Un almuerzo un tanto extraño

Entramos al hermoso lugar colorido y tomamos asiento, Patrick regreso con un par de algodones la verdad me lo hubiera comido pero no quería que mi aliento me supiera a tierra en esta ocasión sonreí y el amablemente se comió ambos.

Las luces se apagaron dejándonos en completa oscuridad, por un momento sentí un par de chispas brotando de mi cuerpo quería ver que estaba pasando, que estaba haciendo él, las luces de colores se encendieron dando paso al espectáculo del circo. Mi cuerpos e relajó cuando un par de payasos comenzaron a contar chistes ambos no para vamos de reír esto estaba siendo agradable, se veía divertido.

Cuando tomó mi mano y nos observamos no se que ocurrió en mi, apenados nos soltamos, por dentro estaba que moría de risa y pena conjuntadas, con la sensación de haber pasado una agradable sensación.

Tragué saliva en cuanto nos soltamos pude sentir su calidez corporal al tacto apenas la fracción de segundos que duró esa acción fue interesante. Estab pasando algo raro en mi una sensación extremadamente rara, pero quera que el momento siguiera me la estaba pasando genial.

Entonces Patrick me volteo a ver y pude ver que en su mejilla tenía una porción de algodón de azúcar se lo quité con la mano, más el tacto con su mejilla fue…

Y este grito que dio cuando lo toqué seguro era por disfrutar tanto el espectáculo aunque una milésima parte de mí se emociono al pensar que había sido por el roce que le otorgo mi mano.

Patrick Blake escribió: Gracias. Me alegra haberte conocido, me agrada tu compañia, me das mucha paz y alegria.

-Sus palabras me hubiesen puesto peor que tomate de no ser porque mi estado de vampira no lo permitía ya.

-Tu también eres un chico muy especial y estoy feliz por haberte conocido-dije sonriéndo a mi lindo acompañante.

Ahora ya no contemplaba el escenario me estaba observando con esa gran profundidad y transparencia de su hermosa mirada, tenía la sensación de dejarme perder en ella. Me gustaba que me mirara así, yo fingía poner atención la espectáculo pero la verdad es que no lo estaba mirando de reojo tanto como él lo hacia conmigo.

Acarició mi rostro con su agradable temperatura y entonces algo que no me hubiera imaginado paso, me besó tierna y dulcemente y yo sólo me dejé conducir me estaba gustando tanto la sensación, mi cuerpo sintió algo especial por primera vez en mucho tiempo y yo quería que no terminara pero algo en mi conecto todas las escenas claro de mi familia me llegaron de golpe y yo simplemente me separé de él tan confundida.

El lucia apenado, se disculpaba y su rostro estaba crispado de preocupación por lo que ocurriría por lo que haría yo a continuación.

Tenía tanto tiempo sin ver a Edward era una de las principales cosas que influía en esto. Vamos a quien quería engañar nadie influyo el único causante de todo era Patrick el momento la situación y el beso simplemente resumiéndolo en dos palabra “me gusto” y las palabras de Alice en mi cabeza <<diviértete>>

Automáticamente sin pensar en más me acerqué a él y comencé a besarlo.

Nos dejamos conducir por el beso, me tomó por la cintura suavemente y la verdad estábamos concentrados hasta que las personas alrededor pidieron silencio. Cuando nos separamos en el beso por hacer demasiado ruido la verdad estaba apenada interrumpiendo la función.

Patrick me miraba curioso, parecía no saber que hacer ahora mi lado bella sensato sabia que era correcto hacer ahora pero desgraciada o afortunadamente ese lado seria una vocecilla en el fondo de mi cabeza dejaría salir a la Bella inmadura que simplemente se divertía y disfrutaba cada momento esa bella que nunca en toda mi vida había dejado salir el día de hoy tendría el control.

Lo besé en la frente, le sonreí y lo tomé de la mano guiándolo fuera del circo con dirección hasta la feria: -¿Te parece si subimos a un juego?-dije guiñándole un ojo, parecíamos dos pequeños divirtiéndose.

Compró las entradas y subimos a la montaña rusa, nos acomodamos en la gaveta correspondiente.

-En realidad yo tampoco se que paso sin embargo estoy complemente segura de que también me agradas demasiado-dije era malo que me agradara tanto, pero ya había quedado en olvidarme de todo en este viaje.

La montaña rusa comenzó a elevarse y justo ahora fue cuando recordé mi vértigo en las alturas, siempre lo tenía, pesé a eso amaba sentir la adrenalina aunque terminaría mal a la bajada del juego.

Creo que Pat notó algo en mi mirada porque me sujeto con la mano que tenia de mi lado me miró atento y sonrió como para infundirme valor.

