag. Brian comenzó a desnudarme, casi arrancándome la ropa << loco... !!! me encantas >> y yo hice lo mismo con la suya, y después... Fué..., mi mente regresó a aquella noche en su casa, donde conocí por primera vez las mieles de su pasión y de su cuerpo. El me estaba follando como solo él solía a hacerlo y todas esas cosas que susurraba a mi oido, me hacían perder la razón. No podía hacer otra cosa mas que abrazarlo y aferrarlo a mi cuerpo mientras decía su nombre... Brian... Brian...

Estábamos follando si, pero algo en mi me decía que no era como la vez anterior, algo había diferente, su manera suave de hacerlo al principio, y luego esas cosas que susurraba a mi oído como si tuviera miedo de decirlas... mordiéndome el lobulo de la oreja, besándome, era como estar "haciendo el amor" y no un simple acostón en medio de la selva. -Reth te quiero- me quedé helado, mientras el estaba apunto de terminar, y esas tres palabras se quedaron grabadas en mi mente. Lo abrazé con más fuerzas intentanto no dejar que mi imaginación volara más allá de la tienda... .-Reth te quiero, .-Reth te quiero- ¿En verdad era cierto? ¿Brian me ... quería? tenía miedo de preguntar, miedo de que lo hubiese dicho por decir... Cuando terminamos de amarnos, nos quedamos quietos, abrazados, aunque mi corazón seguía desbordado.