Noche de copas

Oscuridad... ella y yo... y nuestras ganas infinitas de entregarnos a las bajas pasiones sin importar las consecuencias. Yo me sentía descontrolado por completo, fuera de la realidad; era la primera vez que me sucedia esto con una chica a la que acababa de conocer;... me gustaba, me gustaba ese lado salvaje en mí. Por eso mismo no detuve sus ataques de besos y caricias, me dejé llevar por lo que sentía en ese momento.

Devorar su cuerpo...

Conocer hasta el más mínimo rincón de su perfecta anatomía, volvernos uno...

Me dejé hacer un momento lo que quisiese, la dejé explorar mi cuerpo, y que se acostumbrara a él, pero después cargué a la chica, y la recosté delicadamente sobre el pequeño (pero cómodo) sillón y recargué todo el peso de mi cuerpo sobre el suyo. Devoré sus labios mientras que con mis manos terminaba de subirle el vestido, ella cooperó alzando sus brazos y terminé por sacárselo, ahora ella estaba completamente desnuda, la obscuridad no me permitía verla con los ojos, pero mis sentidos y mis caricias me daban una clara radiografía de la perfección de su anatomía.