El miedo se fue ya que me tomó de la mano y termino rápidamente el juego, después nos dirigimos a los carros chocones como el me había propuesto sonaba genial, me estaba divirtiendo de lo lindo y creo que el también parecíamos un par de adolescentes traviesos. Subimos a los autos cada quien selecciono uno y comenzamos a golpearnos entre nosotros persiguiéndonos y dándonos con todo, en una curva casi salgo volando del auto y ambos reímos.

Bajamos muertos de la risa me acerqué a un puesto ambulante y compré dos manzanas acarameladas, ambos comimos mientras decidíamos cual seria nuestra nueva visita, entonces este chico paso apresurado y me aventó accidentalmente, mi manzana cayó al piso mientras que Pat me sujetó fuertemente me miró tiernamente.

“Nada malo te pasara mientras este aquí” me había dicho y sentí una emoción, quería que eso fuera cierto una parte de mi que él estuviera aquí cuidándome, más no veía al manera de que eso fuese posible no en mi situación, no pienses en eso Bells.
Saqué de mi bolso el celular y se lo ofrecí.

-Mira llámala si quieres no hay problema, avísale que estás bien y si gustas podemos dejar este paseo hasta aquí- eso me entristeció, no quería que culminara deseaba estar a su lado un rato más, que estuviéramos compartiendo más risas, momentos especiales más de simplemente Bella y Patrick. Ël me miró mientras tomaba el celular.

Caminamos por todo el sitio las familias reían, las parejas de enamorados se entregaban a su amor, los amigo reían había de todo en esta linda feria, no prestaban atención a lo que hacíamos nosotros.

Jugó tiro a blanco y ganó ese enorme peluche para mi color rosado. Era tan dulce, tan tierno tan especial…

-Mi turno-dije y sonreí mientra lo conduje a un puesto en donde vendían accesorios. Compre una cadena y un dije preciosos que tenía un colgante en forma de estrella que se completaba uno con otro coloqué una parte en cada uno y se le puse rápidamente la cadena-quiero que me recuerdes gracias a esto, que cuando un día pienses en este día sonrías, tu tendrás una parte y yo la otra-besé su frente un nudo afecto mi garganta sabia que el día estaba llegando a su fin y me sentía tan mal por eso, la aventura estaba por terminar no quería que sólo fuera una aventura, no quería.

Cuando colocó el dije y levante mi cabello para ello me estremeció al sentir su alimento tan cerca.

Este tiempo juntos la sensación nunca en toda mi eternidad la iba a olvidar porque simplemente yo quería que durara más que no se fuera estar con él el mayor tiempo posible divirtiéndonos así pero mi actual estado de vida no me lo iba permitir era demasiado esto que estaba haciendo ya.

Nos miramos con tristeza reflejada en sus ojos no se que veía en los míos pero en los de él no brillaba más la chispa de hacia apenas unas horas. No quería irme debía disfrutar cada segundo, me gustaría que el me abrazara y dijera cosas tiernas que me besara…

Este dulce beso, la sensación de que nuestros labios se complementaban y llenaban los vacíos que existían en una parte de nuestra alma.

Quería quedarme así siempre en sus brazos, que no terminara la noche, estar abrazada a él, sentirme segura, protegida y querida entre sus brazos y esta felicidad que tenía ahora.

Lo contemplé a sus deslumbrantes ojos, esa mirada que quería me siguiera observando más tiempo que este lo besé en la frente, lo tomé de la mano y el me ayudo a subir al auto, se acomodo y nos fuimos.

Conducía con una mano mientras que con la otra sostenía la mía, nos mirábamos de repente y nos sonreíamos la mayoría del tiempo transcurrió en silencio un silencio como predecesor de que algo malo y triste se avecina. Entonces allí estaba el plaza justo donde había comenzado todo sentí que algo se partía dentro de mi.

Me beso nuevamente en la frente, nos contémplanos un instante y el se despidió.

-Yo también m divertí mucho y siempre conservare las imágenes así como el dije Pat-besé su mejilla. No cabía duda la palabra más dura de pronuncia <<adiós>>

Tragué saliva, guardé el número y el email en mi bolso y lo contemplé como se alejaba con dirección opuesta aunque en el mismo hotel, quedándome allí muda contemplando.

Mi yo impulsivo corrió tras él quien volteó sorprendido y lo besé como no lo había besado en toda la noche entregando tanto ene se besos e quedo sorprendido pero se dejo guiar por mis labios. Le bese la frente –hasta pronto es mejor que adiós-dije y Salí corriendo dejándolo aun confundido.

Esperaba volverlo a ver nuevamente a disfrutar de otra especial aventura a su lado.